Matrix política
10 maneras de JODER tu campaña (Entrega Final)
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
Actualizada:
Quisiera comenzar estas líneas agradeciendo intensamente a todas las personas que encontraron interesante la entrega de la semana pasada.
A mis colegas de la Academia, a los distintos cuartos de guerra que lo están procesando a la interna, a los periodistas que están entendiendo un poco más de este mundo de la consultoría política a los ciudadanos comunes que les gustó saber lo que pasa tras bastidores de una campaña política, sobre todo cuando está mal hecha, que es cuando se nota más.
Vamos con las 5 restantes y al grano:
6.- El candidato mimado por el círculo rojo: cada elección, sin fallar, aparece un candidato que es el elegido por las élites económicas, por algunos de los más grandes medios de comunicación y por cierto sector de las redes sociales (especialmente X y WhatsApp) que tratado como un predestinado irrumpe en el escenario para ganar la elección.
El grave problema ahí, es que las élites suelen estar hiperdesconectadas de la calle y del pueblo, los medios de comunicación han bajado tremendamente en impacto y en las redes suelen ser muy déspotas o groseros sus aliados, cosa que en lugar de apoyar, resulta un bumerán que expulsa a los pocos interesados. Lo que sí es seguro, es que WhatsApp barre en toda elección. Lamentablemente, no más de ahí.
7.- Los “salvavidas de plomo”: en la elección pasada en Colombia (año 2022) pocas semanas antes de la primera vuelta, Fico Gutiérrez (exalcalde de Medellín con gran suceso) iba fijo en los números a llegar a la segunda vuelta contra Gustavo Petro. Sin embargo, unas pocas semanas también antes de la elección, Gutiérrez recibió el apoyo (endorsement dirían los gringos) de una gran parte de la política tradicional (y por tradicional, en esta ocasión, me refiero a anquilosada y profundamente desgastada) del vecino país lo que le quitó (dicen los entendidos) automáticamente el apoyo de nuevas generaciones que no querían ver nada que se parezca al viejo país que esa elección quería superar.
Tener a tu lado políticos desgastados, que polaricen, dividan y tengan más negativos que positivos, seguramente hará que pierdas el apoyo de mucho indeciso que busca renovación, ideas y prácticas frescas y nuevas.
8.- Trabaja menos que el cuñado de Rocky: todo el que ha trabajado en serio en una campaña política sabe que las jornadas laborales son de entre 14 y 16 horas durante 4 o 5 meses. Eso requiere un candidato en buena forma física, que tenga una gran actitud a la hora que sea, que sea entregado al trabajo a sol y sombra y que, de ser posible, esté alejado de vicios y prácticas que le dejen sin tiempo para lo importante.
Eso de que hay que tomarse un traguito en la campaña es un mito, puedes probar algo para no despreciar la invitación, pero quedarte no solo te expone a papelones (hoy maximizados por las redes), a decir cosas que no debes y a tener un semi muerto al día siguiente. Una campaña seria comienza por el ejemplo de arriba y si se ve real compromiso 24/7 del candidato, pues, eso contagia al equipo que seguramente lo dará todo para ganar esa elección.
9.- Candidato pobre, pobre candidato: viejo aforismo utilizado por los consultores políticos que sabemos que sin recursos, es muy complejo enfrentar maquinarias electorales que cuentan con dinero ilimitado. El dinero se necesita para todo: para contratar un equipo altamente calificado, para hacer piezas memorables de publicidad, para pautaje de medios ATL y BTL, para conseguir un centro de Big Data que te permita llegar a todos, para las encuestas, para las campañas de microinfluencers de redes… En fin, muchos ítems más.
Mis profes gringos con los que me formé y que vienen de una sociedad que todo lo mide, dicen que para una campaña se necesita como mínimo 1 dólar por cada voto que necesites para triunfar y 6 dólares como máximo (porque, según ellos, también puedes saturar la campaña) por cada voto que te lleve a ganar la elección. En otro artículo ofrezco hablar sobre los límites éticos que esto supone.
10.- El Día “D”: los ecuatorianos, porque lo hemos vivido en nuestra historia reciente (recuerden el absoluto bochorno de 2017), sabemos que debemos hacer mucho caso al tristemente célebre Joseph Stalin que dijo: “No importa cómo se vota, ni quién vota, ni dónde ni a quién. Lo importante es quien cuenta los votos”.
Por eso las campañas tienen que trabajar desde el primer día para el día de la elección. Un correcto control electoral, la mayor cantidad de delegados posibles en mesa, abogados expertos en recursos electorales, responsables de circunscripciones, parroquias, cantones, distritos, un gran centro de inteligencia y procesamiento de datos… todo esto para no caer en la triste, pero célebre frase que dice que no hay campaña más cara que la que se pierde en la mesa.
Y perder, yo lo he vivido, después de entregar la vida en una campaña, es una situación muy triste de la cual los consultores, que le ponemos el alma, nos cuesta recuperarnos.
Buena campaña y buena elección. Salgan y dignifiquen la política que es la única manera.