Lagartijas, culebras y otras 1.829 especies de reptiles, en peligro de extinción
El 21% de las especies de reptiles en el mundo podría desaparecer, incluyendo una docena que habita en Guayaquil, Quito e Ibarra.
Tres de las especies de reptiles que están en peligro en Ecuador.
Cortesía Diego Cisneros Heredia
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En los esteros naturales de Guayaquil se halló por primera vez a la ‘boa de pestañas sureñas’. Es un reptil pequeño y con el dorso de color café, fue descrita en 1860 y desde entonces no ha sido vista.
Al igual que otras 1.829 especies de reptiles, esta boa ‘patrimonial’ de Ecuador está en peligro de extinción, según un reciente estudio publicado en la revista científica Nature.
“La seguimos buscando, y tenemos esperanza de encontrarla”, dice el PhD en Biogeografía, Diego Cisneros. Este científico es el único ecuatoriano que participó en el estudio sobre los reptiles, que reunió a 24 países.
Se trata del primer informe exhaustivo sobre las culebras, iguanas, lagartijas o ejemplares más grandes como la boa constrictor o la tortuga de Galápagos. Debido a que estos animales son ‘poco agraciados y algunos hasta monstruosos’, la ciencia quizás pensaba que no desaparecerían.
Pero no es así: el reporte indica que una de cada cinco especies de reptiles está en peligro crítico, amenazada o en condición vulnerable.
El zoólogo Bruce Yong, coautor del informe, reconoció la deuda científica con estos animales. Y según comentó al diario El País, esto ha contribuido a que exista un vacío sobre la amenaza global que sufren.
Gracias al reciente estudio, ahora se conoce que los reptiles están más amenazados que las aves, y sobre las cuales hay mucha más información y estudios.
SOS a los reptiles de Ecuador
“Algunas de las especies de reptiles en peligro de extinción se encuentran en áreas cercanas a Quito, Guayaquil e Ibarra”, explica Cisneros, profesor de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Una de estas especies a punto de extinguirse es la boa de pestañas de Guayaquil. También en peligro, según Cisneros, están dos especies de culebras caracoleras en los valles de Quito y en la hoya del Chota de Ibarra.
En total, una docena de reptiles de estas tres ciudades están en alguna categoría de peligro, según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación (UICN).
Pero también hay otros reptiles vulnerables, pese a los esfuerzos de conservación. Es el caso de las tortugas gigantes de Galápagos o la iguana rosada de las islas, “porque habitan en zonas muy delimitadas y específicas, y hay que seguirlas cuidando”.
Perros y gatos, las amenazas
La principal razón para que los reptiles estén en peligro es que los seres humanos les están quitando sus hogares.
En Guayaquil, Quito e Ibarra, dice Cisneros, hay una expansión inmobiliaria descontrolada que atenta contra el hábitat de estas especies.
“Si se hace un sobrevuelo en Guayaquil, nos damos cuenta de que ya no hay esteros naturales, y en Quito, los valles son zonas de alta densidad poblacional”, agrega el investigador.
Mientras que en las áreas bajas de la Costa o en la región Interandina, los antiguos hogares de los reptiles se han convertido en cultivos agrícolas.
Hay otras amenazas como el palangre y artes rudimentarios de pesca. “Esto ocurre con las tortugas carey, que son capturadas y mueren”.
Y los mamíferos introducidos como las ratas, gatos, perros y los propios humanos completan la lista de amenazas.
"Cuando alguien ve una culebra en su jardín, lo primero que hace es darle escobazos. Hay gatos que se comen a las serpientes o lagartijas".
Diego Cisneros Heredia, investigador de la Universidad San Francisco de Quito.
El ‘servicio’ ecológico de los reptiles
La investigación destacó qué pasaría si el mundo no protege a los reptiles. “Si cada uno de los 1.829 reptiles amenazados se extinguiera, perderíamos un total de 15.000 millones de años de historia evolutiva”.
Pero además, los reptiles cumplen con importantes servicios para el ecosistema como el control de plagas e insectos.
“Sabemos que en la Costa y en otras zonas del país tienen problemas con los caracoles, que dañan la producción agrícola. Las culebras son perfectas cazadoras de estas plagas”, expresa el investigador Cisneros.
También los reptiles pueden ayudar a regular la población de ratas y ratones, dos animales causantes de enfermedades que se transmiten a los humanos.
Al contario de lo que imagina, para proteger a los reptiles "no se necesita la ingeniería espacial", dijo el zoólogo Yong. Las estrategias de conservación son iguales que en otras especies: controlar la tala de bosques, vetar el comercio ilegal y aumentar las áreas geográficas de protección.
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