La historia de Keith Thomas y cómo volvió a sentir gracias a un microchip
Keith Thomas era cuadripléjico y no podía mover su cuerpo desde el pecho hacia abajo, hasta que científicos colocaron un milagroso microchip en su cerebro.
El paciente Keith Thomas junto al médico Chad Bouton, probado el chip neuronal.
Feinstein Institutes for Medical Research / revista Time
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En julio de 2020, Keith Thomas, de 45 años, sufrió un accidente de tránsito que lo dejó cuadripléjico. Estaba atado una silla de ruedas y sin poder siquiera sentir la mano de un familiar.
Tres años después, Thomas pudo volver a mover su mano, abrir y cerrar los dedos, y hasta girar la muñeca.
Este ‘milagro’ de la tecnología ocurrió en un laboratorio de biomedicina del Instituto de Salud Feinstein, en Nueva York, Estados Unidos, donde un equipo de seis científicos implantaron un microchip en el cerebro de Thomas
Se trata de un dispositivo tecnológico desarrollado con algoritmos de inteligencia artificial (IA), que están reconectando el cerebro de Thomas con la columna vertebral y el resto del cuerpo.
El implante se conoce como un bypass neuronal doble, y que “actúa como un puente electrónico que permite llevar la información desde el cerebro de Thomas hacia el cuerpo”, dice el estudio publicado por el Instituto Feinstein.
Ciencia 'milagrosa'
Chad Bouton es el bioingeniero que dirige el Instituto de Salud Feinstein, y detrás del equipo que colocó el implante en la cabeza de Thomas.
Según Bouton, Thomas es el primer ser humano del mundo en recibir un bypass doble neuronal, conectado al cerebro y a la médula espinal.
Hasta el momento, Thomas va por buen camino en su recuperación, ya puede levantar la mano, mover los dedos y sentir la mano de su hermana.
“Es indescriptible volver a sentir a alguien”, dijo Thomas, en entrevista con la revista Time.
Fue en marzo de 2023 y luego de 15 horas de cirugía, cuando el neurocirujano Ashes Mehta colocó un delicado microchip en la región central del cerebro de Thomas, que controla el movimiento del cuerpo.
El bypass se compone en total de dos chips colocados en el área responsable del movimiento del cuerpo, y de tres más implantados en la parte del cerebro que permite sentir.
Para confirmar que el equipo estaba en el punto correcto, el médico despertó levemente al paciente, para que pueda ‘sentir’ la operación.
Pero, ¿cómo envía la señal al cuerpo? Hoy, cuando Thomas piensa en mover sus manos, por ejemplo el pulgar, ese pensamiento del cerebro se trasmite a través de un cable HDMI hacia una computadora.
Luego el algoritmo de la computadora descifra el mensaje y lo transmite a los electrodos adheridos a la piel del paciente, estimulando el músculo y ‘diciéndole’ que se mueva.
Toda esta operación ocurre en tiempo real y gracias a la maravilla de la inteligencia artificial, porque el computador ‘hace’ el trabajo por su cuenta.
Caro y difícil de utilizar
El caso de Thomas muestra cómo las investigaciones para tratar pacientes con parálisis han avanzado a pasos gigantes en los últimos 20 años.
Científicos están probando brazos robóticos para ayudar a personas que han perdido un miembro y sufren parálisis en la médula espinal, luego de un accidente o un ataque cerebrovascular.
El siguiente propósito de los investigadores es lograr que personas con parálisis severas logren caminar, mediante implantes de microchips neuronales, como el de Thomas.
Pero la adopción masiva de este tipo de bypass está lejos aún, puesto que lograr que Thomas mueva los dedos tomó millones de dólares de recursos donados para la ciencia y destinado a un solo paciente.
En total, tres personas forman parte del ensayo clínico del Instituto Feinstein, y uno ha logrado recibir el implante.
Con la esperanza de ayudar a otros pacientes, Bouton trabaja por separado en un método no invasivo y sin cirugía.
Se trata de un electrodo que estimula el movimiento y que se coloca solo en la piel, pero serviría para pacientes con parálisis menos profundas.
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