Asamblea: Oficialismo se toma Comisión de Fiscalización y no da paso a juicios políticos contra fiscal Diana Salazar
La sesión de la Comisión se produjo entre gritos y confusión. Al final, la bancada de Gobierno celebró el bloqueo a los juicios políticos.
El oficialista Luis Alvarado condujo la sesión de la comisión del 9 de septiembre de 2024. Casi todo el tiempo, sus coidearias Inés Alarcón y Valentina Centeno estuvieron a su lado.
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La Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional se reunió desde las 21:15 de este 9 de septiembre para analizar la sentencia emitida por el juez de la Unidad Judicial de Quitumbe, Édgar Romero.
Específicamente, la reactivación de los juicios políticos contra el exministro de Finanzas, Pablo Arosemena; el exsecretario de la Administración, Sebastián Corral; y la extitular de la Secretaría de Educación Superior, Andrea Montalvo. Todos funcionarios del gobierno de Guillermo Lasso.
Además, la convocatoria hecha por la presidenta de la Comisión de Fiscalización, Pamela Aguirre, de la Revolución Ciudadana, incluía conocer y calificar los pedidos de juicio político a la fiscal del Estado, Diana Salazar.
Pese al inusual horario, la reunión de la mesa legislativa generó gran expectativa. Varios legisladores que no son parte de la Comisión como Carlos Vera del Partido Social Cristiano (PSC) o Jorge Peñafiel, de Construye, pidieron ser parte de la cita.
Un inicio accidentado
La sesión inició en medio de incidentes. El asambleísta oficialista, César Umajinga, apeló la presidencia de la legisladora de la Revolución Ciudadana, quien suspendió la sesión argumentando que la apelación no tenía sustento.
Ante la situación, el vicepresidente de la Comisión de Fiscalización, Luis Alvarado, tomó el control de la sesión. Pero Aguirre retornó. En ese momento, tanto Aguirre como Alvarado trataban de tomar la palabra y dirigir el encuentro.
Correísmo pierde presidencia
Luego de varios reclamos, de lado y lado, Pamela Aguirre dio paso a la votación de la apelación planteada por Umajinga. Con los votos de Luis Alvarado, Ramiro Vela, Adriana García, Lenin Rogel y el propio Umajinga la legisladora correísta perdió la presidencia.
Esta fue asumida por el vicepresidente Luis Alvarado Campi que -en medio de reclamos, burlas e ironías de los legisladores de la Revolución Ciudadana- intentó pasar directamente a votar por una moción de Umajinga.
Sin embargo, la propia Aguirre le recordó que primero debía abrir el debate y leer la sentencia del juez Romero para que la Comisión sepa sobre qué tema se debe pronunciar.
Luego de escuchar el fallo del juez, se leyó la moción planteada por Umajinga que propuso acatar la sentencia sin más dilaciones y reactivar los juicios archivados. Tuvo los votos de Alvarado, Vela, García y Umajinga. El socialcristiano Lenin Rogel votó en blanco y eso se sumó a los votos afirmativos: esto le costó la expulsión de la bancada del PSC.
Sin juicio a Diana Salazar
En una votación accidentada y enredada, el oficialismo impuso nuevamente sus tesis. Esta vez, para no continuar con el juicio político planteado por el correísmo contra la fiscal del Estado, Diana Salazar.
Ese fue el segundo punto de la sesión que empezó la noche del 9 de septiembre y terminó la madrugada del 10 de septiembre. En medio de la disputa, la correísta Pamela Aguirre se adelantó e ingresó una moción pidiendo la calificación del juicio político planteado por Gissela Garzón contra Salazar.
El oficialismo, con una mayoría de cinco, votó en contra y no fue calificado. A renglón seguido se trató la moción de Lenin Rogel, que propuso unificar el juicio político de Garzón con el de Héctor Valladares, pese a que el primero no fue calificado y, por lo tanto, según el correísmo, estaba archivado.
Pero nada detenía a la mayoría gobiernista que, pese a los reclamos, los unificó. El correísmo, mermado, se levantó y abandonó la sesión alegando que se estaba cometiendo una ilegalidad.
Y cuando no se entendía muy bien qué fue lo que se unió, Umajinga lanzó una nueva moción pidiendo la calificación de los juicios políticos unificados. Nuevamente, votaron en contra y esta vez sí quedaron ambos archivados.
¡Viva el Ecuador! Fue el grito que se escuchó entre asesores y asambleístas del Gobierno, mientras se abrazaban.
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