Partos vírgenes o las especies que logran reproducirse sin aparearse
Un proceso llamado partenogénesis permitió que un cocodrilo hembra tenga una cría, sin la necesidad de un macho. Este no es el único caso.
El cocodrilo hembra 'Coquito', en el zoológico de Costa Rica.
Parque Reptilandia
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La naturaleza es un pozo sin fondo de extraordinarios hallazgos. Y el último de ellos se conoció a inicios de junio, cuando el cocodrilo hembra 'Coquito', en cautiverio en Costa Rica, logró engendrar un feto sin tener contacto con un macho.
El feto, aunque nació muerto, era idéntico a ella en un 99,9%. Los científicos bautizaron el hecho como el primero “nacimiento virgen” de un cocodrilo, e incluso publicaron un estudio en la revista Biology Letters.
Pero estos partos vírgenes son más que comunes entre las especies animales, y se deben a un proceso llamado partenogénesis.
La palabra teóricamente desciende del griego que significa ‘creación virgen’. ¿Qué es y por qué ocurre la partenogénesis?
Un proceso 'extraño'
En gran parte de los organismos, incluyendo el humano, la reproducción sexual depende de dos ingredientes: el óvulo y el espermatozoide.
Y cada uno aporta con información genética necesaria para crear un nuevo ser vivo.
En cambio, en el proceso de la partenogénesis, el cuerpo de un animal halla una forma única para reemplazar los genes del macho.
Pero el proceso no termina allí: las células reproductivas de la hembra se multiplican, y forman un solo material genético.
Por ello es que las crías producidas son una especie de clones de su progenitor, genéticamente idénticas, es decir, solo tienen cromosomas X de la madre.
Para asegurar la especie
Además del cocodrilo hembra de Costa Rica, hay otros ejemplos de partos vírgenes como el de un tiburón cebra llamado Leonie, que en 2016 tuvo tres huevos por su cuenta.
También está el caso de la pitón Thelma en el zoológico de Kentucky, que puso seis huevos sin siquiera haber visto a una pitón macho en su vida. Los huevos sobrevivieron, convirtiéndose en serpientes sanas.
Según los investigadores, que documentaron el nacimiento virgen del cocodrilo 'Coquito' de Costa Rica, en las últimas décadas se ha evidenciado un crecimiento “asombroso en la partenogénesis facultativa de vertebrados”.
Este modo de reproducción inusual se ha visto también en aves, reptiles no aviares, como lagartija y serpientes, y peces. Eso sí, jamás había ocurrido en reptiles vertebrados, mucho menos en un cocodrilo.
"Este descubrimiento ofrece información tentadora sobre las posibles capacidades reproductivas de los parientes extintos de los cocodrilos y las aves, en particular los miembros de los dinosaurios", subrayaron los científicos en el estudio.
Si bien es un proceso extraño, puede ocurrir cuando algunos animales están situaciones de estrés o falta de parejas para reproducirse.
En el caso de la hembra cocodrilo, ella estaba sola en el zoológico desde 2002, y no fue hasta 2018, es decir, 16 años después, que logró reproducirse por su cuenta.
Se trataría entonces de un mecanismo de supervivencia de las especies o una estrategia ‘inteligente’ de los animales para asegurar su descendencia.
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