La inseguridad y Tuti ponen en terapia intensiva a las tiendas de barrio
El consumo en las tiendas de barrio ha caído a casi la mitad desde la pandemia. Ahora, su existencia está en peligro por la inseguridad y por la irrupción de la cadena Tuti, asegura un estudio de Kantar.
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Imagen referencial de una persona comprando en una tienda de barrio.
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PRIMICIAS.
Autor:
Santiago Ayala Sarmiento
Actualizada:
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El consumidor cada vez va menos a las tiendas de barrio. La pandemia, la inseguridad y la irrupción en el mercado del discounter (tienda de consumo) Tuti las ha puesto en agonía. Así lo señala un informe de la consultora Kantar, presentado el pasado jueves 13 de febrero del 2025.
Según los resultados del informe, las personas han venido reduciendo sus preferencias de compra en las tiendas de barrio desde la pandemia.
Miguel de la Torre, Country Manager de la división Worldpanel de Kantar Ecuador, explica que, antes del Covid-19, el ecuatoriano, de USD 100 que destinaba a la canasta de consumo masivo, USD 30 los gastaba en las tiendas de barrio. Hoy, ese gasto es de solo USD 18 de cada 100, el nivel más bajo desde la crisis sanitaria mundial del 2020.
Las tiendas de barrio han llegado a su mínima participación histórica dentro la canasta de consumo masivo.
Miguel de la Torre
Para el especialista, la explicación de esta caída se da, principalmente, porque las tiendas de barrio perdieron su rol en el Ecuador, hoy no tienen uno claro. "Si nos ponemos a pensar cuál es la experiencia de ir a comprar en una tienda de barrio: es una reja, donde se tiene una relación súper impersonal con el tendero, cuando antes el relacionamiento era el que apalancaba el negocio. Hay quienes hablan que la clave es el fío, pero eso es un mito, porque este representa solo el 1,8% del gasto de la tienda, es muy poquito, y no significa un pilar para soportar ese canal".
A esto hay que añadir que las tiendas de barrio están sufriendo tres golpes: uno, la inseguridad, que obligó al cierre de locales especialmente durante el primer semestre del 2024; dos, el crecimiento de Tuti, que ahora suma ya 643 establecimientos a escala nacional; y, tres, el efecto de las promociones en otros canales de consumo, como los supermercados.
"En la pandemia, por el encierro, muchas tiendas de barrio no pudieron abrir. Y los únicos lugares, seguros, fueron los supermercados. Ahí la gente le perdió el miedo a estos locales e, incluso, se dio cuenta que había cosas que les resultaba hasta más baratas que en su tienda del barrio".
Por tanto, los ganadores de esta pérdida de interés en las tiendas de barrio, además de los supermercados, han sido Tuti y los mayoristas. Estos últimos porque, desde el 2023, al haber tiendas que cerraban o al existir lugares donde no podían acceder a entregar productos a las tiendas porque eran inseguros, empujaron su estrategia para la venta directa al consumidor.
"Así, comienzan a abrir más puntos para que la gente pueda abastecerse directamente en las bodegas mayoristas. Su expansión se ha dado más en la Costa y el crecimiento se concentra en la venta de leche natural, arroz y agua embotellada", puntualiza De la Torre.
Invertir o morir
Para el ingeniero en Finanzas, Pablo Recalde, es evidente que la tienda de barrio, como ese punto de encuentro entre vecinos o como el lugar que te salvaba de una breve emergencia económica, está destinada a desaparecer. "Es efecto de la modernización. ¿Cuánto tiempo les queda? Lo que tarden en llegar los otros canales de consumo u otra infraestructura a los lugares donde aún se conserva la nostalgia de estas tienditas, generalmente más alejadas de las zonas urbanas".
Para el experto, el modelo de negocio de la tienda de barrio ya no es sostenible. Y por eso, si alguien tiene una o piensa abrirse una, debe analizar muy bien cómo se compite ahora.
"Es un negocio y, como tal, ya no cabe, una competencia exclusivamente marcada en el precio. Hay muchas condicionantes y una de las principales es brindar una buena experiencia al comprador. Pero eso requiere inversiones, por lo que cada vez veremos menos esas tiendas de barrio del ayer. Hoy, algunas, hábilmente, han tratado de competir cambiando solo sus letreros a Micromercado o MiniMarket, por ejemplo. Pero, en esencia, siguen siendo tiendas de barrio".
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