El gabinete ministerial de Daniel Noboa sobrevive con pocos perfiles y sucesivos encargos
El presidente Daniel Noboa sacó a su amigo del Ministerio de Gobierno, Arturo Félix, lo reemplazó con un embajador sin experiencia e hizo acomodo entre la Secretaría de Planificación y la Vicepresidencia.
El presidente Noboa reunido con el gabinete de infraestructura, en Babahoyo, el 18 de julio de 2024.
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El 11 de noviembre, el presidente Daniel Noboa hizo sus más recientes y polémicos ajustes en el gabinete ministerial. Fueron tres enroques que involucraron a las misiones diplomáticas en la ONU y Colombia, el Ministerio de Gobierno, la Secretaría de Planificación y la Vicepresidencia.
En medio de las crisis energética y de seguridad, el mismo Gobierno atraviesa una crisis política interna con dos ejes: la perpetua pugna con la vicepresidenta Verónica Abad y la dificultad del Mandatario para llenar los puestos del Ejecutivo.
Esto refleja que el presidente Noboa no puede recurrir a su recién nacido movimiento político Acción Democrática Nacional (ADN) para buscar perfiles para su gabinete ministerial —en el que los puestos encargados se multiplican— ni para evitar un conflicto similar al que ya tiene con su Segunda Mandataria.
Esa composición del gabinete también muestra la "concentración de cargos" en manos del círculo cercano del Mandatario. Por ejemplo:
- Arturo Félix Wong ha ocupado cinco puestos: Secretario de Administración Pública, Secretario de Seguridad, Presidente del Directorio de la Agencia de Regulación de Electricidad (Arconel), Ministro de Gobierno y ahora consejero de la Embajada en Bogotá.
- José Neira Hanze suma cuatro cargos: Secretario de Integridad Pública, Presidente del Comité Interinstitucional de Asociaciones Público-Privadas (CIAPP), Director General de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) y, recientemente, nuevo Presidente del Directorio de la Arconel.
- O Michele Sensi Contugi acumula ocho designaciones: director del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES); delegado ante los directorios de Astinave, Santa Bárbara, Petroecuador, Flopec, CNEL y Celec; y Ministro de Gobierno.
Los cargos difíciles y los encargos
En menos de un año de gestión, el presidente Daniel Noboa ha tenido problemas para encontrar perfiles que quieran hacerse cargo de dos carteras de Estado, en particular: Energía y Gobierno. Esto ha puesto a ambas entidades en manos de cuatro funcionarios cada una.
Por ejemplo, el Ministerio de Energía, clave en medio de la crisis eléctrica, no tiene una autoridad propia. Está encargado en manos de la ministra de Ambiente, Inés Manzano, desde el 9 de octubre. Y, previamente, pasó también por la custodia del ministro de Transporte, Roberto Luque, entre abril y julio.
Mientras que el Ministerio de Gobierno estuvo bajo el control de Mónica Palencia los primeros cinco meses, aunque la funcionaria se enfocó en su encargo del Ministerio del Interior. Y, desde abril, la entidad ha sumado ya otros tres titulares: Michele Sensi Contugi, Arturo Félix y, ahora, José de la Gasca.
De la Gasca, contrario a lo que afirma el Gobierno (que "cuenta con una destacada trayectoria en el servicio público"), ha ocupado dos cargos en el Estado: Secretario Anticorrupción durante cuatro meses en 2020, y tras las quejas contra su actuación se suprimió la entidad; y Embajador político ante la ONU durante el último año.
Entre los 36 ministerios, secretarías y servicios del gabinete revisados por PRIMICIAS, suman 163 semanas de encargos. Pero ese tiempo se concentra, en realidad, solo en 17 entidades. Además, nueve de ellas arrancaron el gobierno de Noboa sin tener una autoridad designada o manteniendo a los funcionarios de Guillermo Lasso, a falta de perfiles para ocupar los puestos.
Y de esta suerte no se salvó ni siquiera la Vicepresidencia de la República, puesto a que el Ejecutivo se deshizo de Verónica Abad por 150 días y el Mandatario encargó el despacho a su secretaria de Planificación, Sariha Moya, por tres meses.
Otra característica del Gobierno de Noboa ha sido el silencio alrededor de los cambios y enroques entre sus funcionarios. Por ejemplo, la súbita salida de su amigo Arturo Félix, del Ministerio de Gobierno, para ser consejero de la Embajada en Bogotá, se escudó en la crisis eléctrica. Pero nada se dijo de su gestión o de por qué no se asignó la tarea a una autoridad relacionada con el tema.
Lo mismo sucedió cuando su otro amigo, Michele Sensi Contugi, dejó el mismo Ministerio para regresar al Centro de Inteligencia Estratégica, cuando tampoco tiene experiencia en ninguna de las dos áreas. El Ejecutivo no argumentó el movimiento.
La lista se alarga con quienes fueron autoridades momentáneamente de Salud, Educación Superior, Energía, Ambiente, Educación, Educación Superior, Producción, entre otros. En algunos casos los pretextos de su salida del cargo fueron 'motivos personales' y en otros, candidaturas por el oficialismo.
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