Wilman Terán, desesperado por salir de La Roca, no duda en presentar reclamos y recursos
Desde el 30 de marzo de 2024, cuando fue trasladado a La Roca, Wilman Terán ha aprovechado cada oportunidad para salir de esa prisión.
Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura, arriba a la Asamblea Nacional para defenderse en su juicio político, el 17 de julio de 2024.
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Fernando Sandoval / Flickr / Asamblea Nacional
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Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura (CJ), lleva 217 días en prisión. Inicialmente, estuvo en la Cárcel 4 de Quito, pero desde el 30 de marzo de 2024, está detenido en la Cárcel de Máxima Seguridad de La Roca, en Guayaquil.
Terán comparte prisión con asesinos, cabecillas de bandas criminales, terroristas y otros presuntos corruptos. Desde su traslado, el exfuncionario se ha quejado de manera reiterada de las condiciones de su encierro.
Además, ha puesto en marcha diversas estrategias para tratar de salir de esa prisión y volver a la libertad. O, al menos, a otra cárcel.
Los habeas corpus y las revisiones
Wilman Terán está detenido por dos procesos. En su contra están vigentes dos órdenes de prisión preventiva por los casos Metástasis e Independencia Judicial. En ambas causas ha intentado la revocatoria de esas medidas.
El 25 de abril de 2024, el juez Julio César Inga, quien tiene a su cargo la primera etapa del caso Independencia Judicial, negó los pedidos de revisión de medidas cautelares y revocatoria de prisión que hizo Terán argumentando que ya no había razón de ser para el arresto.
Un día después, un Tribunal de la CNJ también negó un habeas corpus presentado por Terán y sus abogados. El exfuncionario denunció supuestos malos tratos en La Roca, pero los magistrados —por unanimidad— rechazaron el recurso.
Nuevamente, el 29 de mayo de 2024, Terán pidió una revisión de medidas cautelares, esta vez por el caso Metástasis. Otra vez, su argumento fue que ya no había riesgo procesal al estar libre, pues ya no era presidente del CJ. Pero, el juez Felipe Córdova negó el pedido.
El último intento para dejar La Roca, a través de recursos judiciales, se resolvió el 3 de julio de 2024. Terán volvió a presentar un habeas corpus. Esta vez no pidió su libertad, sino un traslado a una cárcel con más seguridad. Nuevamente, el Tribunal negó su pretensión.
Terán, su propio abogado
Pero, además de los recursos legales propios de un procesado, Terán también ha recurrido a estrategias legales, que obligan a la administración carcelaria a trasladarlo, al menos momentáneamente, a Quito para participar en audiencias, diligencias y comparecencias.
Su primer intento fue el 10 de abril de 2024. Ese día, en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) se receptaron los testimonios anticipados de Alex Palacios, exasesor de Terán; y Xavier Muñoz, exvocal de la Judicatura, por el caso Independencia Judicial.
Desde una computadora, en una sala de La Roca, Terán solicitó públicamente que se le conceda la oportunidad de asistir a la Corte para también rendir su testimonio anticipado. Ese pedido no ha sido acogido por la Fiscalía.
Más adelante, Terán ya no solo afrontaba los procesos penales. En la Asamblea Nacional, la Comisión de Fiscalización empezó a tramitar un juicio político en su contra. Y por pedido de esa Mesa Legislativa, controlada por el correísmo, tuvo que asistir presencialmente a defenderse en la Comisión y en el Pleno, que al final lo absolvió.
Así llegaron sus primeros traslados a Quito. Dejó la tradicional camiseta anaranjada de los presos, por trajes negros y camisas blancas que sus familiares le llevaban para que se cambiara y asistiese a las sesiones.
Esa faceta de defenderse no se quedó en el plano político. Terán también decidió hacerlo en lo judicial. A inicios de junio de 2024, Terán comunicó a los jueces a cargo de sus casos el despido de sus abogados, Jorge Haz y Gabriel Terán (quien es su padre), para empezar a defenderse por sí mismo. Ahora son sus "asesores técnicos".
Así Terán ha solicitado al juez Inga, en reiteradas ocasiones, que ordene su traslado a la Corte Nacional para asistir a la audiencia preparatoria de juicio del caso Independencia Judicial, que lleva seis intentos fallidos.
Inga ha oficiado al Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) dos veces. Dispuso que se entregue las facilidades para que Terán se conecte desde La Roca o que, en el mejor de los casos, sea llevado a Quito.
Sin embargo, el SNAI no lo ha trasladado. Por eso, el 12 de julio de 2024, incluso Terán se declaró en rebeldía y se desconectó. Inga suspendió la audiencia y señaló la reinstalación para el 18 de julio, anticipando que si Terán no se conectaba sería representado por defensores públicos.
Llegó el jueves 18 y, otra vez, Terán apareció en La Roca. Esta vez, tomó la cámara por la que participaba en la sesión telemática y mostró como tenía únicamente un monitor y un mouse para seguir la audiencia. Lo que le impedía acceder al expediente y defenderse.
Ante este nuevo reclamo, Inga volvió a diferir la audiencia para el viernes 19. Y esta vez amenazó con sanciones al SNAI si no trasladaban a Terán. Pero eso no fue suficiente para Wilman Terán, quien se declaró enemigo de Inga y lo instó a excusarse de la causa.
Finalmente, el séptimo intento de la audiencia será a las 08:30 del viernes 19 de julio de 2024. Ahí se conocerá si Terán logró, nuevamente, salir momentáneamente de La Roca.
Y si esta vez la audiencia, dónde Terán podría ser llamado a juicio por obstrucción a la justicia se reinstala o se vuelve a suspender. Ahora, además de los recursos de Wilman Terán, Julio César Inga deberá lidiar con una recusación de otro procesado.
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