Matrix política
Ecuador, el país que solo se une en la tragedia
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
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Y esto es inaudito. Es incomprensible. Es imperdonable.
El martes, alrededor de las 15:00, todos los quiteños nos quedamos absortos al ver una gigantesca columna de humo (similar a cuando erupcionó el volcán Pichincha en 1999) que encendía el cielo en el lado oriental de la ciudad. Sentimos miedo, incertidumbre, ansiedad.
Y, paradójicamente, fue la tragedia sucedida en Quito una auténtica metáfora de cómo debería funcionar el país todos los días y no solo cuando este tipo de cosas pasan. Una verdadera lección para todos de qué supondría sacar este país adelante.
Veamos:
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El cuerpo de bomberos de Quito:
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Una metáfora de cómo debería funcionar el servicio público: fueron los héroes de la jornada. Con mística, bien equipados, con un sentido de responsabilidad inigualable, con un sentido de la urgencia pocas veces visto. Con absoluta honestidad, con solidaridad y con el reconocimiento de toda la sociedad en su conjunto. ¿Qué sería de este país si todos los funcionarios públicos actuarían igual a los bomberos en la tragedia?
- 2
Los ciudadanos:
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Solidarios, trabajando en equipo, cuidándose las espaldas cada uno con el de al lado, haciendo cadenas, aprovechando bien los recursos, respetuosos de los demás, despejando las calles para que pasen los que tenían que pasar. Y después, generosos, solidarios, con unas ganas enormes de salir a donar agua, colirios, hidratantes, pañitos… ¿Qué pasaría si los ciudadanos fuéramos así todos los días y no solo cuando hay una tragedia?
- 3
Las autoridades:
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Por una vez abandonando la mezquindad política, sin atacarse, sin peleas estériles, dándose las manos, juntos en la mesa de decisiones. Gobierno central y Municipio de Quito, sin vanidades personales, sin egos, sin votos de por medio, solo pensando en que juntos podían liderar este desastre. Poniendo todos sus recursos a disposición de los ciudadanos. Sin actos de corrupción, sin espectáculos bochornosos (tal vez fue bueno para esto que no haya participado la Asamblea), sin shows mediáticos ni plataformas politiqueras electorales. ¿Qué pasaría si los políticos fueran todos los días así y no solo en la tragedia?
- 4
El sector productivo:
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Atento a dar la mano, generoso, organizándose para donar como cada vez que se les ha pedido. Buscando ya la manera de poder poner su parte. Llamando a ministros y al alcalde para ponerse a la orden. Pensando ya en cómo reorientar sus planes de responsabilidad social para ponerlos, esta vez, al servicio del medio ambiente. Buscando ya, qué arbolitos comprar, organizando con sus colaboradores jornadas de siembra por fuera del horario laboral. Dando esa parte que, sin tener que hacerlo, la hacen de mil amores porque sienten que si el lugar de influencia suya mejora, pues va a mejorar absolutamente todo. Honestos, sin pedir ninguna prebenda a cambio. ¿Cómo sería el país con un empresariado así cada día del año?
- 5
La prensa:
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Cumpliendo un papel fundamental de informar con la verdad, con muchísima objetividad, sin pensar a quién le beneficia o le perjudica políticamente. Valientes, con reporteros de raza, que se metieron casi sin equipos a los lugares más complicados con el único y sólo fin de informarnos al resto de ciudadanos que veíamos con angustia cómo las llamas devoraban los árboles, los parques y las casas, gracias a Dios, sin víctimas humanas que lamentar. ¿Se imaginan una prensa así todos los días? Y no me refiero a las excepciones, que las hay, sino a toda la prensa, todos los días.
No puedo creer realmente que a este país solo le una la tragedia. Tenemos enemigos que nos deberían unir todos los días a todos los actores. Hagámonos cargo, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, el narcotráfico, la violencia, la pobreza, la débil economía… son contra quienes, cada uno desde su trinchera, debemos levantarnos todos los días y luchar contra ellos. La metáfora del incendio de Quito nos dio una muestra: juntos podemos todo. A levantarse Quito, a levantarse Ecuador, que está probado que podemos.