A la memoria de Fernando Miño Garcés
Periodista, escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción.
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Fernando Miño Garcés (1945-Quito-2024), filólogo y miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, murió la semana pasada en Quito a causa de un coma diabético.
Fernando, ¿recuerdas que, a las 14:30 del jueves 11 de julio de 1985, salía de un restaurante de la ciudad de Augsburgo cuando al pasar tú me viste? Hermosa barba llevabas, Fernando, que un rabino te creí.
Nos abrazamos con fervor. Y me explicaste la razón de tu estadía en esa antigua ciudad romana (14 d.C.) —tan importante para Lutero, lugar natal del padre de Mozart, cuna de Bertolt Brecht, terror de los burgueses— y añadiste que “en el año 1985, el profesor doctor Günter Haensch, catedrático de la Universidad de Augsburgo, Alemania Occidental, visitó el Instituto de Lenguas y Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador para sugerir que nos uniéramos al proyecto del Nuevo Diccionario de Americanismos que había comenzado, el año 1975, en la Cátedra de Lingüística Aplicada de la Universidad de Augsburgo, en cooperación con el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá. Y el proyecto consistía, básicamente, en elaborar primero un diccionario español de cada país hispanoamericano y, una vez redactados los diccionarios de cada nación, refundir todos estos en un Nuevo Diccionario de Americanismos”.
El diccionario salió luego de treinta años de trabajo de los alumnos de Lingüística Aplicada dirigidos por Fernando, con el título de Diccionario del español ecuatoriano. Español del Ecuador-Español de España: prólogo, introducción, diccionario del español ecuatoriano, índice de nomenclatura Botánica, índice de nomenclatura Zoológica y Bibliografía. Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2006.
Fernando cursó la primaria en la Escuela Espejo, la secundaria en el colegio San Gabriel y se graduó en Lingüística Aplicada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) donde empezó a enseñar. Ganó la beca LASPAU para maestría en Lingüística en la Universidad de Georgetown, Washington D.C. Pensaba regresar a la PUCE; pero el director de su tesis, el famoso profesor Joseph Lado, le conminó a que sacara un doctorado (PhD) y fuese luego profesor en Georgetown. Con el permiso de la PUCE aceptó y se pagó el doctorado como profesor a tiempo parcial en tres universidades de la ciudad.
Podría yo proseguir con el currículo de Fernando; pero prefiero llorarlo con “En el entierro de un amigo”, por Antonio Machado.
“Tierra le dieron una tarde horrible
del mes de julio, bajo el sol de fuego.
A un paso de la abierta sepultura,
había rosas de podridos pétalos,
entre geranios de áspera fragancia
y roja flor. El cielo puro
y azul. Corría
un aire seco y fuerte.
De los gruesos cordeles suspendido,
pesadamente, descender hicieron
el ataúd al fondo de la fosa
los dos sepultureros…
Y al reposar sonó con recio golpe,
solemne, en el silencio.
Un golpe de ataúd en tierra es algo
perfectamente serio
Sobre la negra caja se rompían
los pesados terrones polvorientos…
El aire se llevaba
de la honda fosa el blanquecino aliento.
Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa,
larga paz a tus huesos…
Definitivamente,
duerme un sueño tranquilo y verdadero”.