Tablilla de cera
Un ecuatoriano está haciendo historia y aquí nadie lo sabe
Escritor, periodista y editor; académico de la Lengua y de la Historia; politico y profesor universitario. Fue vicealcalde de Quito y embajador en Colombia.
Actualizada:
“Something remarkable happened at the closed-door meeting of the HODs to the #PlasticsTreaty negotiations this week. Under @LuisVayasEc's chairmanship, the leadership and strategic vision needed to end #PlasticPollution is, finally, emerging”, dijo en su cuenta de X el especialista en relaciones internacionales, diplomático y experto de la Corte Internacional de Justicia, Magnus Lovold.
Traducción de un servidor: “Algo excepcional sucedió esta semana en la reunión a puerta cerrada de los jefes de delegación de las negociaciones del Tratado de Plásticos. Bajo la conducción de Luis Vayas, por fin está surgiendo el liderazgo y la visión estratégica que se necesita para acabar con la contaminación por plásticos”.
A este mensaje en la red X, del 2 de este mes, siguió un hilo en el que Lovold calificó como el “punto de inflexión más significativo de todo el proceso de negociaciones” al compromiso anunciado por Vayas de presentar él mismo una potencial base formal de negociación sólida y estructurada antes de la ronda final de negociaciones que se desarrollará en noviembre, usando la autoridad a su cargo.
“Si lo cumple —continúa el hilo— habrá cambiado por completo el juego de las negociaciones del tratado de plásticos”.
Esto requiere alguna explicación, por supuesto. Centrémonos en tres puntos:
1. El hombre detrás de todo esto,
2. Los plásticos y el tratado, y
3. Por qué es tan crucial este momento en las negociaciones.
Luis Vayas Valdivieso es hoy el embajador del Ecuador en el Reino Unido y, a la vez, presidente del Comité Intergubernamental de Negociación (INC, por sus siglas en inglés) del futuro instrumento internacional jurídicamente vinculante que los países del mundo intentan acordar para poner fin a la contaminación por plásticos del planeta Tierra.
Vayas fue vicecanciller, es decir viceministro de Relaciones Exteriores, de los cancilleres Gustavo Manrique y Juan Carlos Holguín, de este último también fue viceministro de Movilidad Humana, cargo que inició durante el período del entonces canciller Mauricio Montalvo.
Diplomático de carrera, ha desempeñado importantes cargos tanto en el Ecuador como en el exterior: fue jefe de despacho y coordinador general de gabinete del canciller José Valencia, ministro de la Embajada del Ecuador ante el Reino de España y sus concurrencias, consejero en la misión permanente del Ecuador ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, y cónsul en Suecia.
Además, Vayas tiene una sólida formación académica en derecho internacional y relaciones internacionales, y es uno de los expertos del Ecuador en el tema de contaminación y desechos, habiendo sido vicepresidente de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación; así como de la COP del Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes y de la del Convenio de Roterdam sobre Sustancias, Productos Químicos y Residuos Peligrosos.
Fue a inicios de marzo de 2022 que 175 países, en la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Nairobi, Kenia, dieron paso a la decisión histórica de acabar con la contaminación de plásticos y formular un tratado internacional de cumplimiento obligatorio cuyo proceso de negociación debe finalizar en 2024.
El tratado busca abordar la crisis global de la contaminación por plásticos, cuando el mundo produce alrededor de 430 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales dos tercios terminan en la basura. Si no se toman medidas urgentes, la producción de plásticos se duplicará en los próximos 20 años.
El tratado intentará regular todo el ciclo de vida de los plásticos, desde su producción y su uso hasta su disposición final. Como es fácil entender, el sector petrolero mundial se ha opuesto por décadas a un tratado de tal naturaleza, por lo que lograr el compromiso de elaborar un tratado vinculante fue un éxito rotundo. Como dijo Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente, en aquella ocasión: “Hoy es el día del triunfo del planeta Tierra sobre los plásticos de un solo uso”.
Las negociaciones de ese tratado mundial contra la contaminación por plásticos han seguido su curso: ya hubo cuatro rondas y se intenta concluirlas en una quinta ronda antes del fin de 2024.
Las cuatro rondas de negociaciones del INC fueron:
1. La primera en Punta del Este, Uruguay, en noviembre de 2022.
2. La segunda en París, Francia, en mayo de 2023.
3. La tercera en Nairobi, Kenia, en noviembre de 2023.
4. La cuarta en Ottawa, Canadá, en abril de 2024.
Sin embargo, no ha sido fácil avanzar en el texto del tratado.
El embajador Luis Vayas Valdivieso asumió la presidencia de dicho comité el 19 de noviembre de 2023, en la sesión final del tercer período de negociaciones, con la responsabilidad de llevar el barco a puerto, cuando enfrenta aguas turbulentas (y la atención del mundo está concentrada en otras cosas, como las guerras de Ucrania y el Medio Oriente).
No fue casualidad: para obtener dicho cargo, la Cancillería ecuatoriana, bajo el liderazgo de Juan Carlos Holguín y Gustavo Manrique, realizó una campaña mundial de promoción de Luis Vayas, el mejor candidato para el puesto, y de la posición del Ecuador sobre el tema, logrando los compromisos necesarios, he de decirlo con cierta facilidad por el prestigio alcanzado por el Ecuador en el tema ambiental (aumentado por el logro del canje de deuda para la protección de Galápagos) y el prestigio del propio Vayas, un nombre conocido en el ámbito internacional de la lucha contra la contaminación ambiental.
El quinto período de negociaciones del INC sobre la contaminación por plásticos se llevará a cabo en Busan, Corea del Sur, del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 2024.
Pero ¿cuál es el problema y cuál ha sido el papel de Luis Vayas para que los expertos —porque el noruego Lovold es solo uno de los muchos que lo hacen—, lo alaben de manera tan abierta y entusiasta? Que, en las rondas previas, los negociadores representantes de los países han insertado la absurda cantidad de 3868 observaciones al texto borrador del tratado [las cuales se colocan entre paréntesis rectos, como en este ejemplo], de las cuales cerca de 2000 se han introducido solo desde Ottawa. Además, está lleno de notas al pie y de “opciones” y se alarga por 70 páginas.
Esa descomunal cantidad de observaciones, notas y senderos que se bifurcan sembró el terror entre aquellos países que sí quieren un tratado efectivo para poner fin a la contaminación por plásticos: es prácticamente imposible que con un material tan enrevesado se alcance en solo siete días de negociaciones en Busan un consenso sobre el texto final del tratado internacional. Y con ello, la contaminación por plásticos seguiría sin control.
Vayas ha trabajado intensamente en consultas con los países para tratar de resolver los problemas presentados y su decisión de hacer uso de su prerrogativa y encargarse él mismo de la tarea de presentar una potencial base formal de negociación sólida y estructurada ha sido alabada en todos los ámbitos.
No es fácil que un diplomático cargue sobre sí una responsabilidad tan gigantesca, pero los que nos honramos con la amistad y hemos trabajado con Lucho sabemos que es un hombre con la capacidad y la verticalidad para hacerlo.
Lo dice Stanley Johnson en un artículo en “The Independent”. El autor y activista sobre temas ambientales —quien, por cierto, tiene un hijo famoso, el exprimer ministro Boris Johnson— titula su artículo: “Nuestra producción de basura plástica está fuera de control. Y esta puede ser nuestra última oportunidad para hacer algo al respecto”.
En su columna narra precisamente una larga y provechosa conversación que tuvo con Luis Vayas, a quien visitó en la embajada del Ecuador. Sí, esa misma embajada que un tiempo fue la residencia de un personaje que no mantenía costumbres muy higiénicas que digamos.
Los desafíos son inmensos, dice Johnson. ¿Qué significa “el ciclo completo de vida de los plásticos”? ¿Se enfocará el texto en prohibir la fabricación de algunos polímeros debido a sus riesgos para la salud humana y para el ambiente? ¿Cómo resolverá el creciente impacto de los microplásticos?
El impacto de la producción de plásticos para alcanzar o no los objetivos climáticos es inmenso. De acuerdo a los documentos base que emplean los delegados, las emisiones totales del ciclo de vida de los plásticos alcanzan cada año 2.4 billones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2 e).
“Menos de 10 por ciento de los plásticos se recupera, reutiliza o recicla. Si no se actúa en el lado de la oferta (producción) podemos estar escupiendo al viento”, dice Johnson sobre su conversación con Vayas, de quien expresa en el artículo alta estima y muestra su total confianza en que logrará el mejor resultado posible en Busan.
Aunque Vayas debe ser y es neutral en todos los temas que se traten en estas negociaciones, él cree que, así como existe el Protocolo de Kyoto, el Acuerdo de París, el Convenio de Basilea y otros con nombres históricos, pueda lograrse que a este instrumento se lo adopte en Galápagos, con lo que se llamaría el Tratado de Galápagos contra la Contaminación por Plásticos, guardando absoluta lógica con su principal propósito y razón de ser. Será cuando se estampe la última firma necesaria para ponerlo en vigencia.
Mientras tanto, a Luis Vayas le toca el inmenso desafío de sacar adelante el texto del tratado. Ayer estuvo en Tokio con el emperador del Japón, quien le invitó a una audiencia privada, y también él le pidió que lo consiga.