Qué son las ondas Kelvin y por qué anuncian la llegada de El Niño
Los datos más recientes del satélite de la NASA muestran que las ondas Kelvin se están desplazando hacia las costas de Sudamérica, incluyendo las de Ecuador.
Panorámica de Guayaquil durante una noche de lluvia en el norte de la ciudad, el 13 de junio de 2023.
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Las ondas Kelvin se consideran las precursoras del evento climático El Niño, y se forman realmente en Indonesia, en un área considerada como la más caliente del mundo.
Pero desde allí se mueven hacia Sudamérica, y según el último reporte de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA), estas ondas se están desplazando "de oeste a este a lo largo de la línea ecuatorial, y hacia la costa oeste de América del Sur".
Los datos más recientes datan del 6 de junio y fueron tomados por el satélite Sentinel 6 Michael Freilich, e indican "las primeras señales del desarrollo de un fenómeno de El Niño", asegura la NASA.
Ahora bien, pero ¿qué exactamente son las ondas Kelvin y por qué es importante estudiarlas?
Las ondas, llamadas así por su descubridor William Thompson o Lord Kelvin, llevan agua caliente hacia Sudamérica, incluyendo Ecuador.
Y esto se asocia con niveles del mar más altos, desde el Pacífico occidental hasta el Pacífico oriental.
Al momento, dice la NASA, estas ondas tienen una altura en la superficie del océano estimada entre cinco y 10 centímetros, y cientos de kilómetros de ancho.
“Estaremos observando este episodio de El Niño con ojos de águila”, dijo Josh Willis, científico del proyecto Sentinel 6 de la agencia estadounidense.
Según Willis, las ondas propagan calor alrededor del planeta y podrían generar un Niño más agresivo.
"Si el fenómeno es grande, el mundo verá un calentamiento récord", añade Willis.
Además, durante El Niño, hay un debilitamiento de los vientos alisios.
Esta característica puede ocasionar condiciones más frías y húmedas al suroeste de Estados Unidos y sequía en países del Pacífico occidental, como Indonesia y Australia.
Y los últimos pronósticos científicos indican que los vientos alisios se están debilitando.
Sin duda, el evento climático de El Niño llegará entre noviembre y diciembre a Sudamérica, aunque su intensidad está por conocerse.
Pero dada las características actuales del océano Pacífico, los investigadores afirman que este episodio podría ser más extremo que El Niño de 2016.
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