Thalía Flores y Flores

La lista de los errores que el correísmo cometió es tan extensa, y su tamaño solo comparable con su descaro, que bien podría terminar precipitando una implosión de la agrupación política.

La presencia de Diana Salazar en la palestra, estos días decisivos, es un antídoto contra la desmemoria que hasta podría desempatar la campaña.

Varios países de la región han sufrido el experimento ideológico decadente y peligroso del socialismo del Siglo XXI, que ha terminado por llevar a sus pueblos a la ruina económica, social y política.

El domingo, Daniel Noboa surfeó las olas agresivas de Luisa González, y las soportó con estoicismo hasta que encontró en la Rana René —descubierta en los chats de la Liga Azul— un dardo contra su oponente.

Los integrantes de la Liga Azul para ocultar su verdadera identidad usaron un alias y actuaron de manera abyecta buscando manipular el sistema judicial y tomarse entidades.

Definitivamente, el narcotráfico pervierte todo con dinero; mientras que la droga arruina la vida de los consumidores y la de sus familias, el tráfico vuelve a los países violentos.

Hoy, es el campo Sacha, conocido como “la joya de la corona”, el que genera controversias, ya que el Gobierno de Noboa, urgido de dinero, busca concesionarlo, de manera directa, sin concurso.

¿De dónde saca Leonidas Iza que la candidata de la Revolución Ciudadana (RC5) Luisa González es socialdemócrata si está clara su pertenencia al Socialismo del Siglo XXI?

Daniel Noboa no tiene a su alrededor estrategas que lo persuadan para actuar y acertar y, si los tiene y no los escucha, la pregunta que surge es por qué siguen si no les hace caso.