Así es como Quito pretende proteger su patrimonio arquitectónico moderno
El Municipio de Quito analiza la inclusión de alrededor de 700 bienes inmuebles en el inventario del Patrimonio Cultural Nacional. La mayoría fue construido a partir de los años 70.
Edificios en e norte de Quito, el 10 de noviembre de 2024
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La alerta que hizo el arquitecto Rafael Vélez Mantilla, el 4 de noviembre de 2024, sobre un posible derrocamiento del icónico edificio IBM de Quito reabrió el debate sobre la protección del patrimonio arquitectónico moderno de Ecuador, específicamente de la capital.
Mantilla sostiene que este edificio, construido por su padre, Rafael Vélez Calisto, "se convirtió en parte de la memoria histórica de la ciudad, tras recibir el Premio Ornato en 1987 por parte del Municipio capitalino".
Pese a este reconocimiento, el inmueble no cuenta con protección patrimonial, aun cuando el Municipio establece que toda construcción que haya recibido el Premio Ornato debe ser considerado como un bien patrimonial.
¿Por qué ocurrió esto? El concejal y presidente de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio, Emilio Uzcátegui, dice que Ecuador no tenía un documento legal para proteger este tipo bienes inmuebles. La única ficha patrimonial vigente estaba dirigida a las edificaciones clásicas, neoclásicas, góticas, barrocas, entre otras.
Sin embargo, un día después de la denuncia de Vélez, el Ministerio de Cultura aprobó la creación de 'Ficha de inventarios de edificios, sitios, barrios y conjuntos del Movimiento Moderno", con la que se busca ampliar el patrimonio arquitectónico ecuatoriano.
El Ministerio informó que en los próximos días socializará el documento con los municipios, pues estas instituciones tienen la tarea de decidir las edificaciones que pasarán a ser parte del patrimonio ecuatoriano.
¿Cómo es la ficha patrimonial moderna?
La ficha con la que se busca proteger el patrimonio arquitectónico moderno ecuatoriano consta de ocho partes. La primera es para la colocación de dos fotografías: una actual y una de los primeros tres años posteriores a su construcción. Mientras que en la segunda estarán los datos de la ubicación.
La tercera será un complemento de la segunda. Ahí se deberán escribir las fechas de inicio y finalización de la construcción. Además de los datos del constructor y del propietario.
En la cuarta y quinta partes se describirá la condición física actual del inmueble y se identificará los riesgos a los que está expuesto por su ubicación. Además, se realizará una valoración de su entorno paisajístico, de la importancia social, histórica y cultural, y de su tipología y morfología.
Con estos parámetros, la sexta parte estará dedicada a que cada municipio determine el grado de protección que tendrán los inmuebles o los elementos que no podrán ser alterados.
El Ministerio de Cultura informó que, a diferencia de la ficha patrimonial antigua, "esta permite ser más flexible, pues no tiene que proteger todo el inmueble".
Agrega que se pueden proteger ciertos elementos, por ejemplo, solo la fachada o áreas que son especialmente relevantes. "Lo que se busca es dinamizar la inversión en inmuebles patrimoniales y ser más flexibles en el concepto y protección de patrimonio moderno", detalló.
En las dos últimas secciones, la ficha tomará en cuenta los premios que recibió cada edificación y el material visual que resalte sus cualidades. Por último, los funcionarios municipales deberán certificar la validez del documento.
700 inmuebles en análisis
El Instituto Metropolitano de Patrimonio analiza la inclusión de 700 bienes inmuebles modernos para determinar si se suman a la lista del patrimonio cultural nacional. Entre ellos está el edificio IBM.
Si bien no hay una fecha límite para que la entidad finalice esta tarea, el Municipio informó que la realizará hasta calificar a todos las edificaciones.
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