¿Riesgo de aluviones? Así están las quebradas de Quito por las torrenciales lluvias
En Quito hay alrededor de 200 quebradas que recorren más de 1.300 kilómetros. El Municipio monitorea con mayor atención a cinco, que son las más vulnerables.
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Maquinaria de la Epmaps realiza tareas de limpieza en la quebrada El Tejado, en enero de 2025.
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Las intensas lluvias que soporta Quito desde los primeros días de febrero de 2025 reviven las tragedias que sufrió la ciudad en 2022 y 2024 cuando 29 personas murieron a causa de los aluviones que arrasaron gran parte del barrio La Gasca.
Esos dos eventos naturales obligaron a que las autoridades municipales intensifiquen el monitoreo y la limpieza de las cerca de 200 quebradas que recorren la ciudad. Si bien las lluvias pueden ocasionar el taponamiento de todas, el subgerente de Saneamiento de la Empresa de Agua Potable (Epmaps), Ernesto Fonseca, explica que hay 101 quebradas que tienen mayores probabilidades de desbordarse.
"En esas quebradas tenemos 142 estructuras, cuya principal tarea es la captación de agua, escombros y desechos", dice el funcionario. Aunque detalla que cinco concentran la mayor atención de la entidad, pues se ubican a lo largo del volcán Pichincha, donde nace la mayor parte de la red de colectores.
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"La planificación de la Epmaps dice que la limpieza de las quebradas debe hacerse dos veces al año. Pero, cuando hay lluvias, intensificamos las limpiezas. En 2024 retiramos 68.000 metros cúbicos de lodo y desechos para minimizar el impacto de posibles eventos naturales", señala Fonseca.
Es por eso, dice, que entre el 1 de enero y la segunda semana de febrero de 2025 solo se han retirado 5 metros cúbicos. "Es una muestra de que las estructuras están limpias".
Pese a estos trabajos, reconoce que la ciudad no está exenta de sufrir el impacto de nuevos aluviones porque "dependemos de la cantidad de lluvia que caiga y de que las estructuras de captación soporten ese volumen".
Para evitar nuevas tragedias, el funcionario señala que la Epmaps ha construido nuevas estructuras para ampliar la capacidad de captación. "En la quebrada El Tejado, donde se produjeron los dos aluviones, ampliamos la capacidad de 4.000 metros cúbicos a 12.000 y vamos a llegar a 20.000", asegura.
Construcción de obras de captación
La Empresa de Agua Potable destinará USD 12 millones para la limpieza de quebradas, sumideros y reposición de alcantarillas en 2025. A lo largo del año, la entidad también contratará una consultoría para determinar las quebradas que requieren nuevas estructuras de captación "siempre que la geografía nos lo permita", dice Ernesto Fonseca, subgerente de Saneamiento.
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El funcionario dice que las nuevas obras evitarán que los aluviones que se registren en las partes altas de las quebradas impacten con fuerza a la ciudad. "Los trabajos que hicimos en la quebrada El Tejado evitaron que el aluvión de 2024 cause una tragedia mayor o igual a la de 2022", dice.
La Epmaps tiene previsto que los resultados de la consultoría estén listos en la segunda mitad de 2025 para analizar las obras que deben ser construidas en el corto plazo.
Una ciudad en constante riesgo
Isabel Bernal, catedrática universitaria y quien ha estudiado las quebradas de Quito, dice que los aluviones y hundimientos son riesgos constantes que enfrenta la ciudad por su ubicación geográfica.
La experta recuerda que hay dos grandes cuencas que atraviesan la ciudad: la del río Machángara en el sur; y la del río Monjas, en el norte. "Lo que pasa es que las construcciones tapan las quebradas, pero en el invierno se hunden porque son rellenos artificiales", explica.
Y agrega que a este problema se suma la erosión que avanza rápidamente en algunas quebradas, provocando la caída de las viviendas que se ubican en los bordes.
Bernal sostiene que la única manera de evitar que un evento natural cause graves consecuencias es el crecimiento ordenado de la ciudad y la descontaminación de los ríos y quebradas.
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