Sin minerales ni petroquímicos, no hay dispositivos tecnológicos
Es imposible imaginar el mundo moderno de las telecomunicaciones e Internet sin los minerales como el cobre o el neodimio. Gracias a ellos, los celulares son más inteligentes y delgados.
Trabajos de exploración en el proyecto Curipamba, ubicado en Bolívar, el 1 de febrero de 2022.
Cortesía Viceministerio de Minas
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Los humanos vivimos rodeados de minerales y derivados de petróleo. Sin asociarlos al desarrollo tecnológico, 5.000 millones personas se conectan diariamente a Internet gracias a los cables de cobre o de silicio.
Para postear o dar like en una foto de redes sociales necesita de su móvil, que en su mayoría está hecho de plástico, un derivado del crudo, y que se enciende gracias a baterías de litio, otro mineral codiciado en la industria tecnológica.
De hecho, uno de los nuevos modelos de iPhone es una mezcla de 15% de cobre, otro 20% de metales y hasta 56% de plástico.
Reemplazar estas materias primas o prescindir de ellas sería impensable en los momentos actuales, según el máster en Ciencias de la Tierra, David Altamirano.
“El desarrollo de la tecnología va de la mano de la extracción de materia prima y en este caso de los minerales”, agrega Altamirano, profesor de Geología en la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL).
Los minerales del móvil
En 1930, el geoquímico ruso Alexander Fersman fue uno de los primeros en resaltar la utilidad de la minería para el hombre. Ponía de ejemplo la cantidad de elementos químicos y metales que se necesitaban para fabricar un auto: 65 tipos diferentes de átomos y 100 clases de metal.
Y la lista se extiende cuando se fabrican las turbinas de los modernos aviones, o la maquinaría que se usa para mover las industrias.
Pero hay un equipo que es más cercano para el usuario final: el celular inteligente.
Para fabricar un móvil se requieren al menos de 80 elementos químicos, 200 minerales y cientos de aleaciones de plástico.
La mayor parte de estos minerales empleados en los móviles proviene del llamado grupo de las ‘tierras raras’.
“El desarrollo de los equipos ha sido posible por estos minerales raros, una familia de 17 elementos”, señala el profesor Altamirano.
Uno de los más útiles es el neodimio, un elemento magnético que se utiliza como superconductor y que ha permitido que el móvil se reduzca de tamaño y se haga más delgado.
Otro mineral muy importante para un celular es el silicio, con el que se fabrican las pantallas táctiles.
Y en el caso del cobre, es uno de los minerales preferidos por la industria para el despliegue de redes y cables, debido a que es más barato que otras materias primas.
Ecuador tiene un potencial minero valioso, a través de los proyectos de cobre La Plata y Curipamba, en fase de exploración y explotación. En un escenario positivo y sin bloqueos, estos proyectos podrían producir 45.449 millones de libras de cobre.
Están en todas partes
Pero los minerales no solo son parte esencial de un dispositivo electrónico o de las redes que transportan Internet a la casa.
Tome de ejemplo la construcción: “Para construir una casa o un edificio siempre vamos a necesitar acero, aluminio, cemento y por supuesto piedra”, señala Altamirano de la ESPOL.
Y en la cocina, para preparar su plato preferido, requerirá de utensilios hechos de acero, cobre o hierro.
“Incluso ingerimos minerales, un ejemplo es la sal, porque no creo que nadie se atreve a probar algo que le gusta sin sal”, añade Altamirano.
Hasta los nuevos equipos tecnológicos como los autos eléctricos, que se perfilan como la solución para dejar atrás a la gasolina, necesitan de baterías de litio.
La demanda mundial de litio podría aumentar más de 40 veces para 2040, impulsada por el auge de los vehículos eléctricos, según la Agencia Internacional de la Energía.
Altamirano reconoce que extraer, triturar y procesar minerales consume mucha energía y es contaminante. El sector minero representa cerca del 6% de la demanda mundial de energía y el 22% de emisiones industriales en el mundo.
El experto también asevera que es posible una minería responsable, porque existe la tecnología y es cuestión de utilizarla. “Las grandes empresas ya extraen minerales teniendo en cuenta de no impactar el agua, medio ambiente o el entorno social”.
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