La Cumbre Iberoamericana, el reflejo de la política exterior de Daniel Noboa
La escasa convocatoria de jefes de Estado de Iberoamérica muestra el estado de las relaciones internacionales del Gobierno, gestionadas por la canciller Gabriela Sommerfeld.
Fotocomposición de la canciller Gabriela Sommerfeld y el presidente Daniel Noboa, frente al logo de la Cumbre Iberoamericana.
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PRIMICIAS / Diego Corrales
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En marzo de 2023, el gobierno de Guillermo Lasso consiguió que Ecuador sea sede por primera vez de la Cumbre Iberoamericana 2024. En República Dominicana, en medio de felicitaciones de sus homólogos, el exmandatario anunció que la cita sería en Quito, el 29 de noviembre.
Un año y medio más tarde, el escenario es radicalmente distinto. Lasso ya no es presidente (no terminó su periodo) y la cita internacional se realiza en Cuenca, dos semanas antes de lo anunciado, en medio de la continua crisis de inseguridad y una agravada crisis energética, que mantiene al Ecuador en oscuridad.
Además, por primera vez en la historia de la Cumbre, desde 1991, el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno tendrá una participación mínima. Apenas dos mandatarios y el Rey de España acompañarán al ahora presidente Daniel Noboa en la cita, ninguno latinoamericano.
Y el mapa de esas ausencias, especialmente, de los máximos líderes de la región muestra, en buena medida, el resultado del turbulento manejo de las relaciones internacionales que han liderado el Mandatario y su canciller, Gabriela Sommerfeld, desde el 23 de noviembre de 2023.
Por ejemplo, la inexistencia de una línea clara en materia de diplomacia ha derivado en sorpresas como:
- El destierro de la vicepresidenta Verónica Abad y su posterior traslado a Turquía.
- La designación de un jurista con estudios en criminalística, ciencias forenses y derecho penal, como Embajador ante la ONU, para presidir, además, el Consejo de Seguridad.
- El intento de vender 'chatarra' militar rusa a Estados Unidos.
- La dificultad y demora para nombrar embajador en Washington.
- Las contradicciones sobre si el Gobierno reconoce o no a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, previo a las últimas fraudulentas elecciones.
- El asalto a la Embajada de México en Quito, que costó el rompimiento de relaciones y una demanda internacional.
- Las desatinadas declaraciones del presidente Noboa sobre sus homólogos Javier Milei, Nayib Bukele, Gustavo Petro.
Es así que, a pocos días de cumplir un año en el poder, el único mandatario que lo ha visitado en Carondelet fue el colombiano Gustavo Petro en su posesión y con el que ahora mantiene una tensa relación. Mientras que en los viajes internacionales del presidente Noboa han prevalecido las agendas con entidades privadas y organismos multilaterales.
La única jefa de Estado con la que el Mandatario mantuvo una amplia jornada de trabajo ha sido Dina Boluarte, presidenta de Perú, durante un gabinete binacional en Lima, en julio pasado.
Y, en sus otros desplazamientos internacionales, Noboa se ha reunido brevemente con 11 presidentes del continente y con dos mandatarios europeos. Solo tres de esos encuentros han implicado que los presidentes de Francia, Canadá y España lo reciban. Los demás han sido en el marco de eventos internacionales.
Por eso no sorprende que a la canciller Sommerfeld le haya costado asegurar la participación de otros líderes regionales, más allá de los imprevistos que pudieron haber influido en el traslado de mandatarios como el español Pedro Sánchez o el mismo Gustavo Petro, que enfrentan desastres naturales en sus países.
Incluso, el cambio del epicentro de la Cumbre Iberoamericana tuvo un argumento poco usual y diplomático, por parte del Ejecutivo. El mandatario anunció sorpresivamente, en su primera visita oficial a Cuenca, que la ciudad sería la sede como agradecimiento a "cómo se portó" la ciudadanía durante las elecciones.
En la primera vuelta de agosto 2023, el ahora presidente candidato consiguió 28,45% de los votos en capital azuaya y en la segunda vuelta, en octubre, subió a 62,8%.
¿Qué es la Cumbre Iberoamericana?
La Cumbre Iberoamericana es una cita de jefes de Estado y de Gobierno de 19 países latinoamericanos y tres ibéricos que se realizó anualmente entre 1991 y 2014. A partir de entonces, las reuniones han sido más espaciadas.
Este grupo de países mantiene un órgano institucional, técnico y administrativo denominado la Secretaría General Iberoamericana (Segib), que trabaja de la mano con el país que ostenta la presidencia pro tempore y que es el anfitrión del evento.
Las cumbres giran sobre un tema, propuesto por el país anfitrión. Y al finalizar las diversas reuniones previas, el encuentro termina con la sesión plenaria de mandatarios, donde acuerdan una "Declaración Política", así como otras declaraciones o comunicados especiales sobre temas coyunturales.
En este caso, la Cumbre de Cuenca se denomina 'Innovación, Inclusión y Sostenibilidad' y arrancó con los eventos previos desde el 12 de noviembre. El primer día se reunieron los coordinadores nacionales de cooperación, hubo un evento de siembra de árboles y la presentación del informe Cooperación Sur-Sur.
Este 13 de noviembre fue el turno del XV encuentro empresarial iberoamericano, una reunión de trabajo con los observadores asociados y la presentación del programa iberoamericano de ciudadanía global.
Mientras que este 14 y 15 de noviembre serán los eventos con los jefes de Gobierno participantes o sus enviados, que en este caso serán la mayoría. Aunque también caben dudas de ausencias totales de algunos países, como México.
Después de la inauguración habrá una reunión de cancilleres y al final del día un conversatorio con los empresarios y mandatarios presentes. Mientras que el último día se lleva a cabo solo la sesión plenaria de presidentes, a partir de las 09:30, en el Museo Pumapungo.
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