Corrupción en Petroecuador: Así es cómo Antonio Peré repartió los USD 0,25 por barril de fuel oil que cobró por coimas
El intermediario Antonio Peré escribió borradores y manejó detalles del contrato de preventa de 900.000 barriles de fuel oil de Petroecuador a Oman Trading, que realmente fue manejado por la multinacional Vitol.

Imagen referencial de un buque transportando fuel oil en las costas del océano Pacífico, en 2017.
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Petroecuador
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La historia del contrato de preventa de fuel oil, firmado en 2016, comenzó realmente varios años antes. Antonio Peré, el intermediario petrolero que colabora con la justicia de Estados Unidos, contó en un testimonio cómo él ayudó a fraguar todo el esquema de corrupción que tenía detrás a la multinacional Vitol.
Peré fue uno de los principales testigos en el juicio en contra de Javier Aguilar, de Vitol, hace más de un año. En enero de 2024, se presentó bajo juramento ante un jurado en Brooklyn y reveló cómo se benefició de millones de dólares en la intermediación de petróleo y derivados.
Aunque dio detalles sobre su trabajo con varias multinacionales, el testimonio se centró en el caso de Vitol, por ser el acusado un exempleado de esa firma. Aguilar, de hecho, fue declarado culpable del pago de sobornos, pero está apelando su sentencia.
El caso se centra en un contrato firmado en diciembre de 2016 por Petroecuador, para la venta de 17,1 millones de barriles fuel oil no. 6 a cambio de un préstamo de USD 300 millones. El contrato se firmó con la estatal Oman Trading (OTI), que en realidad sólo sirvió de fachada para un negocio manejado en su totalidad por Peré y Vitol. Los detalles de este contrato ya fueron publicados por PRIMICIAS.
Sin embargo, el testimonio de Peré reveló cómo se negoció ese contrato, y cómo se tenía previsto repartir la "comisión" de USD 0,25 por barril de fuel oil que él cobró a través de sus empresas offshore.
El cierre del contrato
Durante su testimonio, Peré hizo una recapitulación de todo lo que sucedió antes de la firma del contrato, a finales de 2016. Narró que su primer acercamiento con Vitol fue en 2015, cuando Nilsen Arias, el exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador con quien Peré ya venía trabajando, le presentó a Xavier Rodríguez, entonces viceministro de Hidrocarburos.
Rodríguez, contó Peré, era amigo de Javier Aguilar y buscaba la manera de ayudar a Vitol a volver a hacer negocios con Ecuador. Y los tres hombres —Peré, Aguilar y Rodríguez— entonces acordaron una reunión en un hotel en la ciudad de México, en el acomodado sector de Polanco.
En esa ocasión, hablaron de un contrato para la venta de gas licuado de petróleo (GLP) con la fachada de la mexicana Pemex. Hablaron de la posibilidad de hacer un contrato contra un préstamo, para que la adjudicación fuera directa.
También hablaron de la posibilidad de la concesión del terminal de Moteverde (de GLP). Pero dicho contrato nunca se firmó. Por ello, narró Peré, decidieron cambiar a fuel oil, pues Nilsen Arias le comentó que podían vender. Allí comenzaron a trabajar más bien en este eje, y fue Vitol quien ofreció a Oman Trading como fachada para que, al ser una empresa estatal, se pueda hacer un contrato de adjudicación directa con un préstamo por USD 300 millones. Quien puso el dinero para el préstamo fue Vitol, según contó Peré.
Entre la evidencia del juicio, los fiscales estadounidenses incluyeron varios correos electrónicos enviados por Aguilar y Peré, en los que intercambiaban información. Peré, por ejemplo, enviaba la información de Petroecuador que Nilsen Arias le hacía llegar.
Entre ellos, se encuentran los cálculos de cómo serían los envíos de fuel oil. Para pagar el préstamo de USD 300 millones, Petroecuador preveía enviar a Vitol (con la fachada de OTI) tres cargos mensuales de 190.000 barriles cada uno. En total, se preveía hacer 90 cargos, a lo largo de dos años y medio.
La "comisión" de 25 centavos
A la firma del contrato, Peré había acordado que recibiría una "comisión" de USD 0,25 por barril. Como a lo largo del contrato se planeaba enviar 17,1 millones de barriles de fuel oil, la comisión total debía sumar USD 4,28 millones.
Pero de esta "comisión", Peré negoció que haya un primer pago anticipado, llamado el "success fee" o tarifa de éxito, que correspondía a USD 0,03 por barril, pagados por adelantado a la firma del contrato. Este valor, por lo tanto, ascendía a USD 513.000.
Peré anotó la repartición de la tarifa de éxito en uno de sus diarios, que también constan entre la evidencia que la Fiscalía aportó en el juicio. En su testimonio, confirmó que dividió este pago entre él, Xavier Rodríguez, Nilsen Arias y William Váscones, entonces subsecretario de Crédito Público del Ministerio de Finanzas y procesado en Ecuador por este caso.

Este pago sí llegó. Nilsen Arias, en su testimonio, confirmó que recibió el "success fee", pero que lo tuvo que compartir con William Vásconez.
Los USD 0,22 restantes, en cambio, se iban a repartir entre Peré, su hermano Enrique (también procesado en Estados Unidos), Arias y Rodríguez:
- Para Xavier Rodríguez, se estableció que se le pagaría USD 5.000 por cargo de fuel oil enviado; estaban previstos tres por mes, es decir que debía recibir USD 15.000 mensuales.
- Para Enrique Peré, que ayudaba a su hermano en el tema más administrativo del "negocio", se estableció entre 1 y 2 centavos por barril.
- Para Nilsen Arias, la coima era de entre 11 y 12 centavos por barril.
- El resto lo manejaba Antonio Peré.
La facturación de los sobornos
Peré contó en su testimonio que Javier Aguilar le pidió que abriera cuentas en euros para el pago de las "comisiones", porque era más fácil mantener un bajo perfil con esa moneda. Así lo hizo, y abrió una cuenta en euros para este "negocio".
Para "legalizar" la "comisión", y no tener problemas con las transferencias entre bancos, las empresas offshore de Peré firmaron contratos con Lionel Oil y Zanza Oil, dos firmas de Curazao que Vitol usaba para el pago de sobornos. Allí se establecen los USD 0,22 por barril exportado (excluyendo el "success fee").
Ya para la transferencia de los sobornos, narró Peré, él coordinaba con Lionel Hanst, a cargo de las empresas de Curazao, la fabricación de recibos para respaldar cada movimiento de dinero. En su descripción, usaban varios términos relacionados con GLP, por pedido de Hanst.
Peré le enviaba a Aguilar hojas de cálculo con el detalle de los cargos enviados por Petroecuador, que servía de base para fabricar los recibos y hacer los pagos. Una vez que recibía los pagos, Peré los repartía entre Rodríguez, Arias, su hermano Enrique y él mismo.
Pero los pagos a Rodríguez requerían mayor logística, porque él sólo quería recibir el dinero en efectivo en Guayaquil. Por eso, Peré contó que contactó a un conocido al que le transfería el monto a otra offshore, y él se encargaba de proveer el efectivo en Guayaquil. Esta persona es un "prestamista informal", dijo.
Jorge Ponce, un chofer que trabajaba con esta estructura, retiraba el dinero de la oficina de esta persona y lo entregaba a Rodríguez, generalmente en un hotel. Ponce está también procesado en Ecuador.
Sin embargo, de los USD 0,22 que acordaron con Vitol para pagos periódicos, no todo llegó a manos de Peré, por lo que el pago de los sobornos de pausó en un punto. Además, Nilsen Arias dejó su cargo en Petroecuador en 2017, tras el cambio de gobierno y la posesión de Lenín Moreno.
Lea los detalles sobre la operación de Antonio Peré desde el cambio de gobierno en la edición de mañana.
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