'Bon appetit': gusanos y grillos ya se pueden comer en Europa
La Unión Europa otorgó el permiso para que las empresas, dedicadas al comercio de insectos, puedan vender larvas de gusano y grillos en polvo.
Un plato hecho con insectos, entre ellos gusanos y grillos, en un restaurante de México, el 1 de enero de 2023.
Reuters
Actualizada:
Compartir:
Los insectos, como gusanos y grillos, son considerados un manjar en México o Tailandia. Y pese a su aspecto poco atractivo y algo seboso, se venden como exquisiteces en los restaurantes.
Y como el mundo se enfrenta a problemas de seguridad alimentaria, debido en parte al cambio climático, la Unión Europea (UE) ha dado el primer paso para que los comensales prueben estos pequeños insectos.
A finales de enero de 2023, la UE aprobó una regulación que permite a las empresas vender gusanos en polvo, congelados, en pasta y hasta deshidratados. También, los europeos podrán encontrar en los supermercados grillos en polvo, parcialmente desgrasado.
"Nadie se verá obligado a comer insectos", afirmó la Comisión Europea. La medida busca sanear la agricultura y alimentar a la creciente población del planeta.
Menos carne, más insectos
Cifras del Programa Mundial de Alimentos de la ONU señalan que la cuarta parte de los gases de efecto invernadero proviene de la producción de carne y lácteos.
Estos gases se originan particularmente de las vacas y ovejas, que como parte de su alimentación eructan metano, un gas potente y letal para el ambiente.
De hecho, el primer alimento más contaminante es el filete de res, que emite casi 130 kilogramos de gases de efecto invernadero por kilogramo de carne.
Por si fuera poco, los agricultores suelen arrasar los bosques para dar paso a los pastizales y alimentar al ganado.
Por ejemplo, el pastoreo, aquella actividad 'barata' para dar de comer al ganado, impacta en la capacidad de las tierras áridas para suministrar servicios ecológicos, como mantener la fertilidad del suelo o regular el clima.
En este contexto, si los grillos fritos o una torta de gusanos pueden sustituir a una hamburguesa o un dulce con harina de trigo, el ambiente estaría muy aliviado.
Además, se evitaría la pérdida de especies propias de los bosques, que son talados en la agroindustria.
"Es un reto enorme hacer frente a la creciente demanda de productos ganaderos", dijo el director técnico del programa de alimentación del Instituto de Recursos Mundial, Tim Searchinger, al medio alemán DW.
Esta organización medioambiental sostiene que si bien en Alemania y en Europa se tiende a comer menos carne, en Estados Unidos la demanda de proteínas de animales va en aumento.
Por ello, las proteínas de insectos podrían ser una "alternativa barata, sobre todo en los alimentos procesados".
Más saludables y menos contaminantes
Varios estudios han tratado de conocer la huella de carbono de la producción de insectos para el comercio, porque como bien se conoce "toda actividad contamina".
Una reciente publicación de 2021, llamada "Evaluación del Ciclo de Vida", halló que producir los gusanos utilizan un 70% menos de tierra, y emiten un 23% menos gases de efecto invernadero que criar pollos.
Además, según otros estudios, los insectos son saludables, puesto que entre el 35 y 60% del peso es proteína pura.
El gran desafío para popularizar los insectos en el menú occidental es superar el 'asco' y hasta el miedo a consumir animales, que sabemos, se arrastran por la tierra.
Compartir: