Roedores amenazan el ecosistema de Cerro Blanco en Guayaquil
El bosque seco tropical Cerro Blanco es uno de los pocos pulmones vivos de Guayaquil y los roedores encontrados son una fuente de patógenos para las especies propias de la reserva.
Rattus rattus, una de las especies invasoras encontradas en Cerro Blanco de Guayaquil.
Darwin foundation
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El bosque protector Cerro Blanco es una reserva privada de 6.078 hectáreas de bosque seco tropical, ubicado en la cordillera Chongón Colonche en Guayaquil.
Este ecosistema es considerado como el pulmón más grande y el remanente de bosque seco mejor conservado de la ciudad.
Pero dos especies de roedores invasores (Rattus rattus y Mus musculus) amenazan con destruir el hábitat natural de la reserva.
A esta conclusión llegaron los investigadores de la Fundación Desarrollo y Biodiversidad, del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), del Observatorio de Biodiversidad, Ambiente y Salud; y de la Universidad de Guayaquil.
Jaime Salas, biólogo de la Universidad de Guayaquil y coautor del estudio, explica que "la idea del análisis nació porque la información sobre mamíferos pequeños no voladores en la costa son escasos".
Además, dice que existía interés específico en Cerro Blanco, ya que es una zona rodeada por la expansión urbana de la ciudad de Guayaquil.
"Cerro Blanco es, probablemente, el último remanente de bosque seco y ha sido poco estudiado".
Jaime Salas, investigador
Un depósito de patógenos
"Las dos especies (Rattus rattus y Mus musculus) son signos de alerta de que existen especies introducidas con una presencia confirmada en el área protegida", dice el experto.
Añade que no son las únicas especies introducidas que soporte el área. "Hay aves como el perico Brotogeris versicolurus o invertebrados como el caracol africano".
¿Qué amenazas representan estas especies? Salas comenta que estos individuos introducidos son un reservorio de patógenos que pueden transmitir enfermedades a especies nativas.
Además, dice que puede existir competencia por espacios, alimentos y extinción de la fauna local.
¿Cómo llegaron los roedores al área de protección? Según la investigación, existen dos teorías. La primera son los asentamientos humanos irregulares de la zona; y la segunda por las conexiones con carreteras secundarias, que facilitan su desplazamiento.
Otras especies identificadas
Según la investigación, las especies qué más se avistaron y capturaron fueron: M. simonsi, A. baroni y P. decumanus.
Estos mamíferos se encontraron en tres áreas del muestreo con diferentes tipos de cobertura vegetal, lo que indicaría que son tolerantes a los cambios ambientales.
Una sorpresa para los investigadores fue encontrar a la especie Aegialomys baroni, pues solo se había se ha reportado previamente en las provincias de El Oro y Loja.
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