Así funciona el lado 'oculto' de la inteligencia artificial
Las grandes innovaciones de la inteligencia artificial, como el ChatGPT y DALL-E, dependen de la mano de obra barata de miles de digitadores y empleados tecnológicos.
El logo de Open AI, compañía detrás del bot con inteligencia artificial ChatGPT, tras su aparición como app móvil, octubre de 2023.
AFP
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Los temores de que las máquinas, los robots o seres con inteligencia artificial (IA) reemplacen a los humanos, alimentan un gran número de novelas y películas como "2001: Odisea del espacio" con su ordenador mortal Hal 9000 o "Terminator", el robot exterminador.
Pero nunca antes se había hablado de la IA como en 2023, a raíz de la aparición de los robots parlanchines como el ChatGPT, que ya se encamina a ser la aplicación más utilizada del año.
A este chatbot le siguieron con feroz competencia otras innovaciones de los gigantes Google y Microsoft, y ahora parecería que todas las tecnológicas quieren probar suerte con algún tipo de proyecto con inteligencia artificial.
El dilema está en que la célebre interfaz del ChatGPT funciona con datos ingresados por un ejército de digitadores o ingenieros, es decir, seres humanos.
En sus inicios, el bot daba sus respuestas con base a una vasta base de datos cuyos resultados más recientes se remontaban a agosto de 2021.
Desde septiembre, la aplicación se conecta a Internet, y recopila información en tiempo real, pero sigue necesitando programadores 'humanos'.
Y es ahí donde surge el lado oculto y oscuro de la inteligencia artificial, porque a menudo, todos los modelos de IA, como ChatGPT o DALL-E, dependen de la mano de obra barata para funcionar.
¿Dónde están los rostros de la IA?
Un artículo titulado "El trabajo explotado detrás de la inteligencia artificial", publicado en la revista especializada Noema, aborda las condiciones de miles de ingenieros, desarrolladores y otros empleados tecnológicos al servicio de la IA.
Según los autores del informe, Timnit Gebru, Adrienne Williams y Milagros Miceli, los sistemas de IA “son alimentados por trabajadores mal pagados en todo el mundo que realizan tareas repetitivas en condiciones laborales precarias”.
Incluso comparan sus actividades como un tipo de esclavitud moderna.
Esto es lo que se conoce sobre los rostros humanos que hace posible los mejores desarrollos con IA:
- La mayoría de los trabajadores para las grandes empresas de IA están en Kenia, India y Venezuela.
- En algunos casos, los digitadores o quienes categorizando etiquetan los datos de un desarrollo cobran menos de USD 2 por hora.
- Casi todos de estos empleados son tercerizados y no contratados directamente por Google, Microsoft o la empresa detrás del ChatGPT, Open AI.
- El mercado mundial de etiquetación o selección de datos, que se ingresan a un sistema de IA, se estima en más de USD 2.000 millones en 2023.
- Pero, ¿qué hace un etiquetador? Por lo general se encargan de moderar y separar datos, algunas veces sobre violencia, muertes, crímenes, pornografía y otro tipo de información que pueda resultar 'nociva' para el usuario final.
- Debido a la naturaleza del trabajo, los autores del informe advierten sobre los perjuicios para la salud mental de estos empleados, quienes por lo general no reciben ninguna ayuda psicológica.
- Los investigadores están preocupados de que el crecimiento exponencial de la IA amplíe las desigualdades económicas y sociales existentes
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