'Micropeajes' para la Ruta Viva: este es el plan de Municipio de Quito para la concesión de esa vía
La concesión de la Ruta Viva es uno de los proyectos en marcha de la Alcaldía de Pabel Muñoz. Según el plan, la vía pasaría a manos privadas por unos 30 años y contempla un sistema de peajes.

Vehículos circulan por la Ruta Viva de Quito, el 4 de febrero de 2025.
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La Ruta Viva es la principal vía que conecta a Quito con el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, además de una importante arteria de conexión para las zonas de Cumbayá. Puembo, Tumbaco y Pifo. Pero su estado no se compadece con su importancia, los baches, montículos y retazos de asfalto son una constante.
Eso porque la modalidad actual para su mantenimiento es el "bacheo emergente", que no es más que reparar los problemas que se presentan, pero eso no permite mantener la vía en condiciones óptimas. Por esto, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, aseguró a PRIMICIAS que la mejor alternativa para recuperarla es la concesión a una empresa privada.
El 11 de marzo de 2025, el Concejo Metropolitano dio el primer paso para alcanzar ese objetivo: declaró de interés público a la rehabilitación y extensión de la Ruta Viva. "Es un primer y gran paso", asegura Muñoz.
El Alcalde recuerda que la Ruta Viva "era una mesa de billar cuando fue inaugurada, pero hoy está en un estado lamentable". Agrega que la concesión apunta, precisamente, a que "sea una mesa de billar por, al menos, los próximos 30 años, desde que pase a manos privadas, en 2026".
Según el funcionario, la decisión de concesionar la Ruta Viva va en la dirección en la que caminan otras capitales de la región, que han delegado la administración de sus vías al aeropuerto. "Se trata de la puerta de entrada y salida de las ciudades", insiste.

'Micreopeajes' en la Ruta Viva
Una de los aspectos que implicaría una concesión de la Ruta Viva sería la instalación de peajes, como un mecanismo para que la empresa que administre esa vía pueda recupere la inversión que haga en mantenimiento y en la ampliación del tramo 3, entre Puembo y el aeropuerto.
El alcalde Pabel Muñoz señala que el peaje de esta vía no sería como los que tienen la Autopista General Rumiñahui o el túnel Guayasamín, sino que se instalaría un sistema de 'micropeajes'.
Este sistema consistiría que cada cierta distancia se instale un sistema de cobro automatizado, de manera que los usuarios paguen solo por los kilómetros recorridos sobre esa vía.
"Estaríamos frente a un manejo muy moderno del peaje. Actualmente, si una persona viaja desde Quito a Latacunga paga el mismo peaje que pagaría alguien que viaja hasta Ambato. Con la nueva modalidad, el usuario solo pagaría el tramo que utilice, es decir, que sería un cálculo por kilómetro recorrido", detalla Muñoz.
Según él, la tarifa deberá ser "muy sensata para no asustar a los usuarios y que no prefieran usar otras vías".

El concejal Andrés Campaña dice que la empresa Sudinco tiene una propuesta para adjudicarse la concesión de la Ruta Viva. "El cálculo para el peaje señala que el pago sería de USD 0,10 por cada kilómetro recorrido. Esto quiere decir que los conductores que utilicen toda la vía deberán pagar USD 1,65, tomando en cuenta que la vía actualmente tiene 12,8 kilómetros, más los 3,7 del tramo 3".
Campaña señala que si se concreta esa iniciativa, el pago de la Ruta Viva sería el más alto del país, pues "en la vía Guayllabamba - Calderón el pago es de USD 0,04 por kilómetro y en la Autopista Rumiñahui, algo más de USD 0,03".
Pero el alcalde Muñoz asegura que aún no hay ninguna tarifa aprobada para el peaje y califica como "irresponsable y hasta aventurero hablar de tarifas ”. El Municipio recuerda que el Concejo Metropolitano es el organismo que deberá aprobar la tarifa de cualquier peaje que se instale en la ciudad.
Según proyecciones de la entidad, la rehabilitación de la vía y la construcción del tramo 3 requerirá una inversión cercana a los USD 160 millones.
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