Del emoji al sticker, así cambian los diálogos entre generaciones

De origen japonés, la "e" significa dibujo y "moji" carácter o signo de escritura, el emoji fue elegido palabra del año en 2019 por la Fundación del Español Urgente FundéuRAE.

A propósito del Día Mundial del Emoji, que se celebró el 17 de julio, un profesor de la Universidad de La Rioja, en España, ha analizado la evolución de estos pequeños iconos.

Según el experto Pavel Sidorenko, los emojis facilitan la comunicación no verbal en un mensaje de celular. "Llenan el vacío del texto para matizar una idea, suavizarla, completarla o enfatizarla".

Fue en los años 80 cuando se comenzaron a utilizar emoticonos, expresiones emocionales creadas a partir de signos de puntuación.

Y en 1999 se crearon los emojis con caracteres Unicode, con pequeñas figuras en color para definir emociones, objetos o ideas que actualmente se ha expandido en ocho categorías.

Pero mucho tiempo ha pasado desde entonces y las nuevas generaciones no están tan interesadas en usarlos.

Los más jóvenes, como la generación Z (nacidos entre 1994 y 2010), prefieren el uso de elementos con más movimiento o los llamados stickers.

Stickers son más populares 

Estos centennials ven con "desprecio" el emoji y no lo utilizan, y creen que los millennials (nacidos entre 1981 y 1993) los usan demasiado.

Por ello, los centennials han sustituido los emojis por los "stickers" en sus conversaciones en las aplicaciones. Prefieren estos iconos que se asemejan más a los "meme", pero tienen movimiento.

"Tengo alumnos que aseguran ser capaces de sostener una conversación solo con 'stickers'", dice el profesor Sidorenko.

Busca emojis

Si aún prefiere los emojis, en el portal "Emoji Translate" puede buscar cuál es el más adecuado para expresar una idea o emoción.

La cara de la risa con lágrimas, llamada oficialmente "Face with tears of joy", es el emoji más usado en todo el mundo.

Aunque si no se conocen bien los códigos, pueden producirse "malentendidos entre generaciones", ya que algunos usuarios senior han llegado a enviar este dibujo para expresar pena, apunta el profesor Sidorenko.