El Chef de la Política
¿Iza da más votos de los que quita?

Politólogo, profesor de la Universidad San Francisco de Quito, analista político y Director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (Aecip)
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Aunque a primera vista se podría pensar que el apoyo de Iza a González esclarece el resultado de la segunda vuelta electoral, en realidad lo que produce es mayor enrarecimiento del posible desenlace.
Las razones son varias. La primera y quizás la más importante es que ese apoyo tiene una serie de condicionantes que, al estilo de Iza, no están mediadas por el diálogo, la negociación o el intercambio de ideas, todas virtudes de los regímenes democráticos, sino por la imposición, el ultimátum y la beligerancia. Iza no propone, decide. No plantea opciones, da las salidas que a su juicio son las únicas valederas y viables. Otra vez, como en las movilizaciones que dinamitaron Quito y que son el mejor referente de la profunda vocación antidemocrática del líder indígena, Iza vuelve a mostrarse de cuerpo entero.
González agradece el pliego de demandas, promete estudiarlas y se asume un poco más cerca del poder. Sus coidearios, de labios para afuera, conciben este paso como el definitivo para volver a gobernar. Sin embargo, lo que sucede en realidad es que ahora la candidata de RC tiene frente a sí una decisión extremadamente difícil de asumir pues, el apoyo de Iza no solo que no le agregaría la magnitud de votos que ella quisiera, sino que incluso podría terminar restándole algunos de los conseguidos en primera vuelta.
Con Iza las escalas de grises no existen, la vida es de extremos y acercarse a esa posición colocaría a González lejos de la imagen, aparente al menos, de ser una candidata centrista y con apertura a negociar con diversos sectores.
En el campo económico, por ejemplo, la agenda de Iza cierra cualquier opción a la activa participación del sector privado en la generación de riqueza. Su modelo de desarrollo inicia con el Estado y concluye ahí mismo. No a las alianzas estratégicas, no a las concesiones, no a la diversificación de los distintos sectores de la economía. Desde luego, un no rotundo a la necesaria discusión sobre el anacrónico régimen laboral que impera en el país. Todas esas demandas, si González las acepta, probablemente recibirán una recompensa en votos de los sectores más convencidos de que ese es el camino al progreso del país. No obstante, para otro grupo de electores, esa decisión podría prender alarmas y pensar dos veces antes de votar por la RC en segunda vuelta.
El proyecto político de González, al igual que el de la década en la que gobernó la RC, requiere de recursos económicos. Muchos recursos económicos. Sin plata en el aparato estatal, la capacidad de gestión pública, uno de los puntos que más destaca la candidata en su campaña, no existe. Para intentar conseguir esos fondos, una de las opciones que tendrá en mente González, como ya se hizo en los diez años de la RC, será la vinculación de capitales extranjeros al negocio petrolero. Si eso es así, el apoyo de Iza le caerá como un balde de agua helada a la presidenciable pues entre sus imposiciones está cerrar cualquier posibilidad de concesionar el campo Sacha. No a la extracción en ese sector, no a la minería, no a todo. El más puro estilo Iza. Menudo aliado el que ha conseguido González.
En la arena puramente política, la candidata de RC ha señalado la necesidad de ir a un cambio constitucional. Ahí otro tropiezo con las imposiciones de Iza. No a la asamblea constituyente ha dicho con vehemencia el líder indígena y sus seguidores lo han aplaudido. ¿Cómo resolver ese nuevo dilema? Las salidas intermedias no son posibles pues esa sola propuesta será vista por Iza como una afrenta.
Por eso es que el discurso de que son más las cosas que nos unen que las que nos distancian, que ahora intenta posicionar la presidenciable de RC respecto a Pachakutik, cae en saco roto. Aceptas o aceptas. Esa es la línea del líder de la CONAIE.
En definitiva, hay ocasiones en las que los costos de ganar un apoyo electoral son más altos que los beneficios. Para González, recibir el espaldarazo de Iza, que no implica en modo alguno asumir que en esa dirección circulará la inmensa mayoría de los votos de Pachakutik en primera vuelta pues las facciones al interior de ese movimiento son públicas y notorias, puede resultar un salto al vacío.
Si el conjunto de demandas de Iza las asume a pie juntillas la candidata de RC, pues esa es la única forma de llegar a acuerdo con el líder indígena, ganará muchos votos radicales, desde luego. Si no lo hace, tendrá desde ya un opositor más en plena campaña y un conjunto de electores que ante dicha decisión preferirán girar al nulo.
En cuanto a los indecisos, para muchos de ellos observar que la RC se acerca a Iza podría ser el detonante para optar por la candidatura de Noboa. A González se le viene el duro ejercicio de dilucidar si Iza le da más votos de los que le quita.