Los Choneros controlan todos los procesos delictivos en las cárceles de Manabí
Las cuatro cárceles de Manabí tienen el sello de ‘Los Choneros’ y eso les ha permitido controlar todos los procesos delictivos dentro de las prisiones y la mayoría de los que se cometen en las calles.
Militares vigilan la cárcel de Bahía de Caráquez, al centro norte de Manabí.
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La fuerza pública ha direccionado sus operaciones en desarticular redes de extorsión y venta de drogas que operan fuera y dentro de las prisiones de una de las provincias más conflictivas del país: Manabí. La población carcelaria de este territorio costero es de casi 3.000 presos.
En la provincia hay cuatro cárceles: El Rodeo, Tomás Larrea (mujeres), Jipijapa y Bahía de Caráquez. Todas tienen el sello del grupo narcodelictivo ‘Los Choneros’ y esa prevalencia ha permitido una relativa calma interna.
Sin embargo, en las calles existe una "guerra" declarada entre ‘Choneros’, ‘Lobos’ y otros brazos armados organizados que buscan controlar todos los procesos delictivos.
Una serie de operaciones ejecutadas por el Bloque de Seguridad, conformado por policías y militares, da cuenta que, ilícitos como secuestros son coordinados u ordenados por privados de la libertad vía mensajes o llamadas extorsivas.
“Nosotros hemos venido realizando operaciones militares en las cuatro cárceles y estamos en el cerco exterior e interior”, informó Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Manabí, que lleva ocho meses operando en la provincia.
Guaytarilla pone como ejemplo un caso registrado el 9 de noviembre de 2024, en la prisión de Jipijapa, ubicada al sur, donde se decomisaron siete libretas de ahorros de Banecuador con saldos superiores a USD 10.000. Es decir, en total USD 70.000.
El comandante no descartó que esos recursos económicos sean producto de las actividades ilícitas que cometen los presos: "Esto no es usual que ocurra con personas que están privadas de libertad y que ellos están prácticamente cumpliendo una prisión", aseguró el comandante.
Esto, según Guaytarilla, sucede porque los internos tienen "muchas garantías y eso es lo que el Gobierno incluso está tratando de quitar, porque dificulta el trabajo de Fuerzas Armadas, Policía Nacional y hasta del SNAI".
Se refiere a la propuesta del presidente Daniel Noboa que busca reformar de forma parcial los artículos 35 y 51 de la Constitución de la República para sacar a los presos de los grupos de atención prioritaria.
"No es desconocido que los presos tienen conformados sus pabellones, celdas con ciertos grupos, donde se han concentrado este tipo de organizaciones".
Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Manabí.
Otra evidencia de que los presos coordinan, ordenan o ejecutan delitos desde las cárceles fue el caso registrado el 6 de noviembre de 2024, cuando la Policía Nacional informó sobre una intervención en Portoviejo que dejó dos sujetos capturados.
"Quienes mediante llamadas y mensajes de tipo extorsivo habrían exigido dinero para no atentar contra la integridad de la víctima y su familia; los antisociales habrían realizado actos intimidatorios disparando hacia el inmueble de la víctima como método de presión para que cancele el monto exigido", detalló la institución del orden.
Incluso, los uniformados hicieron más diligencias y pudieron determinar que dos presos de la cárcel El Rodeo estaban implicados en el caso.
Los presos se las ingenian. Según Renán Miller, comandante de la Policía en la zona 4, los presos se comunican vía telefónica con otros miembros de la banda que están libres, es decir, en las calles, luego identifican a la víctima y empiezan a hacerle el seguimiento.
"Comienzan ellos a hacer sus trabajos de inteligencia a nivel delictivo. Nosotros hacemos lo contrario, tratamos de hacer la contrainteligencia para ubicarlos", dijo Miller.
Un registro de esta realidad sucedió el 14 de abril de 2024, cuando la Policía logró liberar a una mujer que había sido secuestrada en Manta. Ella estuvo dos días en manos de sus captores, quienes exigían vía WhatsApp USD 100.000 para dejarla en libertad.
Y, según la teoría de la fuerza pública, la víctima fue 'perfilada' a través de publicaciones en redes sociales. Por el caso, hubo ocho detenidos, de los cuales tres ya estaban presos en la cárcel El Rodeo de Portoviejo.
En esa fecha se reveló que el delito fue planificado en conjunto con los internos y hubo una "participación directa" de todos los señalados.
¿Cómo ingresan los objetos prohibidos?
En la actualidad, las cárceles están bajo el control militar. Sin embargo, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta explicó a PRIMICIAS que hay otras dos instituciones que también tienen sus competencias: la Policía Nacional y Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI).
"Deberíamos trabajar de una manera responsable para evitar que sigan apareciendo estos artículos prohibidos (en las cárceles) y para que esto no sea un cuento sin fin".
Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Manabí.
De hecho, las fuerzas del orden reconocen que los presos se las ingenian para vulnerar los controles, pero "aún no hemos identificado qué está fallando, porque si supiésemos ya lo hubiésemos corregido. Quisiéramos que las cárceles funcionen como deben y no sean un paraíso para quienes cometieron alguna infracción a la ley", agregó Guaytarilla.
"Nosotros, como Policía Nacional, tenemos la seguridad externa, ese es nuestro trabajo y el compromiso sigue. Lastimosamente ingresan objetos prohibidos a la parte interna donde hay otras instituciones encargadas", sostuvo el comandante Miller.
Dos casos que también prenden las alarmas fueron los registrados en la cárcel de Bahía de Caráquez, ubicada al centro norte, en el cantón Sucre.
El primero sucedió el 25 de octubre de 2024. Durante operaciones militares se realizó la aprehensión de un agente de seguridad penitenciaria, que en su poder tenía dos celulares.
Y el segundo se registró el 30 de octubre, otra vez, cuando un agente de seguridad penitenciaria fue detenido en flagrancia.
"Presumiblemente pretendía ingresar en su uniforme y prendas de protección personal", drogas, dinero en efectivo, una caja de papel para envolver marihuana, una carta, entre otros artículos, informó la fuerza militar.
"Este es un hecho que lamentablemente siempre ha ocurrido, ha estado ocurriendo y cortar sí va a ser un poco difícil y de largo aliento", reconocen desde la Fuerza Tarea Conjunta. Además, lamentan que por algunos malos funcionarios se vea afectada la parte institucional.
Como resultado de las operaciones en las prisiones, Guaytarilla dice que han decomisado muchos artículos prohibidos que "siguen ingresando, como armamento, droga, dispositivos móviles, armas blancas".
"Realmente no hay receta que pueda decirnos esta es la solución o haciendo esto se va a terminar; hay que ser bien resilientes desde las instituciones, la ciudadanía", cree el comandante militar.
Él dice que tienen intervenidas las cárceles de forma permanente y también ejecutan operaciones en las calles o zonas donde existe el más alto índice de criminalidad.
Igualmente, realizan control de armas, municiones y explosivos. También intervenciones en el ámbito interno, con ayuda de información de inteligencia militar y de la ciudadanía.
Tanto la Policía Nacional como las Fuerzas Armadas hicieron un llamado a la población manabita para que, si reciben una llamada o mensaje extorsivo, pueden alertar al ECU-911 o contactarse con el Plan Recompensas 131 de la siguiente forma: Llamar al 131 o enviar un correo a informa@recompensas131.org.
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