Cómo lograr que más niñas quieran ser astronautas y científicas
Cuando se le pregunta a una niña de seis años que desea ser de grande, muchas quieren llegar a la Luna. Pero cuando cumplen 12, cambian de opinión. ¿Por qué?
Imagen referencial. Una niña sosteniendo un tubo de ensayo en un laboratorio.
BID
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Hasta ocho de cada 10 niñas y jóvenes creen que sufrirían discriminación si siguieran una carrera en STEM o ligadas a las matemáticas y tecnología en la universidad.
Y este indicador de discriminación, según el estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), proviene no solo de sus pares o amigos, también surge de padres y hasta de maestros.
“La mecánica es asunto de hombres”, o “las mujeres no son buenas para las matemáticas” son algunos de los prejuicios que llegan cuando las niñas cumplen 12 años.
Y son sesgos o prejuicios “muchas veces inconscientes que tenemos por generaciones”, dice la presidenta de la fundación internacional 'Inspiring Girls', la ecuatoriana July Maldonado.
Esta fundación opera en 30 países y por primera vez está en Ecuador, luego del esfuerzo de Maldonado y cinco voluntarias.
Según Maldonado, ingeniera de profesión, cuando las niñas son pequeñas tienen grandes sueños, como ser astronauta o militar.
Al llegar a la pubertad aparecen sesgos culturales que les impiden seguir. “Esto tiene que ver mucho con las limitaciones que ponen padres y maestros”, añade la presidenta de la fundación en el país.
El estudio del BID señala que solo el 4% de jóvenes, incluyendo mujeres, piensan que es “apropiado” que ellas trabajen en ciencias duras.
Y hasta un 60% opinan que los hombres deben trabajar en estas áreas.
Mentoras de las niñas
Frente a estos estereotipos tan evidentes, conseguir que las niñas elijan carreras STEM, puede resultar una tarea difícil.
Pero Maldonado cree tener una herramienta para lograrlo. Se trata de los llamados ‘Speed Networking’, espacios para acercar a las niñas con mujeres poderosas y que desempeñan oficios ligados erróneamente solo a hombres.
“Ponemos en contacto a las niñas con roles femeninos en una variedad de profesiones, incluyendo la tecnología”.
July Maldonado, ingeniera y directora de automatización.
La fundación organiza talleres y capacitaciones para que las niñas escuchen y conozcan las historias de éxito de estas mentoras.
Y el proyecto se enfoca en niñas de 12 a 16 años, precisamente la edad en que aparecen los llamados sesgos y prejuicios culturales.
En el último taller en un colegio de Quito tuvieron a distintos perfiles, como una de las dos únicas mujeres pilotos de combate de Ecuador. La fundación tiene más de una docena de mentoras y todas son voluntarias.
Se busca Niñas Embajadoras
Las mentoras del proyecto visitan los colegios y participan de los foros, organizados por la fundación y con alianzas de la empresa privada.
Además de compartir sus historias, las mentoras permiten que las niñas conozcan las oportunidades laborales a su alcance.
En los talleres, las jóvenes toman conciencia de que ellas pueden ser especialistas en ciberseguridad, programadoras de software, militares, árbitros o bomberos. Es decir, las opciones son infinitas.
“Las niñas no pueden aspirar a ser algo que no ven”, señala Maldonado, quien asegura que el cambio en la mentalidad de las pequeñas es inmediato.
Por ejemplo, en un reciente taller, una de las niñas decía que quería ser maestra, una profesión tradicionalmente ligada a las mujeres.
Luego de escuchar a una profesional tecnológica, la misma niña dijo que ahora quería ser maestra de robótica. “No queremos cambiar su vocación, pero sí que eleven sus aspiraciones”, añade Maldonado.
Al momento, la fundación tiene abierta la convocatoria ‘Embajadora Joven 2023’, para niñas de 10 a 16 años.
La ganadora debe estar dispuesta a participar en todas las actividades de la fundación y podrá competir con otras embajadoras de las filiales internacionales de la ONG.
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