Salve Faccha: La principal fuente de agua de Quito atraviesa la peor crisis de su historia

Enclavado entre los páramos del Parque Nacional Cayambe Coca, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el embalse Salve Faccha. Una especie de laguna artificial construida entre los años 2000 y 2002 para cubrir la demanda de agua potable que Quito registraba en esos años.

Junto a Sucus y Mogotes, otros dos pequeños embalses ubicados en la zona, forma el Sistema Integrado Papallacta, que abastece del recurso al 45% de los habitantes de Quito.

Son las 10:15 del 14 de septiembre de 2024. El viento helado propio del páramo golpea a los técnicos de la Empresa de Agua Potable (Epmaps) que monitorean el embalse en tiempo real.

Junto a los 12 millones de metros cúbicos de agua que tiene la laguna Salve Faccha, explican que el nivel del embalse ha caído alrededor de dos metros por la sequía que sufre Ecuador y el elevado consumo del recurso de los capitalinos.

Además, la falta de lluvias ha provocado que la vegetación que lo rodea parezca muerta y seca, sin su característico color verde.

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"Es el peor año que hemos experimentado. Ni los problemas de 1995, 1999 y 2019 han sido tan fuertes como los de 2024", reflexiona Rafael Osorio, jefe de Recursos Hídricos de la Epmaps.

El funcionario explica que la diferencia entre la actual crisis y la de años anteriores radica en que "antes teníamos altos consumos, pero se registraban algunas lluvias. Ahora hemos sufrido hasta 16 días seguidos sin precipitaciones".

Recuerda que la última lluvia fuerte que se registró en el Parque Nacional Cayambe Coca fue el 16 de junio de 2024. Hace cinco meses.

"Los datos muestran que atravesamos una temporada extremadamente seca. En octubre y noviembre debía llover 100 litros por metro cuadrado. Pero en octubre solo cayeron 79 y en los primeros 14 días de noviembre solo han llovido 16", dice Osorio.

La preocupación de las autoridades municipales aumenta, pues actualmente el embalse se alimenta de las reservas de los páramos, llegando a sus niveles mínimos de operación e incrementando el riesgo de cortes de agua en toda la ciudad.

Los últimos datos de la Epmaps muestran que el embalse Salve Faccha está operando a 3.886,91 metros sobre el nivel del mar, a solo cuatro metros de llegar a su cota mínima.

Quito consume 8.500 litros de agua por segundo

Quito cuenta con cinco sistemas de abastecimiento de agua potable. Dos de ellos son los más importantes: Sistema Integrado Papallacta, que abastece al 45% de la población, en especial a las parroquias orientales y en el norte de la ciudad; y el Sistema Pita -  Puengasí, que lleva el agua al 27% del sur.

Se suman La Mica - Quito Sur, que dota el recurso a barrios a los que no llega el Sistema Pita -Puengasí, pero también a las parroquias del suroriente como Conocoto, Alangasí y Píntag. Mientras que el sistema Conducciones Occidentales provee de agua a barrios del noroccidente.

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Por último, Quito cuenta con sistemas menores, que están ubicados en parroquias como Chavezpamba, Púellaro y Pacto. Ahí, el agua proviene de los ríos cercanos.

Andrés Baquero, jefe del Sistema Papallacta Integrado, dice que los 2,6 millones de habitantes de Quito consumen alrededor de 8.500 litros de agua por segundo.

Si bien asegura que el embalse opera normalmente, advierte que podrían aplicarse cortes de agua a inicios de 2025 si las condiciones climáticas actuales no mejoran.

Una medida que ya se aplica en barrios del centro y sur de la ciudad, que reciben agua del Sistema Pita - Puengasí. Los 2.200 litros de agua por segundo que abastecen sus plantas son insuficientes para cubrir la demanda.

Ante este escenario, la Epmaps implementó cortes de agua de hasta 12 horas en 95 barrios para evitar el colapso del sistema. Según el alcalde Pabel Muñoz, la medida se extenderá, al menos, hasta finales de noviembre de 2024.

Desperdicio de agua

En 2024, Quito registra el consumo de agua más alto desde la pandemia de Covid-19. Datos de la Epmaps muestran que cada persona ha consumido 146 litros de agua diarios entre enero y octubre. Una cantidad que supera los 137 litros diarios del mismo período de 2023, los 136 de 2022 y los 138 de 2021.

La entidad recuerda que en 2020, el consumo llegó a 147 litros, pues el país implementó un confinamiento durante gran parte del año para evitar la propagación del Covid-19.

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Estas cantidades, sostiene, están muy lejos de los 100 litros de agua que debería utilizar cada persona, según la Organización Mundial de la Salud.

Es por eso que la Epmaps pide a la ciudadanía no desperdiciar el agua para evitar cortes en toda la ciudad, tomando en cuenta estas recomendaciones:

• Utilizar la ducha durante máximo cinco minutos
• Lavarse las manos cuatro veces al día utilizando máximo dos litros en cada ocasión
• Descargar el inodoro máximo cuatro veces
• Lavarse los dientes utilizando 1,5 litros en cada ocasión
• Utilizar hasta cinco litros para cocinar
• Usar máximo tres litros para lavar la vajilla, utilizando tres litros cada vez.