"No se puede vivir así", el lamento en los barrios de Quito que sufren cortes de luz y agua
Más de 90 barrios de Quito sufrirán cortes de agua de hasta 12 horas durante todo noviembre. Los horarios coinciden con los que implementa el Gobierno por la crisis eléctrica.
Un hombre recoge agua en el barrio Edén del Valle, en Quito, el 13 de noviembre de 2024
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Jonathan Machado / Primicias
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"Estamos viviendo una tragedia. Sin luz y sin agua no se puede vivir", repiten indignados los habitantes de los barrios Obrero Independiente, Monjas, Edén del Valle y Loma de Puengasí, quienes sufrirán cortes de agua de hasta 12 horas diarias, al menos, hasta finales de noviembre de 2024.
Ellos son parte de los 95 barrios de Quito a los que la Empresa de Agua Potable (Epmaps) aplicará la medida ante los bajos niveles de los embalses que abastecen de agua potable a Quito.
Son las 10:20 del 13 de noviembre de 2024. Los vecinos del barrio Edén del Valle, en el suroriente de Quito, acaban de recibir la noticia de que sufrirán cortes de luz y de agua de forma casi simultánea desde la tarde del 13 de noviembre y durante todo el mes.
Es que la noche anterior, el alcalde Pabel Muñoz informó, como una medida ineludible, que era necesario implementar cortes de agua programados entre las 17:00 y las 03:00, más el tiempo que tomen en llenarse nuevamente las tuberías y los tanques de distribución.
Además de esos racionamientos, estos sectores deberán soportar cortes de luz entre las 18:00 y 00:00, según la planificación de la Empresa Eléctrica Quito que llega hasta el 14 de noviembre.
"No sabía que tampoco vamos a tener agua. Esta situación es insoportable", dice Darío Chasiloa, propietario de una lavadora de carros.
Sentado en una silla de plástico a la espera de que ingrese un vehículo, dice que la falta de agua se convierte en otro problema para su negocio.
"Con los cortes de luz hemos sentido una baja de clientes que llega al 50%. Con la falta de agua vamos a quebrar", se queja.
Por la calle aledaña a esta lavadora de carros, Luis Garzón lleva dos tanques pequeños para recoger agua. "Tuve que comprarlos para no sufrir tanto porque la falta de agua es terrible", dice.
Si bien este hombre acepta que los cortes de agua programados ayudarán a que la ciudad no sufra racionamientos prolongados, cree que no deberían ser de 12 horas, pues "complican a quienes necesitamos cocinar, lavar la ropa o bañarnos cuando llegamos del trabajo".
A pocos metros de ahí, Sixto Corrales, dueño de un restaurante, dice que en las primeras horas de la mañana leyó la noticia sobre los cortes de agua. "Me levanté y lo primero que hice fue recoger agua porque es un recurso que necesitamos para que el negocio funcione".
Corrales teme que la falta de agua reduzca aún mas las ventas. "Los apagones han provocado que las ventas caigan en un 60%. Imagínese si falta el agua", lamenta.
Negocios a punto de quebrar
En el barrio Monjas, ubicado en el centro de Quito, la preocupación por los cortes de agua es la misma que hay en Edén del Valle.
En una lavandería de ropa, Carlos Analuisa cuenta que su negocio está a punto de quebrar. "Teníamos tres locales. A principios de noviembre de 2024 cerramos uno porque no tuvimos para pagar los sueldos y el arriendo. En los otros dos registramos grandes pérdidas", relata.
Para él, el inicio de los cortes de agua aumenta el riesgo de que su negocio quiebre, pues "luz y agua son vitales para que podamos funcionar".
En este mismo sector, Adela Naranjo analiza cerrar el negocio de venta de uniformes deportivos que ha tenido desde 1998. "Ya no damos para más. Cada día que pasa es peor", dice molesta.
Cortes pueden ampliarse a otros sectores
La Empresa de Agua Potable justifica los cortes del servicio aduciendo que se trata de racionamientos preventivos. "Lo que buscamos es que toda la ciudad no sufra la falta del recurso en el corto plazo", explica Fránklin Maiza, jefe de la Unidad de Agua Potable Sur.
El funcionario detalla que los 95 barrios que sufrirán los racionamientos de hasta 12 horas están ubicados en el centro y sur de la ciudad porque son los que registran mayor consumo.
"El consumo diario llega a 150 litros por persona, cuando lo ideal es que sea de 100 litros. Los datos muestran que el agua que está en los tanques de distribución cae de cuatro metros a uno durante el día", señala.
Por eso que el horario en el que se aplicarán los racionamientos servirá para recuperar los niveles de agua que se pierden durante el día. "También elegimos ese horario para no perjudicar a escuelas y negocios que funcionan en la mañana y tarde", dice.
Y aclara que la Epmaps no puede cortar el servicio en otros sectores porque se trata de redes de distribución independientes.
Sin embargo, advierte que si el consumo aumenta en esos lugares, serán incluidos en los racionamientos.
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