Columnista invitada
Lavado de activos en Ecuador: un crimen sin límites que afecta al 30% – 40% del PIB
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Experta en prevención de crimen organizado. Docente de la UG, con más de 5 años de expertise en prevención de crimen organizado y lavado de activos. Licenciada en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas. Máster en Seguridad.
Actualizada:
El Crimen Organizado Transnacional (COT) no es un negocio menor y, sin importar la región, las comunidades están involucradas en él. Esto ocurre en lugares donde la economía no depende ni del Estado ni de sus ciudadanos; en su lugar, una tercera fuerza toma el control. Rastrear el dinero apropiadamente a través de una inteligencia financiera eficiente siempre revelará los patrones del crimen organizado como a las personas detrás de él, lo cual es un apriori para generar políticas públicas eficientes.
La cantidad de dinero blanqueado en el mundo a través del sistema bancario internacional es asombrosa. De hecho, hay un dicho entre los expertos “para ser atrapado lavando dinero, tendrías que ser extremadamente desafortunado o increíblemente descuidado”.
Desafortunadamente, en Ecuador no existe un inteligencia financiera robusta ni datos disponibles para desarrollar nuevos indicadores para planificar estrategias de disuasión focalizadas. La poca tecnología como información, los limita en la creación de nuevos indicadores de seguridad que contrarresten los costos directos e indirectos del crimen. Es decir, que Ecuador genera política pública contra el crimen organizado sin investigación profunda previa, lo cual es altamente peligroso. Por otro lado, la falta de información no nos permite formar las alianzas bilaterales como multilaterales necesarias Sin este tipo de datos e inteligencia, la cooperación internacional como interinstitucional in house se vuelve inviable.
John Cassara, exagente especial del Departamento del Tesoro y experto en antilavado de dinero y financiamiento del terrorismo, estima que en América Latina entre el 30% y el 40% del PIB de cada país proviene de ingresos generados por el lavado de activos del crimen organizado, también conocido dentro del nicho como “los productos del crimen” o “proceeds of crime” en inglés.
Esto se debe, en gran medida, a la falta de recursos asignados a las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) y a la corrupción generalizada en el sistema legal. En Estados Unidos, alrededor del 15% del PIB está vinculado a ingresos criminales, a pesar de los esfuerzos del Departamento del Tesoro y la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), que han asignado más de USD 216 millones en el presupuesto de 2025 para combatir los delitos financieros. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, las agencias de inteligencia solo detectan el 1% de los fondos ilícitos, según Cassara. Las estadísticas oficiales de 2024 indican que en Estados Unidos se lavan aproximadamente USD 300 mil millones al año y esto no es una aproximación real.
El método más efectivo para el lavado de dinero es a través del sistema bancario, utilizando los procesos de colocación, estratificación e integración. Además, el lavado de dinero basado en el comercio (TBML, por sus siglas en inglés) es otro método común, que consiste en disfrazar los ingresos ilícitos moviendo valor a través de transacciones comerciales para legitimar su origen. El TBML se considera una forma de fraude comercial y ocurre en todos los países del mundo. Los delincuentes explotan los mecanismos del comercio para ocultar el origen de fondos ilícitos, lo que dificulta su detección por parte de las autoridades financieras y regulatorias.
En el Ecuador, las 22 bandas “terroristas” locales lavan activos no solo por medio del sector público sino con el sector privado con ayuda de grupos de delincuencia transnacional internacionales, los cárteles mexicanos siendo uno de ellos.
El presidente Daniel Noboa, en una entrevista con TC Televisión, mencionó que en Ecuador se lavan alrededor de USD 30.000 millones anuales, lo que representa el 26% del PIB nacional.
Esta cifra ha sido cuestionada por algunos expertos, ya que el último estudio sobre el lavado de activos en Ecuador se realizó en 2021. Según el Centro Estratégico de Geopolítica (CELAG), en 2021 el monto estimado del lavado de dinero en Ecuador fue de USD 3.500 millones anuales. Sin embargo, esta cifra tuvo que aumentar en 2024 debido a la creciente demanda internacional de cocaína, la sobreproducción de la droga y la diversificación del mercado negro por parte de grupos criminales locales e internacionales.
Dada la dificultad para detectar el lavado de activos, la estimación de CELAG podría ser conservadora, reflejando apenas el 1% de la magnitud real del problema en Ecuador.
En este contexto, la afirmación de que los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) en el país manejan más de USD 30.000 millones anuales no es descabellada, considerando tanto la naturaleza ilícita de sus actividades como los altos “salarios” que algunos de sus miembros reciben, los cuales pueden superar los 4.000 dólares mensuales. Posiblemente se requiere de más información para generar una aproximación más robusta que puede llegar a representar hasta el 40% del PIB nacional.
Estas estadísticas sobre Ecuador son alarmantes, ya que el lavado de activos no fortalece la economía, sino que socava su desarrollo y limita las oportunidades de crecimiento económico. Es decir que las economías criminales no solo nos están asfixiando por la violencia en calle, pero también nos están asfixiando económicamente hablando.