El mundo da un pequeño paso para frenar el calentamiento con el Pacto de Glasgow
A última hora, el pacto final de la cumbre COP26 tuvo un cambio: pasó de la "eliminación progresiva del carbón" a la "reducción progresiva".
El presidente de la COP26, Alok Sharma (d), muestra un documento a un grupo de negociadores, el 13 de noviembre de 2021.
EFE
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El mundo alcanzó en la tarde del sábado 13 de noviembre un acuerdo que, si bien dista mucho de impedir un calentamiento global, al menos insufla algo de esperanza.
Y es que el propósito de la cumbre del clima COP26 era mantener viva la posibilidad de que el aumento de la temperatura a final de siglo no sobrepase los 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales. Con la actual trayectoria, el consenso científico es claro: el cambio climático será devastador.
Todos los participantes eran conscientes al comenzar la conferencia de que saldrían decepcionados de Glasgow. Esa es la propia esencia de un acuerdo entre casi 200 países en el que cada cual vela por sus intereses nacionales.
Por eso, el Pacto Climático de Glasgow no satisfizo a nadie del todo, pero al mismo tiempo certificó progresos importantes, a cámara lenta.
¿Cuál fue el gran cambio?
El texto final del pacto acelera la acción colectiva contra el cambio climático y pide movimientos en esta misma década.
Una de las principales aportaciones, la referencia a la necesidad de acabar con el carbón y con los subsidios fósiles, se vio aguada en el último minuto por una enmienda de la India. Con esto se modificó la "eliminación progresiva del carbón", por su "reducción progresiva".
Según confirmaron a EFE fuentes de la negociación, el arreglo se hizo a última hora, a espaldas del resto de los países, entre la India, la Unión Europea, Estados Unidos y China, que coordinó esa demanda con Nueva Delhi y otras capitales como Teherán.
Esas mismas fuentes señalaron que China fue quien verdaderamente impulsó la enmienda y que "al final, la India no fue el problema".
De la ilusión a la decepción
Fue un balde de agua fría para los negociadores y especialmente para el presidente de la cumbre, Alok Sharma, que se emocionó hasta las lágrimas ante este revés. Pidió disculpas por "cómo se han desarrollado los acontecimientos".
"Entiendo la profunda decepción pero creo que, como ya habrán notado, es vital que protejamos este paquete de medidas".
Alok Sharma, presidente de la cumbre COP26
Varios países mostraron su disgusto por tener que aceptar un cambio sobre el que ni siquiera habían sido consultados, pero lo hicieron para poder sacar adelante un acuerdo que ya estaba en el horno, listo para firmar.
Mientras que para Greenpeace, el acuerdo de la COP26 "es sumiso, es débil y el objetivo de 1,5 grados apenas está vivo". Si bien, en el lado positivo, se destacó que "se ha enviado la señal de que la era del carbón está terminando.
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