Segundo Camino

Tuvimos que esperar a que llegue el Covid-19 para que las empresas comiencen a acelerar sus procesos de transformación tecnológica.

Las empresas familiares representan más del 50% del total de ventas y emplean a más del 50% de las personas en el sector formal de Ecuador.

Se ha hecho lo políticamente difícil, es el momento de que los ciudadanos y las empresas se adapten no pensando en el ahora, sino por el futuro de una economía saneada y con menores distorsiones.

Es tal la importancia de la productividad en el crecimiento económico que en las últimas tres décadas muchas investigaciones han comenzado a investigar esta relación desde una perspectiva microeconómica.

El gobierno ecuatoriano se ha tomado en serio desde ya hace varios años el tema complejo de aumentar la productividad y competitividad en el país, puntualmente en las empresas.

El número de compañías constituidas por vía electrónica ha ido aumentando, llegando a su punto más alto en 2018 y 2019, cuando el 42% de las empresas fueron constituidas por vía electrónica.

En 2017, a pesar de que la economía ecuatoriana se recuperó ligeramente y creció 2,4%, de acuerdo con cifras del Banco Central, el Valor Agregado Bruto (VAB) del sector de la construcción disminuyó 4,4% respecto de 2016.

Es director nacional de Investigación y Estudios de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros de Ecuador; Profesor invitado de Economía en la Universidad Ecotec; candidato a doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en productividad empresarial, política de la competencia y desempeño empresarial.