Desperdicio y escasez: Las dos caras de la crisis de agua potable en Quito
Mientras que en Quito hay barrios que sufren cortes de agua de hasta 15 días seguidos, hay zonas en las que el desperdicio es notorio. Epmaps insiste en la necesidad de ahorrar agua potable.
Imágenes muestran el desperdicio y la falta de agua que hay en Quito, en noviembre de 2024.
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Composición: Diana González, PRIMICIAS
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La crisis de agua potable que enfrenta Quito por la falta de lluvias y los cortes de luz refleja una paradoja: unos tienen tanta agua que la desperdician sin contemplaciones y otros mueren de sed semanas enteras.
En las zonas altas del noroccidente, como Pisulí, Twinza y Rumicucho, tener agua se ha convertido en un privilegio. Los habitantes del barrio Twinza reclaman que todas las semanas sufren cortes del servicio, sin haber sido notificados por la Empresa de Agua Potable (Epmaps).
Los problemas por la falta de agua se agravaron a raíz de los los cortes de luz que implementa el Gobierno, pues el recurso llega a través de sistemas de bombeo que funcionan con energía eléctrica.
"Antes teníamos agua algunos días a la semana. Ahora, hemos pasado hasta ocho días seguidos sin una sola gota", reclama María Altamirano, habitante de Twinza.
Esta situación empeora a 12 kilómetros de distancia, en Rumicucho. En este barrio seco y caluroso de la parroquia de San Antonio no hay agua desde el 15 de noviembre de 2024. Sus 5.000 habitantes están acostumbrados a vivir sin agua por largos períodos, que se pueden extender hasta por 15 días seguidos durante el verano.
Es por eso que la mayoría de viviendas tiene instalados tanques de plástico para almacenar el agua que la obtienen de tanqueros privados.
La Empresa de Agua Potable explica que este problema se debe a que la planta que dota de agua a los barrios del noroccidente, primero debe abastecer a Calderón. Esto quiere decir que si el consumo en Calderón es elevado, esos barrios se quedan sin el recurso.
Otros sectores en los que existen dificultades con la distribución del agua son los que se abastecen de la planta Puegansí. Esta infraestructura entrega agua al 27% de barrios, sobre todo del sur y centro norte.
Sin embargo, la sequía que padece la ciudad ha impedido que el río Pita, la principal fuente de esa planta, mantenga su caudal de 2,2 metros cúbicos por segundo que necesita para cubrir la demanda. Actualmente, el río solo entrega entre 1,4 y 1,6 metros cúbicos por segundo.
Esto obligó a que la Epmaps implemente cortes de agua de hasta 12 horas en estos sectores. Según el Municipio, esta medida estará vigente, al menos, hasta el 30 de noviembre de 2024.
Desperdicio de agua
Quienes frecuentan el sur de Quito saben que el desperdicio de agua es indiscriminado en los barrios como La Gatazo y Turubamba.
¿La razón? Decenas de lavadoras de carros, muchas de ellas sin permisos de operación, utilizan agua potable en sus actividades, que se extienden desde las 06:00 y terminan pasadas las 21:00. Algunas, incluso funcionan hasta la madrugada.
Ante la proliferación de estos negocios, la Agencia Metropolitana de Control (AMC), la Secretaría de Ambiente y la Epmaps realizaron operativos de control entre el 21 y el 22 de noviembre de 2024. Los resultados: 17 lavadoras sancionadas por no contar con la licencia de funcionamiento.
Además, la Epmaps encontró tres medidores alterados para no contabilizar el consumo de agua y cuatro conexiones clandestinas.
Las entidades aseguran que los controles se intensificarán en estos barrios para verificar el buen uso del recurso. Aunque la Epmaps asegura que el elevado consumo de los usuarios es otra de las razones por las que Quito afronta problemas en la distribución de agua.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada persona utilice 100 litros de agua diarios para satisfacer sus necesidades. Pero en Quito, esa cantidad se eleva 146 litros en invierno y a más de 200 litros en verano.
A esto se suma el agua que se desperdicia por las fugas que se registran en toda la ciudad. Si bien no existe una cifra sobre la cantidad que se pierde, la entidad dice que repara alrededor de 60 fugas al día.
La Epmaps insiste en la necesidad de consumir menos agua para evitar cortes masivos desde enero de 2025.
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