Crecer implica repensar sectores como electricidad, hidrocarburos y minería
Graduado de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, socio de la firma ecuatoriana de estrategia y finanzas corporativas Ahead Partners, exasesor McKinsey and Company y ex VM de Comercio Exterior.
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Continuamos con la sexta parte de esta serie de columnas.
En Ecuador, la minería podría alcanzar exportaciones por USD 15.000 millones; por ejemplo, en Perú hay 60 proyectos mineros regulados aquí solo dos. Y un tercero, Cascabel que, para ser operacional, necesitará algunos años. Recordemos que Ecuador recibe entre 50 a 52% de los ingresos mineros en Ecuacorriente (cobre) y Fruta del Norte (oro).
Daniel Yergin, gurú del mundo de la energía, indicaba que: “Hasta hace una década, una cosa con la que la industria petrolera siempre podía contar era que mantendría su monopolio sobre el transporte. Con todos estos nuevos coches eléctricos en el mercado, el petróleo compite directamente con la electricidad”.
Esto incrementa la demanda de minerales como cobre. Para muestra: un vehículo común requiere unos 24 kilos de cobre, mientras que uno eléctrico necesita hasta 113 kilos; las turbinas eólicas terrestres requieren unas 10 toneladas de cobre; y las marinas, aproximadamente, 20 toneladas.
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La evolución de los precios de los productos básicos (commodities) son impredecibles, debido a los riesgos geopolíticos. En el corto plazo, si la política comercial de EE. UU. impone grandes aranceles a las importaciones se podría desatar una guerra comercial que reduciría el crecimiento global y podría afectar los precios de los productos básicos.
Sin embargo, la minería es un negocio del largo plazo. Consideremos que pasan unas dos décadas entre el descubrimiento de un nuevo depósito mineral de cobre y la obtención de un permiso para construir una mina. Hacer minas, desde cero, toma más de diez años y mucha inversión. Activos de cobre a la venta no hay en el mundo.
Sólo, recientemente, los gobiernos del mundo se han dado cuenta del hecho de que existe un problema con las cadenas de suministro de metales para tecnologías verdes. Ha sonado la alarma.
Hasta el 2050, el mundo necesitará extraer alrededor de 115% más cobre del que se ha extraído en toda la historia de la humanidad y sólo cubriría nuestras necesidades actuales. Sin tener en cuenta las mejoras a la infraestructura eléctrica necesarias para "electrificar el mundo para 2050”.
Se estima que se necesitan seis nuevas grandes minas cada año hasta 2050 para satisfacer la demanda mundial de cobre. Existen reservas de cobre esparcidas en los cinco continentes, aunque las mayores siguen estando en Chile. Y no hay muchos yacimientos explotables en el corto plazo en otros países, salvo Zambia, Congo o Mongolia. Y dados los riesgos políticos y jurídicos que estos países, la posibilidad de sacar adelante proyectos desde cero o greenfields, es compleja.
Vale recalcar que en la producción de cobre sólo dos países producen el 40% del suministro: Chile y Perú. Eso hace que las cosas sean más desafiantes en un mundo que, desde la pandemia de Covid-2019, se busca diversificar.
El precio del cobre solo ha subido en 5,1% durante este año. Mientras que las exportaciones de nuestro vecino del Sur se estancaron en 2024, las de Chile han aumentado en 19%.
En 2026, Colombia tendría operativa la primera gran mina de cobre Alacrán, el proyecto de Minerales Córdoba. La vida del recurso es de 14,2 años con reservas de 97,9 millones de tonelada, en su mayoría cobre 75%, 22% de oro y 3% de plata con potenciales regalías de USD 187 millones anuales.
El otro mineral importante en nuestra perspectiva minera es el oro que, por la alta incertidumbre geopolítica, es un refugio para enfrentar cualquier revés inesperado.
Este 2024, el precio del oro registró un aumento significativo (con un máximo histórico de USD 2.800 por onza) se encuentra alrededor de USD 2.650 por onza, un incremento de 28,1%.
Perú, por ejemplo, incrementó sus ventas externas en 38,6% en los primeros tres trimestres del año 2024, comparado con igual período de 2023 a casi USD 12.000 millones, el segundo rubro más importante después del cobre.
¡Feliz Navidad para todos y un próspero 2025!