'Sharenting', cuando las fotos y anécdotas familiares arriesgan la seguridad de niños y adolescentes
Sharenting
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El término ‘sharenting’ es un anglicismo que viene de las palabras en inglés 'share' (compartir) y 'parenting' (paternidad).
Se trata de una nueva tendencia derivada del ‘oversharing’ (sobrecompartir) que consiste en la exposición permanente de los niños en las redes sociales de los papás, explica Javier Ávila, Presidente Ejecutivo de Fundación Ecuatoriana de Internet Sano y Seguro (FEISS).
'Sharenting' es, por tanto, la práctica de publicar las fotos y contenido de niños y adolescentes, principalmente, por parte de los padres, explica Silvina Tantone, especialista en Educación y Nuevas Tecnologías y mentora de Argentina Cibersegura, en el portal We Live Security de ESET.
“El peligro está ahí aunque no lo veamos. Lo que usted haga con sus hijos en Internet le perseguirá toda su vida.”
Javier Ávila, Presidente Ejecutivo de Fundación Ecuatoriana de Internet Sano y Seguro (FEISS)
Desde la Fundación Ecuatoriana de Internet Sano y Seguro (FEISS) consideran que la práctica del ‘sharenting’ “no es buena” porque es una exposición innecesaria de los niños y adolescentes: “mientras menos publicaciones más seguros están”.
Su recomendación es cuidar lo que se postea, habla o publica de los hijos en Internet.
La red “no perdona ni olvida”: la información se vuelve parte de la huella digital de la persona, aunque esta no haya consentido su divulgación. Esto puede afectar su vida social, personal y hasta laboral.
Las consecuencias del 'sharenting'
Aunque parece algo inofensivo que, dependiendo del caso, no trasciende de risas o halagos la información personal expuesta por los padres puede ser usada, por ejemplo, para fraudes, estafas e incluso para redes criminales y pedófilos.
“Tratándose de personas menores de edad, de la privacidad de nuestros niños y niñas, tenemos la responsabilidad de detenernos a pensar antes de postear, para cuidarlos, tal como, lo hacemos en los otros ámbitos de sus vidas.”
Silvina Tantone, especialista en Educación y Nuevas Tecnologías y mentora de Argentina Cibersegura.
El ‘sharenting’ implica compartir información y datos personales de menores de edad sin su consentimiento. Y, de esta manera, los niños y adolescentes pierden la responsabilidad exclusiva de construir su huella digital; sus padres o adultos cercanos lo hacen por ellos.
En algunos casos, incluso aún antes de nacer.
Aunque la edad aconsejable y limitante para tener acceso a una cuenta en algunas redes sociales es 14 años, no es raro que los adultos compartan ecografías o publican -consciente e inconscientemente- la fecha de nacimiento, nombres completos, dirección y hasta escuela donde estudian sus hijos.
“Subir una foto del niño o adolescente donde se vea el uniforme del colegio ya revela mucha información personal”, advierte Ávila.
"En el mundo, 90 o 95% de pedófilos y pederastas están en redes sociales. Los crímenes relacionados con niños y adolescentes son el tercer negocio más lucrativo del mundo, incluye adopciones ilegales, pornografía infantil, comercio ilegal de órganos, redes de niños para mendicidad, entre otros.”
Javier Ávila, Presidente Ejecutivo de Fundación Ecuatoriana de Internet Sano y Seguro (FEISS)
Evitar el ‘sharenting’
Existen protocolos para proteger la seguridad de los niños y adolescentes en Internet, aunque estos no siempre se respetan.
Algunas recomendaciones son:
- Evitar subir fotos de los niños a las redes.
- Si se suben imágenes, tapar u ocultar el rostro.
- Prohibir a terceros compartir información o imágenes de los niños.
- No publicar anécdotas o experiencias personales de sus hijos.
- Ajustar la privacidad en las redes para que las publicaciones de los hijos solo las vean un grupo selecto de personas cercanas.
- Enseñar a los niños a cuidarse de los peligros que hay en Internet.
- Aprender y conocer los riesgos que existen en la red.
- No prohibir a los adolescentes el uso de Internet, pero sí enseñarles educación digital.
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