Matrix política
Pabel en la encrucijada
Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.
Actualizada:
Dos cosas llamaron profusamente la atención la semana pasada cuando la encuestadora Perfiles de Opinión hizo pública su investigación sobre diferentes temas de la coyuntura política nacional, pero sobre todo sobre la valoración del actual Alcalde de Quito:
- La primera tiene que ver con la terrible pobreza de sus números en relación con el principio de su gestión: casi el 70% de la población de la Capital, no le cree a su Alcalde.
- La segunda es que, al ser la principal de Perfiles, funcionaria del propio municipio, sería bastante extraño que esas cifras estuvieran acomodadas o truchadas.
En mi concepto, este tema se debe fundamentalmente a que Pabel no ha podido gestionar con éxito los temas (léase problemas) estructurales de la ciudad.
Sin ningún orden de prelación:
No ha existido el menor intento de su administración de instalar en Quito la caja común (que funciona perfectamente en Cuenca) que además se ofreció en campaña para que los buses no vayan en carreras asesinas. Varios de los problemas más graves del tránsito en Quito se pudieran solucionar con eso: competencias suicidas, exceso de velocidad, unidades en mal estado, invasión de vías y carriles, dejar a los peatones en la mitad de la calle…
No se ha avanzado demasiado (a más de un año de gestión) con la reorganización de las rutas en superficie para potenciar el Metro. Esto quiere decir dos cosas, La primera, que la labor de los entes encargados de esto ha sido muy lenta. Y la segunda, que fuera peor: que algunas de las mafias que controlan el transporte tienen al alcalde atado de pies y manos. Lo del Metro es material de otro artículo entero.
El conflictivo uso del espacio público ha convertido a la ciudad en un mercado. Se entiende perfectamente que hay que tener un equilibro de cirujano de corazón para poder ordenar el espacio frente a un país en donde escasea el trabajo. Entendido eso, la decisión de sacar o no a la gente sin permisos (casi criminalizándole) es muy delicada, pero para eso se elige a un personero de esta envergadura: para que tome decisiones.
Y el tema inseguridad que aunque no es estrictamente sólo su competencia, fue otra propuesta de campaña. Y, aunque se puede argumentar que se han reacondicionado algunos UPC como se ofreció, esto queda lejísimos como gestión para el tamaño del problema. Cámaras, botones de pánico, alarmas comunitarias (no solo en los barrios de los cercanos al Municipio), centros de inteligencia y monitoreo…frente a esto, los UPC recién pintados dejan sabor a poco.
Pabel necesita grandes decisiones en estos grandes temas o va a seguir cayendo fuerte, amén de que su comunicación también ha sufrido un descenso importante tanto en calidad como en sentido de oportunidad.
Ahí sus desafíos, a grandes problemas, grandes decisiones.