"Hay que ser realistas con la vacuna del coronavirus", dicen expertos
La multinacional Johnson & Johnson anunció, el 12 de septiembre de 2020, que detuvo los ensayos de una vacuna en investigación contra la COVID-19 debido a una "enfermedad inexplicable" en un participante.
EFE
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Laboratorios y universidades del todo el mundo desarrollan desde inicios de este año una vacuna que permita frenar la pandemia de Covid-19 y devolver al mundo la normalidad.
Más de 150 vacunas son candidatas y apenas ocho han logrado llegar a la tercera fase: la de pruebas masivas en humanos.
PRIMICIAS dialogó con dos docentes e investigadores que conocen del tema y que han seguido las investigaciones: Enrique Terán, de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y Christian Molina, de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).
Ambos sugieren a la población mantener el optimismo, pero con expectativas realistas sobre una futura vacuna, su producción, accesibilidad y posibles efectos. Según los expertos, al menos cuatro razones obligan a mantener ese prudencial optimismo:
1. Evidencia acelerada
El profesor de la USFQ, Enrique Terán, explica que las fases para desarrollar una vacuna toman habitualmente alrededor de 10 años. Sin embargo, por la emergencia que vive el mundo el proceso se ha hecho en menos de un año.
Las investigaciones aceleradas podrían entregar resultados poco convincentes.
Christian Molina, de la UIDE, dice que el avance de las fases se ha convertido en una especie de competencia entre farmacéuticas y gobiernos.
2. La producción
Uno de los mayores temores es que la capacidad que tendría una posible vacuna para producirse y distribuirse masivamente, pues debería poder distribuirse en todo el planeta.
A pesar de que aún no existe una dosis comprobada, algunos gobiernos ya están precomprando las vacunas a las farmacéuticas.
Según los expertos, aún no existe la capacidad para producir masivamente los compuestos. Además, cada una de las candidatas tiene diferentes mecanismos de elaboración y distribución.
3. Accesibilidad
¿Cuánto costará la vacuna? Esa es la gran pregunta que se hacen los gobiernos alrededor del mundo, así como la sociedad.
Para Terán este tema es uno de los más controversiales. "Las vacunas que llegan a los países no son gratis, el Estado paga por esas dosis y no estamos en una situación económica que permita adquirir millones de dosis", dice..
Christian Molina considera que al principio solo los países con más recursos podrán acceder a la vacuna debido a la diferencia en las economías. La adquisición será más compleja en los países de tercer mundo.
4. Efectos secundarios
Oxford paralizó sus pruebas por una complicación en uno de los pacientes que recibió una dosis de su vacuna. Johnson & Johnson también paró las investigaciones y pruebas porque uno de los voluntarios presentó efectos adversos.
Terán dice que este tipo de situaciones no deben alterar los procesos, porque es "lógico que mientras más se pruebe la vacuna, más efectos se pueden encontrar".
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