Este es el plan de emergencia de la Epmaps para evitar cortes de agua en Quito durante los apagones
El 6% de habitantes de Quito sufre cortes de agua cuando se registran apagones. La Epmaps se declaró en emergencia ante este problema.
Un habitante de Calderón, en el norte de Quito, se abastece de agua, el 15 de septiembre de 2024.
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En Quito confluyen dos graves problemas: los cortes de luz y la falta de agua. Este último, que se deriva del primero, provoca que más de 150.000 personas se queden sin agua potable todos los días.
Eso equivale al 6% de los 2,6 millones de personas que viven en la ciudad.
La Empresa de Agua Potable (Epmaps) explica que el desabastecimiento de agua ocurre porque barrios como La Roldós, Colinas del Norte, Pomasqui o La Ferroviaria, ubicados en las zonas altas de la ciudad, se abastecen de agua a través de sistemas de bombeo, que funcionan con energía eléctrica. Y si no hay energía no se puede bombear el agua.
La entidad sostiene que este problema se profundizó a raíz de los extensos cortes de luz que el Gobierno implementó desde el 23 de septiembre de 2024.
Johanna Patiño, gerente de Operaciones de la entidad, dice que la crisis energética obligó a que el Municipio de Quito se declare en emergencia, tras reconocer que no puede asegurar la disponibilidad de agua potable en toda la ciudad.
La funcionaria explica que esta declaratoria le permite a la Epmaps trazar un plan para mitigar el impacto de los cortes de luz. "Vamos a comprar seis generadores eléctricos móviles para ubicarlos en los sectores que sufren apagones y evitar que se queden sin agua", detalla.
Y agrega que funcionarán todos los días, mientras duren los apagones programados.
Patiño asegura que la compra de estos equipos es urgente porque "estar sin luz 10 horas es insostenible y más aún cuando el servicio no se restablece enseguida, ya que debemos cumplir un proceso técnico antes de entregar nuevamente el agua".
En la declaratoria de emergencia, la dependencia municipal asegura que, tras los apagones, el servicio de agua puede tardar hasta 120 horas en retomar la normalidad.
"Una vez que se rehabilita el sistema eléctrico, es necesario presurizar la línea de transmisión de agua potable, llenar los tanques de distribución hasta disponer de un nivel de operación, y presurizar las redes de distribución para eliminar el ingreso del aire al sistema", puntualiza.
El problema es que, muchas veces, los cortes de luz impiden que los tanques de distribución se llenen en su totalidad porque "los tiempos que necesitan los sistemas de agua para recuperarse son mayores a los tiempos de disponibilidad del servicio de energía eléctrica, por lo que se genera desabastecimiento del recurso", insiste Patiño.
¿Cómo serán los generadores eléctricos?
La declaratoria de emergencia de la Epmaps incluye, por el momento, una sola acción: la compra de seis generadores eléctricos móviles.
Johanna Patiño, gerente de Operaciones, dice que la entidad destinará alrededor de USD 700.000 para esta adquisición.
"Buscamos seis generadores de entre 100 y 600 kilovatios de potencia porque necesitamos llevar el agua a los barrios altos", señala. Se espera que estos equipos lleguen hasta finales de noviembre 2024, un mes antes de que termine la emergencia.
"Es importante que los generadores sean móviles porque nos permitirá reaccionar inmediatamente cuando sepamos los horarios de los apagones", dice.
Si bien estos generadores mitigarían los cortes de agua, Patiño reconoce que existe la posibilidad de que continúen en algunos barrios, sobre todo si los horarios de los apagones se extienden.
Ante el riesgo de que la crisis energética se agrave, la Epmaps también comprará otros 25 generadores eléctricos en 2025. La inversión para esta adquisición supera el USD 1 millón.
"Estos generadores serán fijos y servirán para minimizar el impacto de los apagones, porque no sabemos cuándo terminará esta crisis", dice Patiño.
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