Iguanas terrestres reaparecen en Galápagos y esta es la razón
Una población saludable de iguanas terrestres, entre machos, hembras y hasta neonatos, deambulan por la isla Santiago, el que fue su hogar hace más de dos siglos.
Biólogos del Parque Nacional Galápagos examinando a ejemplares de iguanas terrestres en la isla Santiago, 2 de agosto de 2022.
EFE
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En las islas Galápagos viven tres especies distintas de iguanas terrestres, pero solo una tiene una relación estrecha con los pinzones de Darwin.
Se trata de la especie Colonophus subcristatus, que estira sus cuerpos en sol y sobre las rocas, dejando que los pinzones les quiten las garrapatas.
Así convivieron por millones de años hasta que el naturalista Charles Darwin las registró en 1835.
Luego, en dos expediciones, en 1903 y en 1906, ya no se encontraron especímenes vivos de iguanas terrestres en la isla Santiago.
A diferencia de sus amigos, los pinzones, estas iguanas, que pueden medir hasta un metro de largo, se extinguieron en esta isla, la más grande del archipiélago.
Pero eso fue hasta agosto de 2022, cuando el Parque Nacional Galápagos dio buenas noticias al mundo: nuevos ejemplares de iguanas terrestres fueron hallados casi dos siglos después.
“187 años después volvemos a presenciar una población saludable de iguanas terrestres, con adultos, juveniles y neonatos”, dijo el director del PNG, Danny Rueda.
¿Por qué tardaron en reproducirse?
La aparición de las iguanas terrestres deambulando por la isla Santiago es considerado un hito en el mundo de la conservación. Esta especie se encuentra en la lista roja con la categoría de vulnerable, además es endémica de las Galápagos.
Según el PNG, la repoblación de la especie sería el resultado de una reintroducción de 3.143 ejemplares, que vivían en la isla Seymour, hecha en 2019.
La especie Colonophus subcristatus vive en nueve islas de Galápagos.
Pero, ¿por qué demoraron tanto en reproducirse? ¿Qué cambió en dos siglos?
El asesor científico del PNG, Luis Ortiz-Catedral, explica que no había un problema de reproducción con las iguanas terrestres, sino más bien que “se extinguieron completamente de la isla Santiago tras la visita de Darwin”.
Según señala Ortiz-Catedral, no existe una crónica detallada del por qué las iguanas terrestres se extinguieron, pero todo apunta a que la isla Santiago sufrió un extenso proceso de degradación ocasionado por especies invasoras.
Y esto a su vez “había impedido la reproducción de especies saludables, incluyendo de iguanas”, dice el PNG.
Un año de inflexión fue 2000, cuando se intervino la isla y se emprendió un proceso para “eliminar las especies invasoras, como cabras, burros o cerdos”.
Por lo general, animales como las cabras acaban con el hábitat o vegetación del que se alimentan las iguanas. Mientras que los cerdos destruyen los nidos.
Una iguana terrestre pone entre dos a 20 huevos, y pese a que la hembra vigila los nidos o el macho cuida el territorio, los cerdos acababan con las crías.
Tras ser eliminadas las principales amenazas animales en la isla, las iguanas tuvieron un final feliz. Se estima que esta especie puede vivir hasta 55 años.
El impacto profundo de las iguanas
Ortiz-Catedral, responsable de la expedición que registró la repoblación de las iguanas terrestres en Santiago, expresa que la isla ya evidencia cambios positivos. “Han abierto caminos, removido tierra y dispersado semillas”, señala el investigador.
Además, explica que las iguanas terrestres son el segundo herbívoro tope o dominante en los sistemas de Galápagos.
"La presencia de las iguanas tiene un impacto profundo, y en lugares de alta densidad ayudan a mantener la vegetación baja".
Luis Ortiz Catedral, asesor científico del Parque Nacional Galápagos.
Cuando las iguanas mueren o se desplazan de una isla, crecen yerbas y otras plantas que no permiten el crecimiento de flora endémica como los cactus.
“Las dinámicas vegetales que se vienen en las próximas décadas serán importantes de estudiar”, agrega Ortiz-Catedral.
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