En sus Marcas Listos Fuego
La UAFE y el SRI – La lógica prostituida
PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
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Por favor, lean esta columna con una bolsa o basurero cerca. Valiente aquel que logre terminarla sin expulsar el desayuno.
Hoy es un día aciago en el que en un ejercicio aritmético les narraré como la UAFE y el SRI, lo han prostituido todo.
La historia que les voy a narrar es una historia repetida, una que veo en decenas de seres humanos todos los días, una novela de terror que viven los ecuatorianos honestos y que la narro desde mi profesión, pues me dedico al Derecho Penal Económico y palpo, con mi piel, el infierno que les relataré.
He unificado los casos que conozco y muchos de los que he defendido, para que a todos les quede claro el fuego eterno que se les avecina.
Enrique es un ecuatoriano de clase social media, que con beca logró estudiar ingeniería en alimentos en Francia y que, gracias a su esfuerzo, fue contratado en una empresa de distribución de alimentos como responsable de toda la producción nacional.
Su sueldo: USD 3.900 mensuales. Sí, buen sueldo. Pero tiene 3 hijos que van a un colegio privado y una hipoteca que pagar. Juntando su remuneración con la de su esposa, Sandra, salen mes a mes sin deudas, con una vida sin lujos, pero sin carencias. Son una familia feliz, unida, que ahorra y no pasa apuros económicos.
Han ahorrado varios años, aprovechando los décimos y las utilidades. Juntos han alcanzado, tras varios años, a acumular USD 50,000 en una cuenta de ahorros conjunta, los cuales, para que la inflación no le gane al capital, deciden colocar en pólizas a plazo fijo, en un banco nacional, como fondo de ahorro para la universidad de sus hijos.
Ahora vamos a este sencillo análisis de interés compuesto, para lo cual dejaré fijo el 9% de interés anual para fines didácticos:
• 1er año: Colocando 50,000 a un año plazo con el 9% de interés, ganan 4,500 en intereses y claro, el capital más intereses se restituye a su cuenta, es decir, al final del año se les acredita 54,500.
• 2do año: Inmediatamente lo reinvierten, al mismo plazo e interés. Resultado: al final del año se les acredita 59,405 USD (54,500 de capital + 4,905 de interés).
• 3er año: Reinvierten, al mismo plazo e interés. Resultado: al final del año se les acredita 64,751.45 USD (59,405 de capital + 5,346.45 de interés).
• 4to año: Reinvierten, al mismo plazo e interés. Resultado: al final del año se les acredita 70,579.08 USD (64,751.45 de capital + 5,827.63 de interés).
• 5to año: Reinvierten, al mismo plazo e interés. Resultado: al final del año se les acredita 76,931.20 USD (70,579.08 de capital + 6,352.12 de interés).
Y vamos a detenernos ahí. Esta magia financiera lo logra el interés compuesto. El secreto está en no gastarse los intereses, sino reinvertirlos junto al capital y así, cada año, multiplicando el nuevo capital por el interés, se obtiene un rendimiento financiero mayor.
Si Enrique y Sandra se gastaban los intereses y sólo reinvertían los USD 50,000, en 5 años tenían USD 72,500. Con interés compuesto, reinvirtiendo todo el interés junto al capital, logran USD 76.931,19. Esto, en una proyección a largo plazo, consigue un ahorro maravilloso.
¿Y qué onda con la UAFE y el SRI? Aquí viene la estupidez.
La UAFE emite un ROII (Reporte de Operaciones Inusuales e injustificadas) y el SRI un Informe de Riesgos Tributarios porque comparando las acreditaciones en el sistema financiero vs. lo declarado el Servicio de Rentas Internas, concluyen que Enrique y Sandra tienen un incremento patrimonial injustificado de USD 299.235,54.
¿De dónde sacan esta cifra la UAFE y el SRI? Es que son tan bestias y sus sistemas informáticos son tan retrasados, que consideran que cada acreditación de capital en la cuenta conjunta de Enrique y Sandra es un nuevo ingreso.
¿Por qué no suman los intereses? Porque Sandra y Enrique sí declararon en su impuesto a la renta los rendimientos financieros, mas no el capital, porque el capital ya es de ellos (y por ende se declara una sola vez) y, por ley, si es de ellos no es un nuevo ingreso.
Sí, así como lee. Los primeros USD 50,000 estaban declarados y provienen de sus salarios. Pero cuando ese dinero se debita para ir a la póliza a plazo fijo y retorna siendo USD 54,500, UAFE y SRI consideran que existe un nuevo ingreso de USD 54,500, mas no de sólo USD 4,500, es decir, duplican el capital. Y así sucesivamente, ad infinitum.
Ahora imaginen que esos primeros USD 50,000 Enrique y Sandra los reinvirtieron (capital más intereses) por 15 años.
Es que el sistema de persecución penal en este país es tan demente, que cuando tu propio dinero, debidamente declarado, regresa a tu cuenta, es considerado como un ingreso autónomo antes no declarado.
Y ahí viene el infierno. Fiscalía allana a Enrique y Sandra. Con fusiles alguna unidad élite de la Policía Nacional coloca en el piso a sus hijos menores de edad, sobre la cama se toman fotografías de los bienes incautados (dos computadoras, 3 memorias USB, 40 billetes de 20 dólares, un reloj Fossil y cinco pasaportes, es decir, cualquier pendejada pero que sirve para el morbo de una sociedad de babosos).
Los medios de comunicación reportan a esta “pareja lavadora de activos”; los jefes de Enrique y Sandra se asustan y los despiden; todas las embajadas habidas y por haber revocan las visas a toda la familia; Enrique y Sandra van a la cárcel con prisión preventiva; el juez ordena incautación de bienes por Inmobiliar y el Estado en menos de 24 horas les quita la casa con la ley de extinción de dominio. ¿Los tres hijos? Psicológicamente destruidos, se van a vivir con sus abuelos.
Aparece un abogado buitre, sin ningún conocimiento de Derecho Penal Económico y ante un relato aberrante y sin sentido de un fiscal sin ninguna preparación en sumas y restas, un Tribunal Penal integrado por Jueces incapaces de identificar los números primos, los condenan a pasar 13 años tras las rejas.
Esto no es un cuento. Esta es la historia de cientos de ecuatorianos honestos. Mientras esto sucede, porque un grupo de enajenados mentales son incapaces de contarse los dedos de los pies, los sicarios, los traficantes de pornografía infantil, los traficantes de armas y de órganos, todos, quedan impunes, porque la UAFE y el SRI son incapaces de rastrear a los verdaderos criminales y sus réditos económicos.
¿Saben por qué? Porque los delincuentes no colocan el dinero de venta de drogas en pólizas a plazo fijo en su banco de confianza.
Y luego me preguntan por qué este país es tan atractivo para lavar activos. Pues por esto, porque vivimos en un Estado que caza ciudadanos y acicala criminales.
¿Qué pasa si les digo que el 90% de casos de lavado de activos y enriquecimiento privado no justificado están construidos con incoherencias como estas?
Y sí, por eso, otra vez podemos mandar todo al carajo, porque cuando Sandra y Enrique por fin consiguen un abogado con dos dedos de frente, cuando por fin salen libres años más tarde tras ser vejados y violados en una cárcel, regresan a un mundo que los tacha de lavadores, a un sistema que los repudia por haber estado presos, a una humanidad deshumanizada que jamás permitirá que cierren sus heridas.
Por eso cuando leo en la prensa que hubo allanamientos por lavado de activos, evito leer la noticia, porque ya conozco a mi tropical y torrencial selva.