Si no llueve, el agua potable de Quito está garantizada solo hasta diciembre: embalses se acercan a sus mínimos
El agua en los embalses de Quito ha caído a niveles inferiores a los previstos. Empresa de Agua Potable no descarta racionamientos, si las actuales condiciones climáticas se mantienen.
Imagen de la laguna Salve Faccha, en la Reserva Nacional Cayambe Coca
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Jonathan Machado / Primicias
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Cada día que pasa sin lluvias acerca a Quito a la posibilidad de sufrir racionamientos de agua potable. La falta de lluvias en las zonas en las que se encuentran los dos principales embalses que proveen este recurso preocupa a las autoridades.
Estos embalses son Salve Faccha, que abastece al norte de la ciudad y La Mica - Quito Sur, que provee del servicio al sur de Quito y al norte de Machachi.
Andrés Baquero, jefe del Sistema Papallacta Integrado de la Empresa de Agua Potable (Epmaps), dice que los niveles a los que han caído los principales embalses no estaban en las proyecciones que manejaban las autoridades.
"La sequía ha afectado las proyecciones que teníamos. Este ha sido un año atípico y las proyecciones que hicimos hace 10 años no corresponden a lo que pasa actualmente", señala.
En el caso de Salve Faccha, la proyecciones decían que a esta altura del año, el agua del embalse debía alcanzar los 3.888 metros sobre el nivel del mar (msnm). Sin embargo, actualmente llega a los 3.887 msnm.
"El problema es que el agua baja aproximadamente un centímetro diario y las pocas horas de lluvia no alcanzan para que el embalse se recupere", explica.
Y, aunque parecería que esta pérdida es mínima, el embalse está a solo cinco metros de llegar a su nivel mínimo de operación.
Algo similar ocurre en el embalse La Mica - Quito Sur. Ahí, el agua está a tres metros de tocar el límite .
"La sequía nos ha obligado a limpiar las rejillas entre cuatro y cinco veces al día porque llega mucho sedimento, palos y escombros. Antes lo hacíamos solo una o dos veces diarias", explica el funcionario.
Pese a estas condiciones, el funcionario aclara que la dotación de agua no se ha visto afectada, pues la operación de los sistemas de distribución aún es óptima.
Abastecimiento de agua hasta diciembre
Si bien la Epmaps asegura que Quito no sufrirá cortes de agua programados en las próximas semanas, advierte que la situación puede cambiar a inicios de 2025.
"Si no tenemos lluvias, los embalses van a tener un bajón importante que nos obligaría a implementar racionamientos en toda la ciudad", dice Andrés Baquero, funcionario de la Epmaps.
Aunque en septiembre de 2024, la Epmaps tuvo que implementar un plan de emergencia para evitar el colapso del sistema que entrega agua a los barrios del sur, centro y centro norte de la ciudad.
La falta de agua en el río Pita provocó que más de 100 barrios se queden sin el servicio entre el 27 y de 29 de ese mes.
Para que este tipo de problemas no se repitan, la entidad implementó un monitoreo permanentemente en los embalses para conocer el detalle del consumo de agua que hay en la ciudad y tomar decisiones a tiempo.
Además, el Municipio inisiste en la necesidad de que la ciudadanía no utilice agua potable para lavar autos o para actividades de riego.
El alcalde Pabel Muñoz también dijo que "una ducha no debería durar más de cinco minutos, porque el desperdicio de agua nos puede llevar a racionamientos en toda la ciudad".
Problemas constantes en zonas altas
Algo que las autoridades aún no han podido solucionar es la dotación de agua a las zonas altas de Quito.
En barrios como La Pisulí, La Roldós y San Fernando (noroccidente), al igual que en La Argelia (sur) es común que el servicio se suspenda a cualquier hora del día si aviso previo.
Esto se profundizó a raíz de la crisis eléctrica que sufre Ecuador, pues estos sectores reciben agua a través de sistemas de bombeo que funcionan con energía eléctrica.
Los reclamos de los moradores hicieron que la Alcaldía solicite a la Empresa Eléctrica Quito que suspenda los cortes de luz donde se encuentran los sistemas de bombeo. El pedido fue aceptado solo para los sistemas que abastecen a los barrios del noroccidente.
Los demás sectores siguen soportando cortes de luz y de agua por más de seis horas al día.
Hasta finales de 2024, la Epmaps espera recibir seis generadores móviles para instalarlos en los barrios de las zonas altas que sufren constantes cortes del servicio. Mientras que en 2025 comprará otros 25 generadores fijos para colocarlos en sus estaciones de distribución y mitigar el impacto que provocan los apagones.
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