Doña Susana
Periodista, escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción.
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Susana Cordero Aguilar de Espinosa Enríquez dirige desde hace 10 años la Academia Ecuatoriana de la Legua, que celebra 150 años de vida. Hubo por este motivo el XVII Congreso de la ASALE, el 11, 12 y 13 de noviembre de 2024. ASALE, siglas de Asociación de Academias de la Lengua Española. Un total de 22 academias en cuatro continentes.
La Academia Ecuatoriana de la Lengua (AEL) publicó tres libros: 'Diccionario académico de ecuatorianismos', 'César Dávila Andrade: Antología e interpretación', 'Pórtico, Antología de discursos de la academia de la Lengua 1884-1935'.
En carta a Susana Cordero, el director de la Real Academia Española de la Lengua, don Santiago Muñoz Machado felicitó a Susana con aplauso y afecto.
“Reincorporado a la vida ordinaria, quiero manifestarle oficialmente mi felicitación por el éxito del XVII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que la Academia Ecuatoriana de la Lengua, bajo su eficaz dirección, ha organizado con ilusión y acierto. Tanto las sesiones internas como las actividades públicas cumplieron todos sus objetivos y expectativas, de manera que pudimos desarrollar el ambicioso programa que nos habíamos fijado. La cobertura por los medios de comunicación ha sido muy completa y ha generado numerosos impactos en los distintos países de la ASALE.
Pero, por encima de todo, la Academia Ecuatoriana supo crear un cálido ambiente de hospitalidad para acoger a las delegaciones hermanas, que disfrutamos de unos días de convivencia fraterna en el impresionante marco de la ciudad de Quito.
Ese entorno fue propicio para abordar con solvencia los importantes asuntos que teníamos previstos y cumplir el mandato estatutario de nuestra Asociación. Nos permitió también celebrar los primeros 150 años de vida de la corporación quiteña, la segunda de América, que con su buen hacer reafirma su compromiso con la lengua común, consolida su posición como institución cultural de referencia, tanto a nivel nacional como en el concierto internacional de la ASALE, y asume los grandes desafíos de nuestro tiempo actual. En la visita a la preciosa Casa de la Academia Ecuatoriana pudimos advertir la vitalidad y empuje actual de la corporación.
Agradezco profundamente a la AEL, a su directora, a cada uno de sus miembros y a sus colaboradores, el intenso trabajo que han llevado a cabo para hacer posible el Congreso de la ASALE. Sin su convicción, empeño y total implicación, no hubiera resultado viable. Y, aunque la triste pérdida de don Fernando Miño-Garcés, que lloramos todas las Academias con ustedes, nos ha sumido en la desolación, quiero reivindicar el éxito del Congreso como un homenaje a su memoria, y a la de todos los compañeros que nos han precedido en el cuidado de nuestra lengua compartida, así como en la defensa de su esencial unidad dentro de la rica variedad que la distingue. La lengua que nos une es instrumento de diálogo y entendimiento, de apertura e integración, y sobre ella se asienta nuestra convivencia. A estos ideales servimos las Academias y han quedado reafirmados, con renovada fuerza, en nuestro XVII Congreso, celebrado en las tierras ecuatorianas”.
También nos acompañaron don Quijote, Rocinante, Dulcinea, Sancho Panza, el barbero, la sobrina y el cura. Don Quijote entregó al señor presidente 10 molinos de viento para producir 13 megavatios. Rocinante será la mascota de la Escuela Militar. Dulcinea vino a reemplazar a la vice Abad, Sancho Panza gobernará las Ínsulas Galápagos, el barbero abrirá una peluquería unisex en una de las covachas de Carondelet, que llevará el letrero de “La Bella Valbonesi", la sobrina buscará a algún tío quiteño para casarse y el cura será el confesor del señor alcalde metropolitano.