Efecto Mariposa
¿Un salario básico de 564 dólares es factible?
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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Fijar el salario básico no es solo cuestión de números, sino de equilibrar las necesidades de los trabajadores para cubrir el costo de vida y las posibilidades de las empresas para no despedir a su personal. Pero, como en años anteriores, el conflicto se repite: los trabajadores buscan un aumento que alivie su economía, mientras los empresarios advierten que un incremento elevado pondría en riesgo los empleos.
En este contexto, el salario básico unificado (SBU) debe ser determinado hasta el 24 de diciembre en las reuniones de trabajo del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios. Ese órgano consultivo y técnico, conformado por trabajadores, empleadores y el Ministerio del Trabajo, tiene a su cargo el diálogo social sobre políticas de trabajo.
Si el Consejo no alcanza un consenso, el artículo 118 del Código de Trabajo establece que el Ministerio del Trabajo fijará el salario en función del incremento proyectado del índice de precios al consumidor.
Dos propuestas sin punto medio
Como cada año, las posiciones de trabajadores y empleadores parecen irreconciliables. El Frente Unitario de Trabajadores propone un aumento de USD 104, argumentando que existe una brecha entre el SBU y el costo de la Canasta Vital Familiar. Por su parte, la Cámara de Comercio de Guayaquil plantea un incremento de apenas USD 6,95, basado en la inflación proyectada.
La diferencia entre ambas propuestas es abismal, sin un punto medio aparente. Todo apunta a que, una vez más, será el Ministerio del Trabajo quien termine fijando el nuevo salario, como ha ocurrido en años anteriores.
¿Qué se debe considerar al fijar el SBU?
Fijar el salario básico no puede depender únicamente del costo de la canasta básica. Aunque es válido que los trabajadores busquen un aumento que permita cubrir necesidades esenciales, basarse solo en este indicador no es técnico ni responsable.
El SBU debe considerar la situación general del país, analizando factores clave como la inflación, la productividad laboral, la informalidad y los precios en general. A continuación, se detallan cada uno de estos elementos.
El costo de la Canasta Familiar Vital
La Canasta Familiar Vital incluye 75 productos esenciales para cubrir las necesidades básicas de un hogar, como alimentos, bebidas, vivienda, indumentaria y otros bienes misceláneos. Su cálculo se basa en un hogar promedio de cuatro integrantes, con 1,6 perceptores que ganan únicamente el SBU. Según el INEC, en noviembre de 2024, su costo fue de USD 562,08. Esto significa que, para alcanzar ese valor, el SBU actual de USD 460 debería incrementarse en USD 104, argumento principal del FUT para su propuesta.
La informalidad
En Ecuador, se considera que una persona tiene un empleo adecuado si percibe un ingreso laboral igual o superior al SBU y trabaja al menos 40 horas semanales. Sin embargo, esto se ha convertido en un privilegio, dado el alto nivel de informalidad laboral, que en 2023 alcanzó el 52,5% y sigue en aumento, como muestra la figura 1. En el área rural la informalidad es aún más crítica, ese mismo año llegó a 74,4%. En un contexto económico incierto y complejo, como el ecuatoriano, un aumento significativo del SBU podría llevar a los empleadores a reducir sus nóminas, dejando a más trabajadores desempleados y forzándolos a buscar ingresos en el sector informal.
Un aumento drástico del SBU podría agravar la informalidad y elevar el número de ecuatorianos en situación de pobreza. Según el informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024 de la CEPAL, los ingresos provenientes de empleos formales son esenciales para combatir la pobreza. Entre 2021 y 2023, los salarios formales contribuyeron a reducir la pobreza en Ecuador en 3,2 puntos porcentuales, replicando una tendencia observada entre 2020 y 2021.
La productividad laboral
El estancamiento de la productividad laboral complica las aspiraciones de un salario mínimo más alto, ya que, en teoría, el SBU debería ajustarse en función de la productividad laboral. Según datos del proveedor CEIC Data , en 2022 la productividad laboral de Ecuador cayó un 0,24 %, y apenas ha crecido un 4 % en los últimos 20 años. Esta tendencia está en discordancia con el crecimiento del SBU.
La productividad sigue siendo un asunto pendiente para los trabajadores ecuatorianos. Para superarla, según William Maloney, economista jefe para América Latina del Banco Mundial, se deberían implementar tres medidas clave : reubicar a los trabajadores según sus habilidades, fomentar la innovación mediante la adopción de nuevas tecnologías, y permitir el ingreso de nuevas empresas al mercado para mejorar la calidad del empleo.
4. La inflación
La inflación se mide a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC), un indicador económico que refleja la evolución del nivel general de precios de bienes y servicios adquiridos por los hogares. Según el Ministerio de Economía y Finanzas, la inflación proyectada para 2025 es del 1,93%, mientras que el FMI estima una inflación del 2,2%.
El crecimiento económico
El Banco Central del Ecuador proyecta un aumento de la economía del 1,5%. Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) estiman un crecimiento del 1,2% y 1,6%, respectivamente, en 2025. En cualquier caso, el crecimiento del PIB está por debajo del crecimiento previsto para América Latina, que es del 2,3%.
Otros factores que podrían cambiar el panorama
Adicionalmente, factores como la crisis energética , que ha generado un perjuicio en el sector productivo de USD 4.000 millones mensuales, la inseguridad y violencia, así como el contexto electoral, contribuyen a la incertidumbre económica y su impacto en el empleo.
¿Qué podemos esperar para 2025?
Es incierto si trabajadores y empresarios lograrán un acuerdo para fijar el salario mínimo de 2025, pero lo más seguro es que no llegarán a un consenso. En este escenario, el Ministerio del Trabajo deberá basarse en la inflación proyectada para tomar una decisión, lo que implicaría un aumento cercano a USD 10, dejando el salario en USD 470.
El potencial nuevo valor del salario básico estará por debajo de las expectativas del casi 30% de trabajadores ecuatorianos que dependen del SBU. A pesar de que legítimamente aspiran a condiciones de vida mejores, valores más altos, como los del FUT, podría llevar a las empresas, independientemente de su tamaño, a despedir a sus trabajadores o trasladar estos costos a los consumidores, aumentando así el costo general de vida.
La falta de acuerdo entre trabajadores y empresarios una vez más pondrá a prueba la capacidad del Ministerio del Trabajo para tomar decisiones equilibradas que promuevan justicia social sin perjudicar la ya debilitada situación económica del país.
Es esencial buscar un consenso que permita un salario que no solo responda a las necesidades básicas, sino que también ayude a sostener a todos los sectores productivos del país. Un salario básico unificado de USD 564 solo complicaría aún más la situación del país.