El presidente Daniel Noboa revive el recuerdo de la Base de Manta a puertas de las elecciones
En el aniversario número 15 de la salida de los militares estadounidenses de la Base de Manta, el Gobierno anunció una reforma parcial para eliminar esa prohibición de la Constitución.
Miembros de la Fuerza Aérea de Estados Unidos patrullan su entonces base aérea en Manta, en Ecuador, el 23 de octubre de 2008.
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AFP / Rodrigo Buendía
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Este 18 de septiembre se cumplen 15 años desde que los militares estadounidenses abandonaron las instalaciones de la Base Aérea de Manta y el Estado ecuatoriano recuperó y asumió su control, bajo el mandato de Rafael Correa.
Ahora, a dos días de ese aniversario histórico, el 16 de septiembre de 2024, el presidente Daniel Noboa anunció su intención de modificar la Constitución de Montecristi, a través de una reforma parcial, y permitir nuevamente el ingreso de bases militares extranjeras.
El objetivo político del Mandatario, a pocos meses de iniciar la campaña oficial por su reelección, es eliminar la prohibición establecida en el artículo 5 de la Carta Política de 2008, que reza:
El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.
Artículo 5 de la Constitución del Ecuador
Aunque el proyecto de reforma constitucional no ha sido difundido por el Ejecutivo, el Gobierno ya lo entregó en la Corte Constitucional y explicó sus intenciones en redes sociales.
En el video, el presidente Noboa argumenta que la salida de los estadounidenses del país "fue el primer pacto con el crimen transnacional". Argumenta también, haciendo alusión al correísmo, pero sin nombrarlo, que "repartieron el país a las mafias con una falsa noción de soberanía".
Y por eso, apunta, como solución a la crisis de inseguridad y el crecimiento del crimen organizado, que, para enfrentar un conflicto transnacional, se requiere una respuesta nacional e internacional.
Después del anuncio, ¿qué?
En el vídeo del anuncio, el Primer Mandatario afirma que enviará este 16 de septiembre su propuesta a la Asamblea Nacional, para ver de qué lado de la historia están los legisladores. Sin embargo, el trámite no empieza ahí.
El documento deberá ser entregado en primera instancia a la Corte Constitucional, como lo establece la Ley de Garantías Jurisdiccionales en su artículo 100. Ahí, el Gobierno, además de su propuesta, deberá sugerir el procedimiento a seguir y justificarlo.
Y los únicos límites para una reforma constitucional son: los derechos y garantías fundamentales y el mismo proceso para modificar la Carta Magna. Es decir, en teoría, el planteamiento de Noboa sí podría tramitarse.
Y solo una vez que la Corte dé paso a la propuesta, el Gobierno podrá remitirla a la Asamblea Nacional. Y ahí es donde podría encontrar resistencia entre la oposición, que también estará en campaña electoral, especialmente después de que el mismo presidente Noboa ha roto relaciones con las mayores bancadas legislativas.
Ya en el Parlamento, la entidad deberá crear una comisión especializada, como sucedió con la reforma parcial sobre las Fuerzas Armadas, para que dé trámite al proyecto y el pleno pueda discutirlo en dos debates, el segundo al menos 90 días después del primero. Para su aprobación se requiere 70 votos.
En caso de ser aprobada la reforma en la Asamblea, el Primer Mandatario podrá finalmente emitir el decreto ejecutivo para convocar al referendo aprobatorio de la propuesta. Este documento deberá pasar por un segundo filtro de la Corte Constitucional, para que analice la forma del texto y de la pregunta que irá a la papeleta.
Y solo entonces el Consejo Nacional Electoral (CNE) podrá convocar a la ciudadanía a la votación, en un máximo de 45 días desde que la propuesta salió del Legislativo.
En caso de que todos los pasos de trámite sean expeditos, este nuevo referendo podría incluso ser llevado a las urnas a la par de las elecciones presidenciales del 9 febrero o inmediatamente después.
¿Qué fue la conocida como Base de Manta?
El 12 de noviembre de 1998, el debilitado gobierno de Jamil Mahuad (derrocado en 2000 y exiliado en EE.UU.), cedió a Washington el control de las instalaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta, conocidas como base Eloy Alfaro.
Poco tiempo después, los militares de Estados Unidos se instalaron allí por una década, que fue lo acordado en el documento firmado por Mahuad. Desde entonces, la conocida como Base de Manta, un punto estratégico en la región, tenía como objetivo al control del narcotráfico y la detección de posibles barcos piratas con emigrantes clandestinos.
Para ello, el gobierno estadounidense ejecutó adecuaciones físicas, amplió la pista para soportar aviones de transporte militar e instaló sofisticados equipos electrónicos.
La estadía de los soldados extranjeros en Manabí generó además una serie de relaciones económicas y sociales en la localidad. Pero a la vez generó el rechazo de los sectores sociales y movimientos de izquierda, que veían el acuerdo como una violación a la soberanía nacional y que posteriormente denunciaron violaciones de derechos humanos por parte de los extranjeros.
Ya en 2006, Rafael Correa, al buscar la Presidencia de la República por primera vez, utilizó la expulsión de los estadounidenses del territorio ecuatoriano como una de sus principales banderas políticas. Y concretó su visión con el artículo 5 de la nueva Constitución de 2008.
Sin embargo, la Base de Manta permaneció bajo control de Washington hasta el 18 de septiembre de 2009, dos meses antes de cumplir 15 años en el país y de que el acuerdo firmado por Mahuad finiquitara.
Desde entonces, otros grupos políticos han afirmado, al igual que el presidente Noboa, que esa retirada de Estados Unidos dio paso al crecimiento del narcotráfico en el país y que habría sido el inicio de la crisis de inseguridad que explotó en el país tras el fin de la década correísta.
Esta no sería la primera muestra del cambio ideológico en Ecuador, con el expresidente Guillermo Lasso se volvieron a firmar acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos, fueron tres: uno aéreo, uno militar y uno naval.
A esto se suma la popularidad del presidente Noboa, que ya logró aprobar tres preguntas de un referendo que modificó a la Constitución en abril pasado y, de momento, se presenta como el candidato favorito a ganar las próximas elecciones presidenciales.
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