Leyenda Urbana
Los abuelos de Ecuador hacen historia. Noboa tiene una irrepetible oportunidad

Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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Han sido la sorpresa de una jornada que se presagiaba convulsa, porque al actuar impulsados por el amor infinito a su familia y al país, su presencia en los recintos electorales fue cautivante y motivadora, y su voto decisivo, por lo que se han convertido en protagonistas de unas elecciones excepcionales, escribiendo su nombre en las gestas inesperadas del país.
Los abuelos del Ecuador han dado una lección de civismo que será recordada y emulada en cada jornada electoral, porque todos querrán repetir semejante expresión de compromiso y lealtad con su patria.
Ante señales inequívocas del abismo al que pretendían arrastrar al país, cuando ya no pudieron ocultar su adhesión al usurpador de la voluntad popular y hablaron de reconocer al dictador Maduro.
O, cuando a título de propiciar la paz anunciaron que instalarán en los barrios comités de delatores financiados por el Estado, usando un nombre distinto, encendiendo las alertas en los abuelos que es sus mentes recordaron a Cuba, Nicaragua y Venezuela y prometieron salir a defender a los suyos y al país, usando lo que tenían a alcance: su voto facultativo.
Verlos llegar a los recintos electorales caminando con pasos cortos, pero con un destello en sus miradas sacaron lágrimas a los más jóvenes, que avizoraron que la jornada estaba destinada a no permitir que el país sea entregado a déspotas que utilizan a seres ambiciosos que no son más que títeres desempeñando un oficio con insólita desvergüenza.
Los resultados finales de la jornada electoral, fruto de múltiples factores y circunstancias, que se alinearon cual astros el 13 de abril, les habrá arrancado una sonrisa, y los habrá hecho sentir que aún siguen siendo puntales en las grandes decisiones de Ecuador.
En las redes que es el espacio en el que hoy fluyen las opiniones de los usuarios, he podido leer brillantes análisis e interpretaciones sobre los resultados del domingo de personas de distintos sectores, que parecería que todo ha sido dicho, pero siempre queda algo más que agregar.
La lista de los errores que el correísmo cometió, siendo la amenaza del “ecuadolar” uno de aquellos que los llevó a la tercera derrota consecutiva, es tan extensa, y su tamaño solo comparable con su descaro; que bien podría terminar precipitando una implosión de la agrupación política hasta, quizá, aniquilarla.
Que los alcaldes de Quito y Guayaquil, y los prefectos de Pichincha, Guayas y Manabí, que representan a esa agrupación, contradigan a la excandidata presidencial, y reconozcan el triunfo de Noboa, podría marcar el destino del movimiento correísta.
Es que ya lo dijo el general Montgomery: “ningún líder, por grande que sea, dura mucho tiempo si no consigue una victoria”.
Por eso, en esta suerte de pincelada sobre algunos de los factores que definieron el triunfo de Noboa y la derrota del correísmo, quiero decirle al presidente de la República que pocas veces un mandatario tiene una segunda oportunidad para enderezar el barco que navega por aguas turbulentas y llevarlo a buen puerto.
Para ello, hará falta tener conciencia de que los votos que recibió el domingo provienen del Ecuador profundo y de personas sencillas y sensibles que decidieron confiar en su presidente sin esperar nada a cambio, argumento suficiente para que se conviertan en una de las principales razones del mandato que comenzará en mayo y será de cuatro años.
Quizá usted nunca se entere, pero, el ensordecedor silencio que hubo tras la primera vuelta y la amenaza del retorno del correísmo al país motivó a amplios sectores de la sociedad a movilizarse, en una acción cívica pocas veces vista, que sorprendió a nacionales y extranjeros que entendieron la dimensión de lo que para Ecuador estaba en juego en las elecciones.
Estas personas que prefieren el anonimato porque sus motivaciones son solo el deseo de un mejor país, apuestan por un viraje en su gestión, capaz de corregir los errores y propiciar el reencuentro nacional.
Algo así como el reinicio de un gobierno que debe funcionar incorporando a los mejores ecuatorianos, provenientes de todos los sectores, y no solo de un círculo estrecho donde se privilegia el silencio que garantiza la propia estabilidad, y no la crítica que mejora una gestión.
La actitud valiente y decisiva de los abuelos del Ecuador, que al sentir que la patria estaba bajo riesgo inminente, se levantaron y actuaron, debe ser una suerte de lección colectiva aprendida.
Aproveche la inédita oportunidad que le ha dado el pueblo, presidente Noboa.