Amazonía: conocimiento ancestral indígena será la base de nuevo estudio
Estadounidenses e indígenas de la Amazonía ecuatoriana liderarán un proyecto de cinco años, para conocer cómo la experiencia ancestral puede salvar al ecosistema de la selva.
Estación de Investigación Geyepare vista desde un dron, ubicada a orillas del río Curaray en Napo.
Universidad San Francisco de Quito
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En la Amazonía viven más de tres millones de personas, de unas 380 comunidades indígenas y que hablan al menos 650 dialectos. Solo en Ecuador, más de un millón de personas habitan en las provincias amazónicas.
Para ellos, la selva es su fuente única de agua y alimentos, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Pero por décadas, el conocimiento indígena ha sido reducido a mitos y leyendas, menospreciando sus experiencias reales, según señala Elizabeth Swanson Andi, presidenta de Iyarina Research Station.
Esta institución será parte de un proyecto para conocer el impacto del cambio climático en la Amazonía y que tendrá como base el conocimiento ancestral del bosque. En el estudio también participarán investigadores de la Universidad de Nevada (Estados Unidos) e indígenas Kichwa y Waorani.
"Me motiva la oportunidad de amplificar las voces de los Pueblos Indígenas en el mundo de la ciencia occidental. Creo que el futuro se encuentra en la intersección de ambas formas de vivir y pensar", agrega Swanson.
Este proyecto de cinco años tiene una inversión de USD 3 millones y será financiado por la organización National Science Foundation Rules of Life (NSF).
"El conocimiento tradicional indígena de los bosques ha permitido que diversos pueblos utilicen los recursos del ecosistema manteniendo la salud y la diversidad del ecosistema durante milenios", explica Lora Richards, investigadora principal del proyecto.
Por ello, el equipo prevé que la colaboración indígena generará conocimientos precisos sobre las interacciones de las especies endémicas. Además dará pautas sobre cómo proteger la biodiversidad en la Amazonía.
Efectos del cambio climático
Las tres estaciones de campo donde se realizará la investigación serán administradas por indígenas, en colaboración con Swanson Andi de la estación Iyarina Research Station.
A través de estas estaciones se podrá estudiar el impacto del cambio climático en una zona que alberga el 10% de las especies del mundo.
Otro punto a analizar será cómo el impulso de la energía limpia tiene sus efectos colaterales en la biodiversidad de la Amazonía.
Por ejemplo, una de las principales amenazas de la Amazonía ecuatoriana proviene de la tala de balsa, un árbol liviano que se usa en la construcción de turbinas eólicas.
La creciente demanda de energía eólica liderada por las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, hizo de 2020 el mejor año para la industria.
Pero con el fin de los subsidios clave a la energía eólica de China en 2021 y los primeros impactos de la pandemia en el comercio, la extracción de balsa se ha desacelerado.
A medida que el ecosistema forestal intenta recuperarse de esta fiebre, los investigadores tendrán la oportunidad de monitorear la reconstrucción de la compleja red biológica de la selva.
El interés del grupo de investigación es el papel que juega la composición química y la diversidad en la coevolución de las especies. Además estudiarán un género de plantas de la familia de la pimienta negra.
"Factores como la diversidad química se comprenden mucho menos, pero es probable que sean un componente omnipresente de la degradación ambiental".
Lora Richards, investigadora principal del proyecto
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