Contrapunto
La ópera de Glinka que avergonzó a los soviéticos
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
Actualizada:
Parece contradictorio que a Mikhail Ivanovich Glinka (1804-1857), el compositor que despertó el nacionalismo musical ruso, la revolución bolchevique de 1917 decidiera quitar el nombre original a una de sus más célebres óperas.
Pero ocurrió. Titulada 'Una vida por el zar' fue la obra teatral más aclamada por la crítica mundial, pero tras el triunfo de la revolución los líderes políticos consideraron que debía llevar un nombre que borre de la memoria a los Romanov.
Por esa razón, durante los primeros años con los bolcheviques en el poder, la ópera en cuatro actos y un epílogo de Glinka fue titulada 'Ivan Susanin', el nombre del protagonista del drama.
La historia dice que la ópera fue estrenada en 1836 y que fue la primera obra lírica rusa conocida en el extranjero y compuesta por Glinka que, pese a que vivió en España, Italia y en Alemania no se dejó influenciar por esas corrientes musicales.
A su regreso a Rusia comenzó a despertar el nacionalismo musical de su país que, al mismo tiempo, sirvió de inspiración a otros músicos.
La literatura musical explica que fue representada por primera vez en San Petersburgo, que el zar Nicolás I había asistido a un ensayo y que Glinka le pidió autorización para que la obra escénica lleve el nombre ‘Una vida por el zar’.
Originalmente fue presentada con el nombre de 'Ivan Susanin', pero el compositor prefirió la alusión al zar y así fue estrenada y difundida en las ciudades más grandes de Rusia y en varios países de Europa.
El musicólogo Roger Alier, en su 'Guía universal de la ópera', Ediciones Robinbook, Barcelona 2007 narra así la anécdota:
“Cuando se produjo la revolución rusa, el título de la ópera volvió a ser 'Ivan Susanin'. En la versión adaptada durante la dictadura comunista el rey Mikhail Romanov fue sustituido por un imaginario príncipe Dmitri Pozharsky, con lo que se eliminaba la referencia a la dinastía destronada por la revolución. Hoy se ha vuelto a la versión zarista”.
En 1866, con la denominación zarista fue representada por primera vez en el extranjero, en Praga. La otra gran obra teatral de Glinka fue 'Russlan y Ludmilla', de 1842, basada en poemas de Pushkin.
Glinka había estudiado piano en San Petersburgo con John Field, también aprendió la teoría musical, pero entre 1830 y 1833 se trasladó a Italia por razones de salud.
Vivió en algunas ciudades de España, en Viena y en Berlín. De los españoles aprendió su música folclórica, incluso compuso algunas obras (Jota aragonesa, Recuerdos de Castilla, Una noche en Madrid), sin embargo, esa experiencia no impidió que se le encendiera la idea de la música nacionalista rusa.
Y cuando regresó a su país se propuso rescatar esa música desde sus raíces.
Las ideas de Glinka fueron tomadas por el Grupo de los Cinco que se formó en San Petersburgo entre los años 1856 y 1870: Mili Balákirev, César Cui, Modest Músorgski, Nikolái Rimski-Kórsakov y Aleksandr Borodin.
Según la Enciclopedia Salvat, Glinka supo despertar el interés por el canto popular autóctono; alentó a sus colegas más jóvenes para que vayan en esa dirección, por eso se explica el nacimiento del Grupo de los Cinco.
Salvat resume así el papel de cada uno de los integrantes del Grupo, que se auto disolvió por causa de las fuertes personalidades de cada uno de ellos:
“El Grupo de los Cinco tuvo un genial creador (Mussorgsky), un compositor magistral (Rimsky-Korsakov), un amateur de elevada inspiración (Borodin), un líder (Balakirev) y un teórico (Cui)”, que fue quien redactó el vago manifiesto de principios estéticos que aglutinó los exaltados temperamentos musicales de todos ellos.
Otro dato que aporta Salvat es que, a partir de 1812, el año que Moscú fue ocupada por las tropas napoleónicas y sufrió su famoso incendio, comenzó una nueva época para la recuperación de la ciudad.
Entre sus nuevas edificaciones surgió, en 1925, el Teatro Bolshoi, en ese mismo año se estrenarían dos obras de Glinka. En su primer periodo de compositor solo escribió obras instrumentales.