"Pasamos la noche en un parque, mojados y con hambre", relata un vecino de Guápulo, donde ocurrió un deslave
El reporte de las autoridades del Municipio de Quito señala que hay tres familias afectadas por el deslave de Guápulo. Sin embargo, hay otras que no fueron identificadas en las primeras horas.

Iván Reyes, una de los afectados por el deslave de Guápulo, junto a su hija a la espera de recibir ayuda, el 7 de abril de 2025.
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Las huellas del deslave que provocó pánico y pérdidas materiales en Guápulo, la tarde del 6 de abril de 2024, siguen presentes entre sus moradores. La gran cantidad de lodo, troncos y tierra que cayó desde una de las montañas del sector dejó graves daños en una casa de tres pisos en la que vivían tres familias. En total, 11 personas.
Ellas fueron atendidas , evacuadas por los organismos de socorro y trasladadas a casas de sus familiares hasta que las autoridades determinen las condiciones de habitabilidad de la edificación. Sin embargo, no todos corrieron con la misma suerte.
Son las 10:00 del 7 de abril de 2025. Han pasado más de 18 horas desde que ocurrió el deslizamiento y en la avenida De los Conquistadores hay decenas de camionetas municipales, camiones del Cuerpo de Bomberos de Quito, maquinaria pesada y vehículos de la Empresa Eléctrica Quito que continúan con las tareas de limpieza.
En medio del caos, y abriéndose paso en silencio con una niña en brazos, Iván Reyes camina lento con sandalias y pantalón sucios y una camiseta gris que delatan la larga y dura noche que soportó. Ingresa a una tienda, sale con una botella de agua y dice: "Nadie nos ha ayudado hasta ahora. En mi familia somos nueve personas y pasamos toda la noche en un parque, mojados y con hambre".
Este hombre, ayudante de cocina en un restaurante de la zona, cuenta que su familia tuvo que salir a toda prisa de su casa, pues está ubicada junto al inmueble afectado por el deslizamiento. "Escuché una fuerte ruido y me asomé por la ventana. Al ver que el lodo se nos venía encima le dije a mi esposa y a mi cuñada que salgamos porque estábamos en peligro", recuerda.
Sin saber a dónde ir, caminaron hasta llegar al parque El Ejido, donde pasaron la noche. "Fue muy difícil porque toda la noche llovió e hizo mucho frío. Ahora vamos a vivir en otro lugar porque nunca se sabe si puede ocurrir otro derrumbe", dice.
A esta familia no se le ocurrió buscar socorristas o personal de algún organismo de ayuda social. Solo se preocupó por alejarse del lugar.

Aún con los estragos de la pesada noche y con su hija que ya presentaba síntomas de alguna enfermedad respiratoria, funcionarios del Patronato San José los atendieron y ofrecieron ayuda. "Me regalaron un jarabe y tengo que llevarla al médico para que no se empeore".
Mientras continúan las tareas de limpieza, Reyes conversa con otros funcionarios municipales y del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) con la esperanza de que la ayuda humanitaria también le llegue a su familia.
"Hace 17 años no pasaba un derrumbe así"
Pocos habitantes de Guápulo recuerdan un derrumbe que haya provocado daños en viviendas, autos y vías. Un evento de estas características no se había registrado, al menos, hace 17 años.
Carmen Chango vive en Guápulo desde hace 60 años. Dice que la tarde del 6 de abril de 2025, las fuertes lluvias alcanzaron los 60 centímetros de altura. "Fue algo impresionante. Parecía que el agua y el lodo se llevaba todo. Mis nietos estaban en la calle y alcanzaron a entrar con las justas", relata.

Recuerda que hace 17 años se registró un evento similar. "Aunque no fue tan terrible como el que vivimos ayer porque no paraba de llover y cada vez había más agua".
A pocos pasos de ahí, Paulina Tonato, propietaria de la vivienda afectada, se queja por la falta de prevención de las autoridades. "Hemos llamado varias veces a las autoridades, pero vienen poco y no hacen las limpiezas adecuadas para evitar estas tragedias. Hay que esperar el informe del Municipio para saber las condiciones en las que queda la casa", dice preocupada.
La directora de Gestión de Riesgos del Municipio de Quito, Patricia Carrillo, explicó que el derrumbe en Guápulo obedece a las fuertes lluvias que registra la ciudad. "En el primer trimestre llovió 127% más que el año pasado. Es el trimestre más lluvioso desde que tenemos registros", asegura.
Agrega que el Municipio sigue evaluando la zona para determinar si la vivienda afectada puede ser habitada, las condiciones de la vía y si existen más afectaciones. Por lo pronto, la funcionaria reconoce que propietarios de otras tres viviendas reportaron daños en los primeros pisos por el ingreso de agua y lodo.
"Hay riesgo de más deslaves, por lo que la avenida De los Conquistadores permanecerá cerrada para no poner en riesgo a los usuarios", dice Carillo.
La Secretaría de Seguridad aseguró que en las próximas horas entregará información al Ministerio de Inclusión Económica y Social para que determine las personas que recibirán el Bono de Emergencia, que equivale al 50% de la canasta básica familiar, que en marzo de 2025 alcanzó los USD 800.
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