Corrupción en Petroecuador: Testimonio de Antonio Peré apunta a sobornos para José Agusto y otros funcionarios del morenismo
El intermediario Antonio Peré aseguró que cuando Nilsen Arias dejó Petroecuador tuvo que buscar nuevos aliados para mantener sus negocios. Entre ellos menciona al exministro José Agusto Briones.

El exministro de Energía, José Agusto Briones, en una visita a la Asamblea en 2019.
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El testimonio de Antonio Peré, tomado en 2024 durante el juicio contra de Javier Aguilar, de Vitol, reveló que su operación como intermediario de los contratos petroleros no fue sólo en el correísmo, sino que se extendió al gobierno de Lenín Moreno.
Peré, el intermediario guayaquileño que operaba como "cerebro" de la corrupción en Petroecuador, reveló ante un jurado en Brooklyn que tras la firma del contrato de fuel oil en diciembre de 2016, hubo algunos problemas que le requirieron buscar nuevos operadores.
El contrato entre Petroecuador y Oman Trading (OTI) incluía un préstamo de USD 300 millones a cambio de una preventa de 17,1 millones de barriles de fuel oil. Detrás del negocio estaba realmente la multinacional Vitol, que se comprometió a pagar a Peré una "comisión" de USD 0,25 por barril.
De estos USD 0,25 por barril, USD 0,03 correspondían al "success fee" o tarifa de éxito, que se pagó por adelantado, como publicó PRIMICIAS. Esta se repartió entre Peré y algunos exfuncionarios del correísmo, entre ellos Nilsen Arias, entonces gerente de Comercio Internacional de Petroecuador; Xavier Rodríguez, entonces viceministro de Hidrocarburos, y William Vásconez, entonces subsecretario de Crédito Público del Ministerio de Finanzas.
El contrato se firmó en diciembre de 2016, en los últimos meses del Gobierno de Rafael Correa. Su sucesor, Lenín Moreno, se posesionó el 24 de mayo de 2017. A los pocos días de esto, Arias renunció a Petroecuador y salió de Ecuador con la promesa de que seguiría recibiendo pagos en el exterior por el contrato de fuel oil.
Pero según contó Peré, las cosas se complicaron en su relación con Vitol.
La salida de Nilsen Arias
Peré contó en su testimonio que, después de la salida de Nilsen Arias, él buscó la manera de tener a alguien cercano en su puesto en la Gerencia de Comercio Internacional de Petroecuador. Para ello, usó un contacto de alto nivel que tenía: José Agusto Briones, quien para ese entonces trabajaba ccomo asesor del Ministerio de Hidrocarburos.
Lo primero que buscaban era la posibilidad de que Vitol, a través de Oman Trading, consiga un nuevo contrato, esta vez para la provisión de gas licuado de petróleo (GLP). Para ello, dijo Peré que -con la ayuda de Agusto- lograron concretar una reunión entre representantes de OTI y un alto funcionario del gobierno de Moreno.
Desde estas primeras conversaciones con Agusto, según Peré, ya hubo "ofrecimientos", sin que estos sean nada concreto. De hecho, el alias que usaban para referirse a José Agusto era "Pepín".
Vitol había estado tratando de conseguir un nuevo contrato con Ecuador desde febrero de 2017, pero no se concretó por las elecciones y el cambio de gobierno. Por eso después de la posesión de Moreno, a través de Peré y José Agusto buscaban que este nuevo contrato llegue a firmarse.
Las gestiones de Peré y Agusto también lograron concretar otra reunión, entre representantes de OTI y Mauricio Cisneros, quien reemplazó a Nilsen Arias como gerente de Comercio Internacional de Petroecuador. Él, sin embargo, dejó ese cargo al poco tiempo, sin mayor colaboración con los pedidos de Vitol.
José Agusto fue detenido después de ser procesado por el caso Las Torres. Murió en mayo de 2021, en el interior de la prisión.
Los problemas en el diferencial
A la par de que Vitol buscaba un nuevo contrato, había problemas en la ejecución del contrato de fuel oil. Los embarques se enviaban normalmente, pero para devengar el préstamo había que dijar un precio por barril que, según el contrato, debía renegociarse cada seis meses, según contó Peré.
El problema es que Petroecuador no había realizado esa renegociación. Para ello, narró que acudió nuevamente a José Agusto, pero el tema no se lograba solucionar. En diciembre de 2017, Peré incluso redactó una carta para que OTI enviara al Gobierno ecuatoriano.
Lo que más ayudó, según dijo Peré, fue la salida de Cisneros y el nombramiento en su reemplazo de Mauricio Samaniego como nuevo gerente de Comercio Internacional. "Eso ayudó. Me permitía hacer la misma coordinación que antes tenía con Nilsen Arias", sostuvo Peré.
Peré contó que llegó a Samaniego a través de Nicolás Naranjo, un amigo en común que tenía con José Agusto. Naranjo de hecho se convirtió en el intermediario entre los tres, para que no hubieran contactos directos.
Peré incluso logró que Samaniego se reuniera con Javier Aguilar, de Vitol, en un hotel en Houston para hablar del problema del precio del barril de fuel oil.
La redistribución de la coima
Este problema con el precio del barril de fuel oil afectó directamente a Peré, porque en un punto Vitol dejó de pagarle la "comisión" que debía pagar a lo largo del contrato, de USD 0,22 por barril de fuel oil exportado. Y lo obligó a hacer una nueva repartición de ese dinero para pagar a nueva gente.
Es así que destinó USD 0,06 por barril para pagar a Nicolás Naranjo, y a través de él a José Agusto, Mauricio Samaniego y otros funcionarios de la Gerencia de Comercio Internacional de Petroecuador, ente ellos Santiago Palacios. Samaniego, Palacios y otros exfuncionarios de Petroecuador están procesados en el país por corrupción.
Nicolás Naranjo también está procesado en ese caso. Como reveló PRIMICIAS en 2023, él se encargaba de mover el dinero en Ecuador que provenía de las cuentas de las empresas de Antonio Peré, para pagar a los funcionarios de Petroecuador. Una parte de dinero terminó en la cuenta de su hermano, Mario Naranjo, quien fue asesor de la exasambleísta Mireya Pazmiño, reelecta en 2025 por Revolución Ciudadana.
Aun a pesar de tener que hacer esta redistribución, Peré consideraba que era necesario seguir pagándole a Nilsen Arias. En una conversación grabada por el mismo Peré con Javier Aguilar, de Vitol, él dice que se había comprometido que, una vez que ya no estuviera en Ecuador, "respetaría el compromiso que tenemos con él".
"Arias tenía mi palabra", dijo Peré en su testimonio, aunque admitió que negoció rebajar su soborno un poco por lo que había nuevos pagos que hacer.
Pero esto no se cumplió, según Nilsen Arias, que en su testimonio aseguró que por este contrato sólo recibió el "success fee", pero no los pagos subsecuentes. Quien sí recibió más pagos además de la tarifa de éxito, según Peré, es Xavier Rodríguez, a quien admitió haberle entregado en efectivo en Guayaquil USD 90.000, incluidos unos pagos que hizo por error porque para ese entonces Vitol ya no les estaba pagando.
Un nuevo esquema
Peré contó que en varias ocasiones presionó a Javier Aguilar por los pagos que Vitol tenía pendientes, porque sin ese dinero no podía pagar los sobornos tal como se había comprometido. Estos pedidos aparecen en varios mensajes de texto incluidos como pruebas por la Fiscalía de Estados Unidos.
La respuesta que recibió de Aguilar es que estaban trabajando en construir una nueva estructura offshore, para eliminar la de Curazao que se había usado con anterioridad. Pero esto aparentemente nunca se llegó a concretar.
Lea mañana: La colaboración de Antonio Peré con Estados Unidos incluyó varias grabaciones y trabajos encubiertos, coordinados con el FBI.
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