2024, año de masacres y de enquistamiento de la violencia en Manabí
Al menos ocho masacres se registraron en la provincia durante 2024 y, además, nació el temido grupo autodenominado Los Pepes. En Manabí, el 93% de las muertes violentas está relacionado con acciones del narcotráfico.
Escena de una masacre ocurrida en La Pradera de Manta.
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El crimen organizado mantiene arrinconados en todos los niveles a los 1,5 millones de habitantes de Manabí y en ‘apuros’ a las fuerzas del orden. Masacres, incursiones armadas en hospitales y hasta el resurgimiento de nuevos brazos armados ubican a la provincia como una de las zonas más conflictivas de Ecuador.
En 2024 se evidenció el enquistamiento de violencia criminal en los espacios públicos y privados; como muestra, en este territorio costero hubo ocho masacres.
Manabí, nunca en su historia, había tenido tantos registros delictivos como resultado de las disputas entre bandas narcodelictivas.
Según el oficial general de la Armada en servicio pasivo, Ronald Muñoz, quien fue gobernador de la provincia hasta el 13 de diciembre de 2024, se “estima que en dos años se puede recuperar la paz que teníamos hace 20 años atrás, pero manteniendo el ritmo de operaciones” militares y policiales.
Luego de emitirse el decreto 290, el 3 de junio de 2024, tanto la Comandancia de la Policía Nacional como del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas llegaron a operar desde Manta, pues la ciudad y la provincia vienen soportando una ola de ataques criminales.
Desde esa fecha, el Bloque de Seguridad, conformado por policías y militares, opera en los 22 cantones y, según cifras oficiales, han ejecutado cerca de 50.000 operaciones, lo que ha permitido desarticular 199 bandas.
Mientras que se han incautado un poco más de 30 toneladas de drogas, en su mayoría destinada para el tráfico internacional.
En la provincia, el Ejecutivo ha renovado el estado de excepción en varias ocasiones por la persistencia de la violencia. En la actualidad, hay un despliegue de casi 3.000 policías.
Además hacen trabajos investigativos y de inteligencia otras unidades especiales, de la mano también de los militares.
A todo ese despliegue de operaciones, de personal y también a la necesidad de dotar de herramientas y equipos a las fuerzas del orden se refiere Muñoz para retomar la paz. De lo contrario, asegura, las acciones criminales seguirán y con ellas otros delitos conexos.
Otros expertos consultados dijeron que las fuerzas del orden primero deberían informar en qué fase está el plan para combatir la delincuencia: identificación, neutralización o eliminación de la amenaza.
De igual forma, identificar o clasificar a los tipos de víctimas, que pueden ser inocentes, participantes o provocadoras.
Para el gobernador de Manabí, Leandro Briones, es necesario tener en cuenta los antecedentes de los asesinados y que no todos “son ciudadanos trabajadores; algunos son delincuentes, que han tomado malas decisiones y que decidieron posiblemente buscar una salida equivocada”.
¿Por qué los asesinatos?
El principal foco de violencia criminal en la provincia es por las acciones ligadas al tráfico de droga y armas, de allí las pugnas por las rutas marítimas para el envío de cocaína a Centroamérica y Estados Unidos.
Según los registros de la Policía Nacional, al menos el 93% de las muertes violentas en Manabí está relacionado con el ‘narco’.
En este punto entran los actores de la violencia que tienen sus aliados en dos carteles mexicanos: Jalisco Nueva Generación, que se unió a Los Lobos; y el de Sinaloa, que protege a Los Choneros.
Lobos y Choneros mantienen una “guerra” declarada en Manabí. También entra a la escena desde mediados de 2024 el grupo autodenominado Los Pepes, que, según la Policía, es una facción de Los Lobos, que se alió al cartel Jalisco Nueva Generación para exterminar a Los Choneros.
De hecho, la banda más peligrosa del país, que tiene sus orígenes en Manabí, Los Choneros, carece de un liderazgo claro, luego de que de su máximo cabecilla José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, se fugara de la cárcel Regional de Guayaquil, el 7 de enero de 2024.
Mapeo criminal
Durante 2024, además de las masacres, se registraron otros casos preocupantes y que aún no han sido resueltos:
- Crimen de la alcaldesa de San Vicente Brigitte García y su director de comunicación Jairo Loor.
- Los asesinatos de cinco turistas en Puerto López.
- Ataques y muertes de agentes de la empresa de movilidad de Manta.
- Cuerpos desmembrados en Portoviejo y Tosagua.
- Dos ataques armados en el hospital del IESS en Manta.
- Caso de sicarios disfrazados con uniformes similares a los del GIR en Manta.
- Captura de un policía en servicio activo en Jipijapa que reclutaba y entrenaba a menores de edad como sicarios.
- Ataque armado en circo de Manta que cobró la vida de Cristhian Nieto, creador de contenido y asambleísta alterno, además de su esposa Nicole Burgos.
- Policía jubilado que fue quemado vivo dentro de su carro en Junín.
- Crimen del fiscal de Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional (Fedotti), Marcelo Vásconez y su custodio, un policía.
La provincia de Manabí está conformada por 12 distritos; Manta y Portoviejo son los dos más violentos, y concentran el 67% de las muertes violentas de toda la provincia.
Al mismo tiempo, desde la Fuerza Tarea Conjunta de Manabí aseguran que hay una persistencia en los delitos de delincuencia organizada y terrorismo en este territorio costero.
En cuanto a los registros de muertes que lleva la Policía Nacional, así ha variado el panorama en los últimos años: en 2021, hubo 197 asesinatos; en 2022, 515; en 2023, fue un año de registro récord con 940; y en 2024, hasta el 16 de diciembre, 812.
“Los números están mucho mejor, son favorables. No la percepción”, dijo el gobernador Briones, quien agregó que “no estamos cruzados de brazos”, porque realizan acciones para mejorar las condiciones para que Manabí sea más segura.
“No solamente para el comercio, la industria, el emprendimiento, la producción, sino que también sea segura para temas como el turismo, donde estamos planificando una estrategia”, reveló.
Esa estrategia, según Briones, consiste en trabajar de la mano con las fuerzas del orden, sistema de justicia, sectores de salud, medios de comunicación, agencia y comisión de tránsito y municipios.
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