La recolección de basura en Quito cuesta casi el triple que en Guayaquil; estas son las razones
La recolección de la basura en Quito está en manos de la empresa municipal Emaseo. En Guayaquil, esta tarea la realiza una compañía privada.
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Trabajadores de Emaseo limpian las calles del Centro Histórico de Quito, el 27 de noviembre de 2024.
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La producción y recolección de basura en Quito y Guayaquil difieren ampliamente en su volumen y costo, pese a que se trata de ciudades con un número similar de habitantes y de kilómetros cuadrados de extensión.
Datos de la empresa privada Urvaseo, encargada de ejecutar esta tarea en Guayaquil, muestran que sus 2,7 millones de habitantes producen, en promedio, 3.951 toneladas de basura cada día a lo largo de sus 344 kilómetros cuadrados.
Mientras que la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo) dice que los 2,6 millones de personas que viven en la capital generan 2.100 toneladas diarias en 377 kilómetros cuadrados. Esto quiere decir, entonces, que Guayaquil genera un 88% más de desperdicios.
Aunque no existe información oficial sobre las razones de esta diferencia, las dos entidades concuerdan en que obedece al nivel del desperdicio de alimentos y productos que hay en cada ciudad.
Desde finales de 2020, cuando Urvaseo asumió la competencia de recolectar la basura en Guayaquil, el costo de cada tonelada asciende a USD 35,34. Una cantidad que se mantendrá hasta 2027 cuando finalice el contrato con el Municipio de Guayaquil.
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"Urvaseo se encarga de la recolección, barrido y limpieza de vías públicas; además del transporte y descarga de desechos sólidos no peligrosos generados en Guayaquil y en seis de sus siete parroquias rurales", detalla la entidad.
Por su parte, el gerente de Emaseo, Jorge Jaramillo, dice que Quito destina USD 67 netos a la recolección de cada tonelada de basura. Aunque este monto se eleva a USD 82, si se toma en cuenta los costos administrativos.
Sin embargo, contrario a lo que ocurre en Guayaquil, esta cifra no incluye la disposición en el relleno sanitario de El Inga, pues esta responsabilidad recae en la empresa municipal de Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs).
"Nosotros prestamos 15 servicios. Y, cuando queremos comparar el tema de costos con otras ciudades, hay elementos importantes que se deben considerar", dice el funcionario.
Se refiere a que Quito "hace recolección a pie de vereda, contenerizada en superficie, en islas soterradas, con costos totalmente diferentes". Para él, estos servicios representan fuertes inversiones, entre otras cosas, en la compra de contendedores y lavacontenedores.
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"También hacemos recolección en la gran industria con camiones especializados. Cada uno de estos camiones cuesta USD 500.000 y esperamos unos nuevos para marzo", detalla. Sin embargo, el Municipio de Guayaquil también obliga a Urvaseo a que realice esta tarea, al igual que el barrido manual y mecánico que hace Emaseo.
El funcionario considera que la limpieza que requiere el Centro Histórico es una de las razones por las que los costos de la recolección de la basura en Quito son más altos. "Hacemos barrido manual, mecánico e hidrolavado dos veces al día para que el sector se mantenga en buenas condiciones", explica.
Y asegura que los costos son incomparables con otras regiones, "por el alcance de los servicios y por las condiciones geográficas que tiene Quito".
Cinco horas de viaje
Los camiones recolectores que parten cada día desde los centros de operación de Emaseo tardan hasta cinco horas en llegar a parroquias rurales como Pacto, que se ubican en el límite provincial con Imbabura.
El desgaste de los camiones, el consumo de combustible y el uso frecuente de repuestos hacen que los costos de la recolección de basura aumenten, dice el gerente de Emaseo, Jorge Jaramillo.
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Es por eso que el Municipio capitalino analiza la construcción de un centro de operaciones en el sector del Chocó Andino para atender la demanda de las seis parroquias que se ubican en la zona.
"Estamos en una lógica que cada vez nos demanda más servicios", comenta Jaramillo. Y es que en los últimos años, Emaseo también se ha encargado de la limpieza de quebradas. "Esto no estaba dentro de las tareas iniciales y la hemos ido sumando", señala.
El problema es que esta labor requiere un mayor número de trabajadores y de recursos durante la época de lluvias, pues aumenta el riesgo de aluviones e inundaciones por el taponamiento de las quebradas.
¿Debería pasar la recolección de basura de Quito a manos privadas?
Si bien el Municipio de Quito no tiene en sus planes la intención de que la recolección de basura pase a manos de una empresa privada, Emaseo analiza la delegación de algunos servicios. Entre ellos, uno de los más importantes: la flota de vehículos.
"Nosotros vemos importante el tema de equipo y maquinaria. Estamos trabajando en un proyecto para que el privado haga una inversión permanente", dice Jorge Jaramillo, titular de Emaseo.
Reconoce que la empresa no cuenta con recursos para la renovación constante de vehículos que requiere la entidad. "Tenemos dos posibilidades. La una es buscar siempre financiamiento y la otra, que el actor privado se quede amortizando esa inversión por unos 10 años ", insiste.
Esta opción ha ganado fuerza entre las autoridades de Emaseo, pues es el eslabón más importante de la cadena de la recolección de basura.
Para el exalcalde de Quito, Santiago Guarderas, el principal problema de la cadena de recolección de basura es la participación de dos empresas, en un trabajo que solo debería hacerla una. Por un lado, Emaseo, que se encargada de la recoger los desechos y la Empresa de Gestión de Residuos Sólidos, cuya tarea es la disposición final en el relleno sanitario.
"Lo primero que se debe hacer es fusionar las dos empresas porque el proceso es uno solo", dice Guarderas. Y agrega que no se trata de una tarea fácil, pues se debe encontrar una figura jurídica para concretarla.
Para él, no se trata de eliminar las empresas municipales, sino encontrar tareas que puedan hacerlas, reduciendo sus tamaños.
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